sábado, 9 de junio de 2012

Se te sube el Muerto: Parálisis del sueño

La parálisis del sueño es una incapacidad transitoria para realizar cualquier tipo de movimiento voluntario que tiene lugar durante el periodo de transición entre el estado de sueño y el de vigilia. Puede ocurrir en el momento de comenzar a dormir o en el de despertarse y suele acompañarse de una sensación de gran angustia. Su duración suele ser corta, generalmente entre uno y tres minutos, tras los cuales la parálisis cede espontáneamente. Durante el episodio, la persona está totalmente consciente, pero es incapaz de moverse o hablar, lo que puede provocar gran ansiedad. Sin embargo, no existe ningún peligro para la vida, pues los músculos respiratorios siguen funcionando automáticamente.
La parálisis del sueño es una condición muscular producida por la falta de vigor que presenta el cuerpo al dormir y se observa principalmente en la fase del sueño previa a despertar, llamada MOR (movimientos oculares rápidos). Si la parálisis del sueño se produce en la fase de adormecimiento, se denomina forma predormicional o hipnagógica, y si tiene lugar al despertar, es la forma posdormicional o hipnopómpica. La mayor parte de las personas afectadas presentan únicamente episodios aislados a lo largo de su vida, sin embargo el trastorno puede tener lugar de forma repetida y asociarse a otros síntomas, como crisis de sueño a lo largo del día y perdidas bruscas del tono muscular (cataplexia). En este caso la parálisis del sueño es considerado uno de los síntomas de la enfermedad denominada narcolepsia.

“Ésta es la fase donde soñamos y captamos gran cantidad de información de nuestro entorno, debido a la alta actividad cerebral; aparentemente en la parálisis del sueño el cerebro está despierto, pero el cuerpo continúa dormido",

Incluso llamado viaje Astral desde el punto de vista de la metafísica, La segunda explicación es la clásica del muerto. Podría explicarse diciendo que hay seres que se quedan entre el mundo de los vivos y de los muertos, por aquí, en donde nosotros vivimos. Y de verdad hay alguien que se te sube, no por espantarte ni por hacerte la mala obra, sino por decirte algo o dejarte algún mensaje. Claro que como nosotros no estamos para mensajitos del más allá, pues nos espantamos y lo que queremos es movernos y que se nos baje el espectro, jajaja sinceramente esta aun creencia esta vigente por eso en hacer este blog.

Soñar es un hecho curioso. Cuando soñamos nos imaginamos a nosotros mismos en distintas situaciones de lo más variado. Nos vemos caminando por la casa, hablando con amigos, conduciendo a gran velocidad… Y lo más sorprendente de todo, tenemos una completa y profunda sensación de que lo que nos está sucediendo es real en ese momento. Casi nunca, o muy rara vez, en nuestros sueños percibimos que es realmente un sueño. Por eso las pesadillas hacen que nos asustemos. Si no lo creyésemos como real, simplemente tendríamos que pensar que es una pesadilla y todo el miedo del sueño desaparecería al instante, pero esto no sucede. Hace unas noches, por ejemplo, soñé que me perseguían para matarme. Yo corría y corría y recuerdo que en el sueño lo pasaba francamente mal. Si me hubiese dado cuenta de que era un sueño, simplemente me podría haber quedado quieto, porque no iba a morir realmente.

Efectivamente, solemos ver los sueños como algo totalmente real. Sin embargo y a pesar de tener la certeza de que es una situación real, el cuerpo no se mueve. Está quieto plácidamente sobre el colchón y bajo el calor que dan las sábanas. Si soñamos que tenemos un accidente en el coche, por ejemplo, la reacción del cuerpo ante este sueño no es cruzar los brazos delante de la cara o botar de un sitio a otro de la cama, o ponerse a chillar.

