miércoles, 13 de mayo de 2020

TLP Clasificación CIE-10 y DSM-5

El Trastorno de Personalidad Límite se relaciona principalmente con una profunda problemática narcisista y con una dimensión afectiva “enojada y hambrienta de atención”, que se expresa a través de una búsqueda continua de confirmación externa, para “rellenar” y apoyar unas “insaciables necesidades afectivas” así como una baja autoestima.

En el pasado este trastorno también ha sido definido como: «esquizofrenia pseudoneurótica» (Binswanger), «esquizofrenia afectiva» (Kansanin), «psicosis marginales» (Pankow), «personalidad como si” (Winnicott) o «carácter psicótico» (Frosch).

Está relacionado con defensas psicóticas, en particular con la escisión, que opera a través de la idealización y de la devaluación (tanto del Ego como del otro). Suele estar presente una dimensión agresiva importante, que puede dirigirse tanto hacia los demás como hacia uno mismo (conductas de riesgo, abuso de sustancias, conductas autolesivas y suicidas, por lo general acompañadas de amenazas y chantaje con fines manipulativos). Hay poca capacidad para identificarse con los demás (a los que se utiliza y manipula), hacia los cuales no hay sentimientos de amor verdadero y altruista. Puede derivar en un Trastorno Depresivo Mayor.

Parece que las experiencias traumáticas de la infancia (pérdida, separación temprana de los padres, abusos físicos, etc.) puedan jugar un papel decisivo en el desarrollo de este trastorno. Debido a estas experiencias, el niño no sería capaz de adquirir la capacidad de integrar, en una sola representación coherente, los aspectos positivos y negativos de sí mismo y de los demás. Como consecuencia, en la etapa adulta, oscilará entre estas dos posiciones (exageradamente positivo y exageradamente negativo), colocándose en el límite entre conductas adaptativas y muy patológicas.

Materson y Rinsley (1975) han conjeturado que en la base del Trastorno de Personalidad Límite pueda haber una alteración en la sub-etapa de acercamiento en el proceso de separación-individuación del niño. Estos autores encontraron que las madres de los «pacientes límite» eran altamente conflictivas en cuanto al crecimiento de su hijo (debe crecer pero también debe seguir siendo pequeño). Como resultado, el niño recibiría el mensaje de que el hecho de madurar y convertirse en una persona independiente puede dar lugar a la pérdida del amor y del apoyo materno. De esta manera, seguir siendo dependiente constituye la única posibilidad de conservar el vínculo maternal. Este poderoso mensaje causaría una «depresión abandónica» cada vez que se abre la perspectiva de la separación y de la autonomía del niño. Esto conduciría a una escisión del otro como: a) amor gratificante, que apoya y da confirmaciones (asociándose con una representación del niño bueno, obediente y pasivo); b) crítico, malo, blanco de la ira, fuente de depresión, abandono y desesperación (asociándose con la representación del niño malo, culpable y desagradable). De esta manera el paciente con Trastorno Límite de Personalidad permanecería fragmentado y convencido de que sólo hay dos opciones en la vida: sentirse abandonado y malo o bueno (cuando decide no crecer nunca)

Clasificación DSM V & CIE 10

El Trastorno de Personalidad Límite (DSM V) se caracteriza por un patrón dominante de inestabilidad en las relaciones interpersonales, de la autoimagen y de los afectos, e impulsividad  intensa, que comienza al principio de la edad adulta y se manifiesta en diferentes contextos, por 5 o más de los hechos siguientes:

  1. Esfuerzos desesperados para evitar el desamparo real o imaginado (no incluye el comportamiento suicida ni de automutilación que figura en criterio 5).
  2. Patrón de relaciones interpersonales inestables e intensas que se caracteriza por una alternancia entre los extremos de idealización y devaluación.
  3. Alteración de la identidad: inestabilidad intensa y persistente de la autoimagen y del sentido del yo.
  4. Impulsividad en dos o más áreas que son potencialmente autolesivas (e.g. gastos, sexo, drogas, conducción temeraria, atracones alimentarios).
  5. Comportamientos, actitud o amenazas recurrentes de suicidio, o comportamiento de automutilación.
  6. Inestabilidad afectiva debida a una reactividad notable del estado de ánimo (e.g. episodios intensos de disforia, irritabilidad o ansiedad que generalmente duran unas horas y, rara vez, más de unos días).
  7. Sensación crónica de vacío.
  8. Enfado inapropiado e intenso, o dificultad para controlar la ira (e.g. exhibición frecuente de genio, enfado constante, peleas físicas recurrentes).
  9. Ideas paranoides transitorias relacionadas con el estrés o síntomas disociativos graves.

Según la Clasificación Internacional de los Trastornos Mentales y del Comportamiento (CIE-10),  se considera bajo la etiqueta de (F60.3) Trastorno de inestabilidad emocional de la personalidad. «Se trata de un trastorno de personalidad en el que existe una marcada predisposición a actuar de un modo impulsivo sin tener en cuenta las consecuencias, junto a un ánimo inestable y caprichoso. La capacidad de planificación es mínima y es frecuente que intensos arrebatos de ira conduzcan a actitudes violentas o a manifestaciones explosivas; éstas son fácilmente provocadas al recibir críticas o al ser frustrados en sus actos impulsivos. Se diferencian dos variantes de este trastorno de personalidad que comparten estos aspectos generales de impulsividad y falta de control de sí mismo».

F60.30 Trastorno de inestabilidad emocional de la personalidad de tipo impulsivo. «Las características predominantes son la inestabilidad emocional y la ausencia de control de impulsos. Son frecuentes las explosiones de violencia o un comportamiento amenazante, en especial ante las críticas de terceros.» Se incluyen: Personalidad explosiva y agresiva; El trastorno explosivo y agresivo de la personalidad. Se excluye el Trastorno disocial de la personalidad (F60.2).