¿Se imaginan lo que pasaría si el cerebro no enviase órdenes a los músculos para que no se moviesen cuando estamos dormidos? Algunos de ustedes, si son sonámbulos o conocen a alguno, ya tienen la respuesta. Efectivamente: si el cerebro no mandase órdenes de inmovilidad al cuerpo: caminaríamos, abriríamos puertas, bajaríamos escaleras, nos pondríamos a comer, incluso seríamos capaces mantener conversaciones. Si hiciésemos esto siguiendo el contenido del sueño, probablemente pondríamos a nuestro cuerpo en un serio peligro. Bajar a la calle en plena madrugada estando dormido es fácil que ocasione un accidente de tráfico, ¿no creen?

Si embargo, a pesar de que nuestra mente cree fielmente que lo que ve y siente es verdad, envía a la vez instrucciones a nuestro cuerpo para que no reaccione, para que nuestro cuerpo no se mueva, o se mueva lo justo como para cambiar de postura durante la noche, respirar y mover los ojos. Se dice que los mensajes de movimiento que emite el cerebro durante ese período de sueño son: “Respira, mueve los ojos y el resto que se quede bien quietecito”. Si nos fijamos en una persona dormida y que seguramente esté soñando, los únicos movimientos que vemos suelen ser los de respiración y, si nos fijamos más, el movimiento de los ojos debajo de los párpados que es característico de una fase del sueño conocida como sueño REM.

Hay veces en las que tenemos tantas preocupaciones cuando nos acostamos que nuestra mente está inmersa en ellas. Así pues, el cerebro no puede empezar a enviar esos mensajes de relajación e inmovilidad al cuerpo ¿Cuál es el resultado? Pues que nos ponemos a dar vueltas y más vueltas en la cama y no conseguimos conciliar el sueño. Cuando estamos muy tranquilos y relajados la mente es capaz de empezar a enviar esos mensajes y enseguida nos dormimos y, aunque empecemos a soñar de inmediato, como así ocurre muchas veces, el cuerpo ya está recibiendo órdenes para no reaccionar con movimientos… y transcurre una noche normal.

Podemos percibir cómo el cuerpo va empezando a responder ante estos mensajes de inmovilidad si observamos nuestra frecuencia cardiaca, nuestra respiración o incluso nuestra temperatura corporal. Dado que los músculos no necesitan moverse mientras dormimos, tampoco necesitan mucho oxígeno, así que el ritmo de la respiración disminuye. El transporte del oxígeno puede ser más calmado así que el corazón va también más despacio. La temperatura del cuerpo suele bajar una o dos décimas y todo sucede más despacio. El cerebro está empezando a organizar todo para entrar en una plácida  noche de sueño reparador.

De vez en cuando,  ese proceso beneficioso de envío de mensajes de inmovilidad puede sufrir un desajuste que se considera totalmente normal. Así pues, puede o bien empezar un poco antes de conciliar plenamente el sueño, o bien alargarse unos minutos en el tiempo después de despertar, de tal forma que la persona note que está despierta, pero que siente todo su cuerpo inmóvil, dormido.Esta sensación de inmovilidad se extiende por las extremidades, el tronco y el cuello. La persona es consciente de donde está, de que está despierta, pero cuando intenta moverse o levantarse descubre que le resulta imposible. En algunas ocasiones los músculos del tórax están muy relajados y esto puede causar la sensación de que algo o alguien le está oprimiendo el pecho con fuerza.
Si la persona desconoce la realidad de este proceso suele atribuir esta sensación de inmovilidad, según la cultura, a aspectos diferentes. En las culturas occidentales las personas que experimentan una parálisis del sueño suelen atribuir esta sensación física, producida por un proceso natural del cerebro, a fantasmas, el demonio, espíritus o bien familiares muertos que quieren manifestarles algo.

En otras culturas se interpreta como saltos en el tiempo, dimensiones paralelas, que "se les sube un muerto encima".