F60.31 Trastorno de inestabilidad emocional de la personalidad de tipo límite. «Se presentan varias de las características de inestabilidad emocional. Además, la imagen de sí mismo, los objetivos y preferencias internas (incluyendo las sexuales) a menudo son confusas o están alteradas. La facilidad para verse implicado en relaciones intensas e inestables puede causar crisis emocionales repetidas y acompañarse de una sucesión de amenazas suicidas o de actos autoagresivos (aunque éstos pueden presentarse también sin claros factores precipitantes)». Se incluye: La Personalidad «borderline»; El Trastorno «borderline» de la personalidad.

Los cuatro subtipos de pacientes con Trastorno Límite de Personalidad (Grinker, Werble, & Drye, 1968).

Tipo I – Lado Psicótico

  •     Comportamiento inapropiado y desadaptativo.
  •     Problemas con el examen de la realidad y el sentido de identidad.
  •     Comportamiento negativo y enojo expresado abiertamente.

Tipo II – Núcleo de la Síndrome Límite de Personalidad

  •    Afectividad negativa generalizada.
  •    Implicación relacional inestable con los demás.
  •    Acción agresiva.
  •    Identidad de sí mismo inconsciente

Tipo III – Grupo «Como sí”

    Tendencia a imitar la identidad de los demás.

  •    Anafectividad.
  •    Comportamiento más adaptativo.
  •    Relaciones carentes de espontaneidad y autenticidad.

Tipo IV – Lado neurótico

  •    Depresión anaclítica.
  •    Ansiedad.
  •    Aspectos neuróticos y narcisistas.

Características diferenciales del Trastorno Límite de la Personalidad (Zannarini, Gunderson, & Frankenburg, 1990)

  •    Pensamiento casi-psicótico.
  •    Automutilaciones.
  •    Intentos de manipulación a través del suicidio.
  •    Miedo a ser abandonado o aniquilado.
  •    Severidad/Indulgencia.
  •    Regresiones terapéuticas.
  •    Dificultades en la contratransferencia.

Criterios de Kernberg para la organización Límite de la Personalidad (Kernberg, 1975)

I. Manifestaciones no específicas de debilidad del Ego:

  •    Falta de tolerancia de la angustia.
  •    Falta de control de impulsos.
  •    Falta de canales sublimatorios maduros.

II. Deslizamiento hacia procesos de pensamiento primario.

III. Operaciones defensivas específicas de la organización del Trastorno de Personalidad Límite:

  •     Escisión.
  •     Idealización primitiva.
  •     Formas primitivas de proyección, presencia en particular de la identificación proyectiva.
  •     Negación.
  •     Omnipotencia y devaluación.

IV. Relaciones de objeto patológicas internalizadas

Características diferenciales del Trastorno Límite de Personalidad respecto al Trastorno de Personalidad Narcisista

Mientras en el Trastorno de Personalidad Narcisista estaría presente un “yo grandioso” y la incapacidad de aceptar la dependencia, en el Trastorno de Personalidad Límite el concepto de “sí mismo” sería más estable, con tendencia a instaurar relaciones de dependencia (anaclitismo). Según Rinsley (1980, 1989), mientras que la persona con Trastorno de Personalidad Límite habría sufrido, durante la niñez, un paro en ambas fases del proceso de separación-individuación (acercamiento y separación), el paciente narcisista habría sufrido una disociación entre la fase de acercamiento (que se ha podido desarrollar) y la fase de separación, que se ha quedado bloqueada.


Fuente: PSISE


jueves, 7 de mayo de 2020

Adicciones. ¿Cómo identificar una adicción?

Hablamos de adicción para referirnos a una conducta concreta que se caracteriza por la relación que una persona establece y sostiene en el tiempo con un  determinado objeto. Al decir objeto no solo nos referimos a drogas, es decir a las adicciones por consumo de sustancias, sino que un objeto de adicción puede ser un comportamiento, una situación u otra persona.

Entonces, para hablar de adicción, necesitamos una persona que por determinadas variables bio-psico-sociales encara un vínculo cargado de dependencia hacia su objeto de adicción y esto se conserva de forma progresiva en el tiempo. Es necesaria la repetición para empezar a hablar de adicción: Una  conducta que se repite de forma excesiva, dependiente, compulsiva, con daños en diferentes áreas de la vida de la persona. La persona siente que no puede parar y cuando no realiza dicha conducta siente gran malestar, mediante los síntomas de la abstinencia: necesita volver a repetir esa conducta una y otra vez, por cierta gratificación (inicial y momentánea) que le brinda esa conducta particular y para evitar lo insoportable que es la abstinencia.

Una conducta adictiva pareciera esclavizar a la persona. Para sí mismo es vista como más fuerte que él. Como si la voluntad hubiera sido vulnerada. Como si el sentido de la vida estuviera limitado y remitido a esa conducta. Toda la vida de la persona adicta termina organizándose alrededor de esta conducta.

Las señales por lo general, se presentan desde que inicia el consumo o cuando éste se encuentra en la primer etapa, así que desde este momento presta mucha atención a las señales de alerta, identifica si la persona que consideras está ingiriendo sustancias adictivas cumple con la mayoría de estas señales y si lo permite, brindarle tu apoyo y busquen ayuda.

Síntomas de personas adictas

  • Falta de autocontrol
  • Recuerdo selectivo sobre las consecuencias agradables del consumo
  • Auto-engaño
  • Deseo automático
  • Conductas autolesivas o destructivas
  • Cambios en la relación el entorno
  • Modificación de los intereses, actividades, motivaciones o cuidado personal de la persona
  • Deterioro de las principales áreas vitales del individuo
  • Cambios en el estado de ánimo.
  • Falta de concentración y problemas de memoria

 Comportamientos más frecuentes que aparecen en personas adictas y la repercusión que tienen en su vida diaria:

  • Pérdida de control sobre el objeto de la adicción o la conducta adictiva.
  • Aumenta el tiempo y la inversión que se realiza para satisfacer la adicción.
  • La adicción afecta negativamente a otros aspectos de la vida cotidiana como las relaciones sociales y familiares, el ámbito laboral y económico, la salud, etc.
  • La persona trata de justificar su conducta, se auto engaña y niega la existencia del problema.
  • El pensamiento se distorsiona influenciado por la conducta adictiva y se crea una espiral de consumo o actos. Además, también pueden aparecer distorsiones afectivas ya que dejan de tolerarse determinadas emociones y se crean dificultades para poder identificar o interpretar los propios sentimientos.
  • Se producen nuevas relaciones o hábitos estrictamente relacionados con la adicción, lo que aumenta el deseo de consumir o de llevar a cabo determinadas conductas. Además, si no se logra alcanzar aquello que es necesario para alimentar esa adicción, se pueden manifestar estados de ansiedad y estrés.

20 señales de alerta

  1. Su comportamiento y/o carácter ha cambiado.
  2. Ha disminuido su rendimiento escolar o laboral.
  3. Gasta mucho dinero y constantemente pide prestado.
  4. Maneja o tiene boquillas, pipas y jeringas.
  5. Sufre de insomnio y en el día está somnoliento o atontado.
  6. Está eufórico sin razón alguna.
  7. Usa en exceso chicles y pastillas.
  8. En todo momento usa lentes obscuros, aún en lugares cerrados.
  9. Tiene congestión de ojos, nariz y garganta.
  10. Ha cambiado a su grupo de amigos.
  11. No tiene claras sus prioridades e intereses.
  12. Su rutina ha cambiado.
  13. Tiene dificultad para caminar y parece desorientado.
  14. Se ha aislado o quiere estar solo gran parte del día.
  15. Habla mucho y muy lento.
  16. Ha descuidado su forma de vestir y su higiene.
  17. Roba dinero u objetos, comienzan a desaparecer cosas de valor en casa.
  18. Tiene náuseas.
  19. Ante situaciones, le dan crisis de miedo o temor.
  20. Tiene cápsulas, tabletas o pastillas que no fueron indicados por el médico.

Ya revisaste las señales de alerta y te diste cuenta que la persona cercana a ti presenta la mayoría, ¿ahora qué sigue? ¿Qué debes hacer?

Para la prevención, tratamiento y control de las adicciones; la prevención se refiere a un “conjunto de acciones dirigidas a identificar, evitar, reducir, regular o eliminar el consumo no terapéutico de sustancias psicoactivas, como riesgo sanitario, así como sus consecuencias físicas, psíquicas, económicas, familiares y sociales”.

Tips de protección

  1. Ayúdale a tener un estilo de vida saludable que incluya actividades deportivas.
  2. Permite y propicia que exprese sus sentimientos y emociones.
  3. Mantén una comunicación asertiva con la persona.
  4. Consulta con especialistas o instituciones que atiendan el tema de las adicciones, los efectos y consecuencias en la salud tanto a corto como a largo plazo.
  5. Fomenta valores como la honestidad, solidaridad y respeto.
  6. Aprende el valor e importancia de decir “NO” cuando te encuentres en situaciones en las cuales no te sientas cómodo.

Una adicción es un problema que afecta a la salud mental y física de la persona adicta; afecta a todo el sistema familiar; dificulta el desarrollo de actividades educativas y laborales; puede llegar a producir problemas legales en algunos casos, por ejemplo bajo el efecto del consumo de drogas, o para conseguir comprarlas.

Si tienes dudas o piensas que alguien de tu entorno puede tener un problema con estas características y que está siendo perjudicial para su salud y la de los que le rodean, no dudes en buscar ayuda profesional o bien, acércate a instituciones especializadas en el tratamiento con la finalidad de aclarar inquietudes y orientar de la mejor forma la forma de actuar ante esta situación.


Fuente: Compilador


martes, 5 de mayo de 2020

Depresión Masculina

La depresión masculina es una enfermedad grave, pero muchos hombres intentan ignorarla o no quieren recibir tratamiento. Infórmate sobre los signos y síntomas, y sobre qué hacer.

La depresión puede afectar a hombres y mujeres de manera diferente. Cuando la depresión ocurre en los hombres, puede estar enmascarada por un comportamiento poco saludable para sobrellevar la situación. Por varias razones, la depresión masculina a menudo no se diagnostica y puede tener consecuencias devastadoras cuando no se trata. Pero la depresión masculina generalmente mejora con el tratamiento.

Señales y síntomas de la depresión masculina

¿Te sientes irritable, aislado o retraído? ¿Te encuentras trabajando todo el tiempo? ¿Bebes demasiado? Las señales y síntomas de la depresión pueden ser diferentes en hombres y en mujeres. Los hombres también tienden a usar diferentes habilidades de afrontamiento (tanto saludable como no saludable) que las mujeres, pero no está claro por qué los hombres y las mujeres pueden experimentar la depresión de manera diferente. Probablemente involucra una serie de factores, que incluyen la química cerebral, las hormonas y las experiencias de vida.

Al igual que las mujeres con depresión, los hombres con depresión pueden hacer lo siguiente:

  • Sentirse triste, desesperado o vacío
  • Sentirse extremadamente cansado
  • Tener dificultad para dormir o dormir demasiado
  • No obtener placer de las actividades que normalmente se disfruta

Otros comportamientos en los hombres que podrían ser señales de depresión, pero que no se reconocen como tales, incluyen:

  • Comportamiento de escape, como pasar mucho tiempo en el trabajo o en deportes
  • Síntomas físicos, como dolores de cabeza, problemas digestivos y dolor
  • Problemas con el uso de alcohol o drogas
  • Comportamiento controlador, violento o abusivo
  • Irritabilidad o ira inapropiada
  • Comportamiento riesgoso, como conducir imprudentemente

Debido a que estos comportamientos podrían ser señales de o podrían solaparse con otros problemas de salud mental, o podrían estar asociados con enfermedades, la ayuda profesional es la clave para un diagnóstico preciso y un tratamiento apropiado.

En resumen ¿Cuáles son los signos y síntomas de la depresión en los hombres?

  1. Los síntomas varían de un hombre a otro, pero algunos síntomas comunes de depresión incluyen:
  2. Ira, irritabilidad o agresividad
  3. Sentimientos de ansiedad, inquietud o de “estar al borde del abismo”
  4. Pérdida de interés en el trabajo, la familia o actividades que antes resultaban placenteras
  5. Problemas con la libido o deseo sexual y con el rendimiento sexual
  6. Sentimientos de tristeza, "vacío" o de falta de esperanza.
  7. Dificultad para concentrarse o recordar detalles
  8. Fatiga, falta de sueño o demasiado sueño
  9. Comer demasiado o no querer comer nada
  10. Pensamientos suicidas o intentos de suicidio
  11. Dolores o malestares físicos, dolores de cabeza, retortijones en el estómago (cólicos) o problemas digestivos
  12. Incapacidad para cumplir con las responsabilidades del trabajo, el cuidado de la familia, u otras actividades importantes
  13. Participación en actividades de alto riesgo
  14. Necesidad de consumir alcohol o drogas
  15. Aislarse o alejarse de la familia y amigos

No todos los hombres que están deprimidos tienen todos los síntomas. Algunos hombres tienen solamente algunos síntomas mientras que otros pueden tener muchos.

¿Qué causa la depresión en los hombres?

 La depresión es uno de los trastornos mentales más frecuentes en los Estados Unidos. La investigación actual sugiere que la depresión es causada por una combinación de factores de riesgo que incluyen:

  1. Los factores genéticos: los hombres que tienen antecedentes familiares de depresión pueden ser más propensos a desarrollar la enfermedad que aquellos cuyos familiares no tienen depresión.
  2. El estrés ambiental: los problemas financieros, la pérdida de un ser querido, una relación difícil, cambios importantes en la vida, problemas laborales o una situación estresante pueden desencadenar la depresión en algunos hombres.
  3. Las enfermedades: La depresión puede ocurrir con otras enfermedades médicas graves, como la diabetes, el cáncer, las enfermedades del corazón o la enfermedad de Parkinson. La depresión puede empeorar estas enfermedades y viceversa. A veces, los medicamentos que se toman para tratar estas enfermedades pueden causar efectos secundarios que desencadenan o empeoran la depresión.

¿Cómo se trata la depresión?

Los hombres a menudo evitan enfrentar sus sentimientos. En muchos casos, los amigos y familiares son los primeros en reconocer que ellos están deprimidos. Es importante que los amigos y la familia apoyen y alienten a su ser querido a visitar a un médico o profesional de la salud mental para una evaluación. Un profesional de la salud puede hacer un examen médico o pruebas de laboratorio para descartar otros problemas médicos que pueden tener síntomas parecidos a los de la depresión. También puede saber si ciertos medicamentos están causando la depresión.

El médico debe tener la historia clínica completa de los síntomas, como cuándo empezaron, cuánto tiempo han durado, si están muy graves, si han ocurrido antes y, si es así, cómo fueron tratados. Es importante que los hombres que buscan ayuda sean abiertos y honestos sobre cualquier intento de "automedicarse" con alcohol o medicamentos de venta libre, juegos de azar o actividades de alto riesgo. Una historia clínica completa debe incluir información sobre cualquier historia familiar de depresión o de otros trastornos mentales.

Una vez diagnosticada, la depresión se suele tratar con medicamentos o psicoterapia, (ambos enlaces en inglés) o una combinación de las dos cosas. El enfoque cada vez más popular de "intervención integral de la atención o “atención colaborativa" combina la atención a la salud física y a la conductual. La atención colaborativa involucra un equipo de proveedores de atención médica y administradores, incluyendo un médico de atención primaria y especialistas.

Nota: La depresión masculina a menudo no se diagnostica

A menudo no se diagnostica la depresión en los hombres por varias razones, entre ellas:

  1. Falta de reconocimiento de la depresión. Tal vez pienses que sentirse triste o emocional es siempre el síntoma principal de la depresión. Pero para muchos hombres, ese no es el síntoma principal. Por ejemplo, los dolores de cabeza, los problemas digestivos, el cansancio, la irritabilidad o el dolor a largo plazo a veces pueden indicar depresión. También lo puede ser sentirse aislado y buscar distracción para evitar enfrentar sentimientos o relaciones.
  2. Minimizar los signos y síntomas. Es posible que no reconozcas cuánto te afectan tus síntomas o que no quieras admitir que estás deprimido, ni a ti mismo, ni a nadie más. Pero ignorar, suprimir o enmascarar la depresión con un comportamiento poco saludable solamente empeorará las emociones negativas.
  3. Negarse a hablar de los síntomas de la depresión. Es posible que no estés abierto a hablar de tus sentimientos con familiares o amigos, y mucho menos con un médico o un profesional de la salud mental. Como muchos hombres, puedes haber aprendido a enfatizar el autocontrol. Es posible que pienses que no es varonil expresar emociones y sentimientos asociados a la depresión y que trates de suprimirlos.
  4. Resistirse al tratamiento de salud mental. Incluso si sospechas que tienes depresión, puedes evitar el diagnóstico o rechazar el tratamiento. Puedes evitar recibir ayuda porque te preocupa que el estigma de la depresión pueda dañar tu carrera o hacer que tu familia y tus amigos pierdan el respeto por ti.

Depresión masculina y suicidio

Aunque las mujeres intentan suicidarse con más frecuencia que los hombres, los hombres tienen más probabilidades de suicidarse. Eso es porque los hombres:

  • Usan métodos que tienen más probabilidad de causar la muerte, como las armas de fuego.
  • Pueden actuar más impulsivamente ante pensamientos suicidas.
  • Muestran menos señales de advertencia, como hablar sobre el suicidio.

Si tienes pensamientos suicidas:

  • Si crees que puedes llegar a lastimarte o intentar suicidarte, pide ayuda sin demora. Si tienes pensamientos suicidas, pero no estás pensando en hacerte daño a ti mismo en lo inmediato, pide ayuda:
  • Acércate a un amigo cercano o un ser querido, aunque sea difícil hablar sobre tus sentimientos.
  • Ponte en contacto con un pastor, un líder espiritual u otra persona de tu comunidad religiosa.
  • Considera sumarte a un grupo de salud para hombres que se ocupe de la depresión.
  • Llama a la línea directa del centro de asistencia al suicida.
  • Pide una consulta con tu médico, otro proveedor de atención primaria o un profesional de salud mental.

Obtén ayuda cuando la necesites

Pedir ayuda puede ser difícil para los hombres. Pero sin tratamiento, es poco probable que la depresión desaparezca y puede empeorar. La depresión no tratada puede hacer que tú y las personas cercanas a ti se sientan miserables. Puede causar problemas en todos los aspectos de tu vida, incluso tu salud, carrera, relaciones y seguridad personal. La depresión, incluso si es grave, por lo general mejora con medicamentos o asesoramiento psicológico (psicoterapia) o ambos. Si tú o alguien cercano a ti piensan que puedes estar deprimido, habla con tu médico o con un profesional de la salud mental. Es una señal de fortaleza pedir consejo o buscar ayuda cuando la necesitas.

Depresión masculina y habilidades de afrontamiento

El tratamiento con un profesional de la salud mental, como la psicoterapia, puede ayudarte a aprender habilidades de afrontamiento saludables. Estos pueden incluir lo siguiente:

  • Metas. Establece metas realistas y prioriza las tareas.
  • Apoyo. Busca el apoyo emocional de tu pareja, familia o amigos. Aprende estrategias para construir vínculos sociales y poder participar en actividades sociales.
  • Afrontamiento. Aprende maneras de manejar el estrés, como a través de la meditación y la conciencia plena, y desarrolla habilidades para resolver problemas.
  • Decisiones. Posterga tomar decisiones importantes, como cambiar de trabajo, hasta que los síntomas de la depresión mejoren.
  • Actividades. Participa en actividades que normalmente disfrutas, como juegos de pelota, pesca o un pasatiempo.
  • Salud. Trata de respetar un horario fijo y hacer elecciones saludables para tu estilo de vida, como llevar una alimentación saludable y hacer actividad física periódica, para promover una mejor salud mental.

Psicoterapia

Hay varios tipos de psicoterapia o "terapia de diálogo" que pueden ayudar a tratar la depresión. Algunas formas de psicoterapia pueden ser tan eficaces como los medicamentos para tratar ciertos tipos de depresión. La psicoterapia ayuda al enseñar nuevas formas de pensar y comportarse, y a cambiar los hábitos que pueden estar contribuyendo a la depresión. La psicoterapia también puede ayudar a los hombres a entender y resolver situaciones o relaciones difíciles que pueden estar causando su depresión o empeorándola.

La terapia cognitivo-conductual, la terapia interpersonal y la terapia de resolución de problemas son ejemplos de terapias de diálogo basadas ​​en la evidencia que se usan para tratar la depresión.

El tratamiento para la depresión debe ser personalizado. Algunos hombres, pueden tratar primero la psicoterapia y añadir antidepresivos más tarde si los necesitan. Otros podrían comenzar el tratamiento con tanto medicamentos como psicoterapia

Existen muchos tratamientos efectivos para la depresión. Por lo tanto, no trates de combatir la depresión masculina tú solo; las consecuencias podrían ser devastadoras.


jueves, 30 de abril de 2020

10 Herramientas para la Ansiedad

La ansiedad también puede manifestarse como un mecanismo de defensa del cuerpo para estar alerta frente a amenazas externas; pero es importante mantener la calma y el autocontrol.

Las manifestaciones sintomatológicas de la ansiedad son muy variadas y dependen de factores personales, es decir, no todas las personas tienen los mismos síntomas, ni en la misma intensidad en todos los casos. Cada persona, según su predisposición biológica y/ o psicológica, se muestra más vulnerable o susceptible a unos u otros síntomas.

Me gustaría compartir contigo 
10 herramientas para lidiar y resolver la ansiedad en estos momentos:

1. Practica la respiración profunda, pausada y consciente

Cuenta hasta 4 mientras el aire llena tus pulmones y cuenta hasta 4 mientras sacas el aire. Haz series de 3 respiraciones (en la última respiración retén el aire por 3 segundos antes de exhalar).

2. Habla sobre lo sucedido

No calles tu dolor. Expresa tus preocupaciones y miedos. Pinta, canta, baila, escribe tu dolor.

3. Vuelve a tu rutina

Vuelve a tu rutina de siempre porque te aporta seguridad o crea una nueva y apégate a ella; sé disciplinada/o (necesitas sentir que hay áreas estables en tu vida).

4. Descansa

Duerme cuando te sientas cansada/o), hidrátate, lleva una dieta adecuada y haz ejercicio. Sé constante, inclúyelo en tu rutina diaria. Trata bien a tu cuerpo para que se recupere pronto.

5. Prepara un protocolo de seguridad

Identifica los puntos estratégicos protegidos en caso de emergencia, conversa con las personas que viven contigo sobre lo que hay que hacer y qué pasos seguir en caso de emergencia.

6. Maleta de emergencia

Prepara y ten a la mano una maleta de emergencia (que incluya lámpara de pilas, pilas, manta ligera, barras energéticas / chocolate, botellas de agua, duplicado de las llaves de tu casa y auto, radio de pilas, bolsas plásticas, cerillos y velas, documentos personales de los miembros de la familia y casa, una muda de ropa abrigadora, alcohol sanitizante, un botiquín básico de primeros auxilios).

7. Tus contactos

Actualiza y ten en un lugar seguro la información de tus contactos de emergencia, así podrás localizar fácilmente a tus seres queridos y personas importantes.

8. Deja las sustancias estimulantes

Evita consumir drogas y abusar de sustancias que produzcan estados alterados de consciencia. El exceso de café o de cigarrillos puede alterarte mucho.

9. Abraza a tus seres queridos

¡Abraza! Hazlo durante 14 segundos, panza con panza, mientras respiras profundamente y de preferencia en silencio.

10. Aprende a meditar

Medita diariamente; de ser posible una vez por la mañana y otra por la noche, antes de dormir. Actualmente hay apps que te ayudan a meditar de forma guiada y sencilla, todas disponibles en celulares y muchas gratuitas.

Sentir ansiedad en momentos de crisis personal o de problemas en el entorno es una manera de ajuste del cuerpo para procesar la amenaza percibida y mantenerse a salvo. No creas que haya algo mal en ti, acéptalo como parte de la resolución natural a una situación que se salió de control en su momento y ayuda a tu mente, cuerpo y emociones para no extender el proceso más tiempo del necesario con las herramientas mencionadas en este artículo.

Por supuesto, si consideras que tus reacciones son muy intensas, están fuera de control o se han extendido por más tiempo del razonable, pide ayuda, acude a un profesional de la salud emocional experto en el tema.


martes, 28 de abril de 2020

Síndrome de la Mujer Maltratada

El síndrome de la mujer maltratada está referido a un serio trastorno de carácter patológico de sumisión, que presentan algunas mujeres que son o han sido víctimas de algún tipo violencia de género continuado.

En este tipo de patología, la víctima llega a acostumbrarse a la relación abusiva e intenta  ocultarlo; muchas veces debido al terror que ha creado en ella el maltratador.

La sintomatología que presenta una mujer con el Síndrome de la mujer maltratada, tiende mucho a asociarse con la que presenta una persona con trastorno de estrés postraumático; pero en el fondo hay marcadas diferencias que deben conocerse a cabalidad para no caer en errores de interpretación. En este tipo de situación, la víctima de maltrato atraviesa por un largo proceso de agresiones de distintos tipos; que lamentablemente, de no tomarse las medidas inmediatas necesarias, puede concluir con el deceso de la persona a manos de su maltratador.

Síntomas que presenta la víctima de maltrato

Las mujeres que son víctimas de maltrato suelen presentar las siguientes características:

  • Tienen muy baja autoestima
  • El maltratador denigra tanto de la víctima, que le llega a convencer de que su valor como persona es nulo y por eso, estas víctimas llegan a considerarse fracasadas, predominando en ellas la baja autoestima y la creencias de no merecer más que lo que recibe.
  •  Padecen de tristeza crónica
  • Su semblante refleja un hondo abatimiento, producto de soportar horas de angustia y depresión; acompañados de una sensación de impotencia e insomnio.Por esta razón, su equilibrio emocional se ve extremadamente resentido por lo que puede llegar a presentar cuadros de depresión y ansiedad.

Tratamiento 

Por lo general, se hace necesario que la mujer pase por un período de concientización y que tome la decisión de terminar de salir de una buena vez de la relación violenta:

1. Pedir ayuda psicológica

Si se presenta algún tipo de dificultad para dar este gran pasó, debe considerar solicitar apoyo  terapéutico hasta que se sienta en condiciones de tomar una decisión definitiva por su propia cuenta. Una vez tomada la decisión, el apoyo terapéutico debe centrarse en la evaluación de las secuelas emocionales concretas que ha dejado la situación de maltrato vivida por la víctima; para establecer el tratamiento más acorde.

2. Asistencia informativa

La víctima debe recabar toda la información que pueda obtener referida a la violencia de género, cuáles son sus causas, como se origina, cuales son los mitos que la rodea, etc. Estar informada le permitirá conocer su condición y entender el por qué actúa como lo hace y tolera el maltrato.

3. Tratamiento médico / farmacológico

Debe tener como finalidad controlar los estados de ansiedad, en las diferentes formas en que esta se manifieste, ya sea a manera de insomnio, de agorafobia, de eventuales crisis de pánico, etc. Este tipo de tratamiento debe estar bajo cuidado médico y previsto por el especialista.

4. Redescubrirse

Debe fomentarse la autonomía, a través de un cambio radical de la opinión que tienen sobre sí mismas y una reinserción a nivel social, económico, familiar y laboral. Es necesario abrir su mente y espacio físico para generar el cambio necesario en sus pensamientos.


 

 

Fuente: Menteasombrosa.com


miércoles, 22 de abril de 2020

Qué decirle a Alguien que está Deprimido

Cuando alguien dice que está deprimido

No hay una manera perfecta de responder cuando alguien te habla de algo como la depresión. Con tan solo escuchar sin juzgar puedes ayudarlos a sentirse comprendidos y apoyados. También hay cosas simples que puedes decir para hacerles saber que te importan y quieres ayudarlos.

Encuentra qué decir

“No estás solo en esto. Quizá no comprendo con exactitud cómo te sientes, pero me preocupo por ti y quiero ayudarte”. Pedir ayuda no es un signo de debilidad, sino de fortaleza. ¿Has hablado con tu doctor sobre esto?” “Estoy aquí para lo que necesites. Cuando quieras conversar, te escucharé; llámame o envíame un texto”. “La depresión es un problema de salud real y tratable. ¿Qué necesitas para hablar con un doctor o un terapeuta sobre cómo te sientes?” “¿Qué puedo hacer para apoyarte?”

Cómo preguntar: ¿Estás bien?

Si piensas que alguien está deprimido, háblales sobre ello. Los latinos no estamos acostumbrados a hablar sobre la depresión, así que puede ser un poco incómodo al principio, pero puede marcar la diferencia; especialmente si la persona tiene miedo o vergüenza de pedir ayuda. Solo con acercarte y ofrecer tu apoyo puedes enviar un mensaje a esa persona de que no está sola.

Encuentra qué decir

“He observado que has estado _____. ¿Hay algo de lo que quisieras hablar?” “Últimamente he sentido que estás pasando momentos difíciles y estoy preocupado por ti. ¿Pasa algo?” “Parece que estás pasando un momento difícil. ¿Podemos conversar sobre lo que te está molestando? Quizás puedo ayudarte”. “Pareces estar con el ánimo bajo últimamente y me pregunto si podrías estar deprimido”. “Me preocupo por ti y parece que realmente estás pasando un mal momento. ¿Quisieras hablar con un doctor o un terapeuta sobre lo que te está sucediendo?”

Lo qué no debes decir

Hablar sobre la depresión puede ser difícil, aunque tengas las mejores intenciones. Ciertas cosas que suenan útiles en realidad no ayudan; de hecho, podrían hacerle sentir a la persona que no estás tomando sus problemas en serio.

Frases que debes evitar

“Dale tiempo. Ya pasará”.

¿Por qué? Porque eso no ayuda y no es cierto. Lo más probable es que se hayan estado sintiendo de esta manera por algún tiempo y no hayan mejorado; y es por eso que están pidiendo apoyo.

“No seas negativo. Piensa en cosas alegres”.

¿Por qué? Porque si fuera así de simple, la depresión no existiría. Esto implica que la depresión es una elección, lo cual es falso. No puedes simplemente desear que desaparezca.

“Sé exactamente cómo te sientes”.

¿Por qué? Porque nadie sabe exactamente cómo se siente otra persona. Esta no es una manera útil de hacer que alguien se sienta comprendido cuando su depresión se ha vuelto abrumadora.

“Todos nos deprimimos alguna vez”.

¿Por qué? Porque suena arrogante y no es verdad. Todo el mundo se entristece de vez en cuando o tiene un mal día. Pero no todos se deprimen.

“No tienes motivos para estar deprimido”.

¿Por qué? Porque puede hacer que la persona se sienta culpable, avergonzada o que se sienta como que sus sentimientos no importan. No tiene que haber una razón específica, así no funciona la depresión.


Red


lunes, 20 de abril de 2020

Cómo Detectar a un Manipulador Emocional

Los manipuladores emocionales suelen ser como lobos con piel de cordero. Utilizan estrategias de chantaje emocional con las que consiguen poner a los demás a su disposición.

Les caracteriza una baja tolerancia a  la frustración. Cada vez que  experimentan situaciones que consideran que les frustran o ponen en entredicho su posición o poder reaccionan con rabia, se ponen alerta y atacan desde la intolerancia, la crítica destructiva o incluso la agresividad física y verbal si se sienten amenazados.

Nunca tendrá suficiente: El manipulador siempre pide, y exprime sin límite.  El manipulador satisface su propio ego a través de la manipulación de su víctima, sentir que tiene al otro a su disposición o doblegarlo  le hace sentir poderoso. Utiliza a los demás para lograr sus fines cada vez que puede, a menos que la persona ponga fin a esa explotación. Un manipulador no suele dejar libre a sus presas, sino que intenta exprimirlas al máximo pidiendo sacrificios cada vez mayores.

Estrategias del Manipulador

Hay muchas formas de manipular a los demás, puede ser mediante una estrategia agresiva, bien sea activa o pasiva, o también de una forma más sutil. La manipulación más auténtica es aquella que se hace sin que se note, cuando se consigue motivar a la otra persona para que se comporte de la forma que al manipulador interesa, saliendo de ella misma. La agresividad entra más dentro del terreno del chantaje emocional.

  1. Agresión pasiva: chantaje emocional, victimismo. Suelen asumir un papel de víctima, y sus comportamientos van encaminados a generar culpa en la otra parte. Algunas de las formas más usuales de culpabilización son las siguientes:
  2. Culpar de forma directa: “Por tu culpa me siento así”.
  3. Culpar a terceras personas. Pero utilizan un mecanismo por el cual el receptor del mensaje analiza su comportamiento y “descubre” que en algún momento él también hizo algo parecido, así que acaba sintiéndose mal.
  4. Señalan a los demás como responsables de su infelicidad futura. Si no haces algo (que normalmente suele ir en contra de los propios deseos, principios, obligaciones o valores ) se va a incrementar el grado de sufrimiento en la vida del manipulador, y tú serás el único culpable. «Si no me ayudas con esto no conseguiré entregarlo a tiempo y me despedirán..», «Si me quisieras harías tal o cual cosa»
  5. Resaltan lo mucho que se sacrifican por el otro. Suelen tener una agenda escondida donde anotan todo lo que han hecho por ti y por los demás y en cuanto se plantea la ocasión te lo recuerdan. “Parece mentira que te quejes de que no te llamé por tu cumpleaños  cuando llevo toda la semana sacrificándome por ti «, «Es increíble que me pidas que te ayude con esto, cuando sabes que he estado cuidando a nuestro hijo enfermo todo el día «
  6. Ignorar. Es una forma muy cruel de maltrato psíquico a pesar de su carácter pasivo. Si no te dirige la palabra ni la mirada una persona a la que quieres, o con la que tienes un cierto tipo de relación suele sentirse un profundo malestar. Los seres humanos somos muy sensibles al rechazo y una expresión directa nos revuelve por dentro. Se repliegan en sí mismos por completo y ni siquiera te miran, mientras se muestran incluso más amables con el resto de las personas, te dicen lo imprescindible o menos aún que eso, y si intentas conversar con ellos y aclarar lo que ha sucedido o exponer tu punto de vista te responden, si tienen a bien hacerlo, «déjame en paz», si nos enfadamos paradójicamente adoptan el papel de víctimas ofendiéndose por nuestro enfado.
  7. Victimismo: Para estas personas, los demás siempre tienen la culpa, a ellos siempre les pasa lo peor y se aprovechan de ellos, se describen como pobres víctimas humilladas y maltratadas. Con este discurso, despiertan tu sentimiento de culpa y te manipulan.
  8. Agresión activa: maltrato, acoso moral. El arma fundamental de los agresores activos es la violencia física o verbal. Gritan, culpabilizan, culpan siempre a los demás, y amenazan, aunque en contadas ocasiones cumplen su aviso. Se sirven siempre de amenazas y  enfados. Cuando uno está con ellos siente miedo.
  9. La Crítica destructiva: Cuando alguien que nos importa realiza una crítica negativa, podemos tender a pensar que puede ser cierto, y que somos unos miserables, unos aprovechados, o unos incompetentes. De esta forma, también se induce culpa.
  10. Hacer juicios sobre tu valía de forma inespecífica. Es una crítica directa, en la que pueden emitir un mensaje del tipo «me has defraudado» pero sin decirte por qué.
  11. Atribuir una etiqueta negativa. Algunos ejemplos típicos son «estás loca y no hay quien te entienda»,  «eres un machista», «Eres un egoísta»

Tipos de Manipuladores

A veces un manipulador puede utilizar varios de estos estilos en diferentes momentos:

  1. La víctima. Se trata de un tipo de chantaje emocional bastante común en el que el manipulador asume el papel de víctima y te adjudica el rol del verdugo. Para estas personas los demás siempre tienen la culpa, ellos son pobres víctimas por ser demasiado buenos. Con este discurso despiertan la culpa en el otro.
  2. El dependiente. Este manipulador se coloca una máscara de persona débil que necesita ayuda y depende de los demás. Sin embargo, detrás de esa apariencia de cordero realmente se esconde un lobo que manipula  los sentimientos haciéndote sentir responsable. Como si su felicidad dependiese completamente de tí y de cómo te comportes con él.
  3. El agresivo.  En este caso la estrategia de manipulación es  la agresión activa: se encargan de demostrarte que son los más fuertes, de tal forma que tu personalidad se diluye pues consiguen que acabes cediendo para evitar las peleas.
  4. El interpretador. Son maquiavélicos y pasivo-agresivos. Al principio parece estar de tu parte, pero utilizará continuamente tus palabras contra ti. Son expertos en manipular la información y ponerla a su favor, suelen encontrar y atribuir intenciones ocultas en los mensajes y actos, así generan un sentimiento de culpa por algo que nunca has dicho o hecho.
  5. El sarcástico. Son agresivos pero de forma indirecta, con comentarios sarcásticos, las críticas veladas y las humillaciones. De esta forma demuestran su superioridad, te denigran y logran manipularte a su antojo.
  6. El proyector. Son orgullosos, sólo ellos son perfectos y los demás son ignorantes o llenos de defectos. Cada vez que tienen oportunidad te hacen notar que te has equivocado o que no has cumplido con sus «parámetros de calidad», generando así una gran inseguridad y falta de confianza. (Mientras ellos alimentan su ego.)

¿Cómo enfrentarse a un Manipulador emocional?

¿Sospechas que estás siendo víctima de manipulación emocional? Pregúntate:

  • ¿Me siento culpable y/o inferior?
  • ¿Me he dejado a un lado a mí mismo en esta relación?
  • ¿Me siento tratado con respeto?
  • ¿Siento que tienen en cuenta mis necesidades e intereses?
  • ¿Las expectativas y demandas de esta persona son razonables?
  • ¿Se trata de una relación equilibrada en la que los dos dan y reciben, o en la que sólo uno da y el otro no entrega nada o muy poco a cambio?
  • ¿Me siento bien conmigo mismo en esta relación?
  • Me siento «Yo mismo» en esta relación? ¿o estoy incómodo, pretendiendo hacer lo que se espera de mí?

* El cómo te sientas te dará pistas sobre el tipo de relación y su equilibrio.

El primer paso para hacerle frente a un manipulador es ser consciente de que tus derechos están siendo violados y re-equilibrar la balanza. Defender tus derechos de manera firme pero sin hacer daño a los demás.

Recuerda que:

  • Tienes derecho a ser tratado con respeto y dignidad
  • Tienes derecho de expresar tus opiniones, sentimientos  y deseos.
  • Tienes derecho a establecer tus propias prioridades.
  • Tienes derecho a decir «no» sin sentirte culpable.
  • Tienes derecho a protegerte ante amenazas físicas, mentales o emocionales.

Frente a un manipulador, es inútil en estos casos intentar cambiar a la otra persona, o desgastarte para hacer que entre en razón: eres tú quien tendrás que cambiar forma de comunicarte con el manipulador, detectar sus trampas y no entrar en ellas. Es importante desarrollar tu asertividad y poner límites. Aprender a decir que no y a no anteponer las necesidades de otros a las tuyas.

Ante los intentos de manipulación puedes  intentar aclarar sus intenciones utilizando la técnica de la pregunta asertiva, Por ejemplo:

  • Según tú, ¿Qué tendría que responder?
  • ¿Me lo estás pidiendo o solo me lo estás comentando?
  • ¿Puedes aclararme un poco mejor por qué crees esto?

Puedes utilizar diferentes técnicas para afrontar discusiones con los manipuladores: en éste artículo puedes ampliar información al respecto.

Para enfrentarte al manipulador tus herramientas pueden ser:

  • Recordar tus derechos y fortalecer tu autoconfianza.
  • Técnicas de comunicación asertiva.
  • Poner límites y mantenerte firme.

Si los intentos de comunicación asertiva y poner límites no funcionan, es probable que incluso debas alejarte definitivamente de esa persona, y  ayudarle a que busque ayuda profesional.


Fuente: Psicología Estratégica