Como vemos, la imaginación y fantasía del ser humano es grandiosa. Afortunadamente, la investigación científica le corta un poco las alas a esta fantasía para que no estemos continuamente inmersos en un miedo constante. Por ejemplo:

¿qué pasaría si al dormírsenos una pierna, suceso que a todos nos ha pasado alguna vez, creyésemos que es el demonio quien la ha paralizado?, ¿o qué pasaría si al ponérsenos la carne de gallina  pensásemos que es la muerte que está cerca?, ¿o qué pasaría si al tener hipo creyésemos que algún familiar muerto nos intenta decir algo a través del sonido del hipo? Quizá les haya causado cierta gracia, pero investigando un poco, podrán encontrar el origen de esa costumbre tan extendida como es el decir “¡Jesús!” cuando una persona estornuda. Descubrirán que en un pasado se tenía la total certeza de que cuando una persona estornudaba era porque se le estaba intentando meter el demonio en el cuerpo, y al decir ¡Jesús!” se lo espantábamos a la persona que había estornudado. Realmente todo esto es fantasía, y es la misma fantasía que el pensar que la parálisis del sueño es algo sobrenatural.

No vamos a negar en estas líneas que la parálisis del sueño es algo molesto. Sin embargo, la mayor parte de la molestia que nos ocasiona viene determinada por lo que nosotros creemos que causa esa situación. En otras palabras, si nos resulta tan insoportable pasar por ahí, es por el miedo que tenemos asociado a esa situación. Y si tenemos miedo asociado a esa situación es porque nos hemos creído una verdadera fantasía.

¿Qué es lo mejor que puede usted hacer entonces en el caso de darse cuenta de que tiene una parálisis del sueño? No se asuste ni se alarme. Piense que es una reacción corporal natural y limitada en el tiempo. Deje entonces que pase el tiempo. Afrontar esta situación con calma y con las siguientes recomendaciones: Cerrar los ojos o muévalos aumentando el contacto con al realidad,  sin esfuerzo, evitar la angustia, relajarse, modere su respiración, tratar de mover zonas del cuerpo poco a poco, empezando por los dedos de las manos y pies, ya que generalmente el episodio pasa sin contratiempo. Este tipo de perturbación se controla por medio de ansiolíticos o tranquilizantes, no obstante, es importante que un especialista valore el estado físico y psicológico del individuo antes de aplicar un tratamiento específico.

La reacción será la de todo el mundo que ha pasado y pasa por su situación: el cerebro disminuye paulatinamente las señales de inmovilidad y usted recupera el movimiento. Si no introduce un miedo fantasioso y sin fundamento, simplemente será un episodio tan normal.


En busca de la Felicidad

Probablemente muchos de ustedes se encuentren en  la búsqueda de la felicidad, días van, noches vienen y como que la felicidad se escapa de tu vida, pareciera que estuvieses navegando contra la corriente, que la felicidad se ha ido de tus manos. La felicidad no va a llegar a tu vida por lo que te pase o acontezca en tu exterior, sino que viene por lo que pasa internamente, dentro de ti. Es cuestión de elección.
Cada persona identifica el éxito y la felicidad con elementos muy diferentes. Mi experiencia diría que el éxito no va a venir anunciado ni en televisión ni en un escaparate, ni como sorpresa en un bonito paquete envuelto en papel de regalo. Desde mi punto de vista la persona más rica espiritualmente y que haga lo que le gusta es aquella que sabe cómo disfrutar de la felicidad, sin buscarla en elementos que están fuera de ella misma, ni que vendrán en un futuro.

Hay muchas personas que identifican la felicidad con el dinero. Cuanto más acumulen a lo largo de su vida, más felices se consideran. ¿Pero realmente es esto así? Yo creo que no. No estoy diciendo que el dinero sea algo negativo, ni que el hecho de tenerlo en grandes cantidades sea malo, pero no debemos basar nuestra felicidad en la acumulación del mismo. No tenemos que ver la idea de tener dinero como un todo.

Muchas veces esa ansiedad por acumular dinero, les lleva a centrarse única y exclusivamente en su vida profesional, dejando de lado la personal, lo que en muchos casos se añora años después, cuando ya se ha acumulado una gran cantidad de dinero pero no se posee nada más que eso: dinero. Acumularon dinero, fama, prestigio y poder, pero nada más.

Para lograr la felicidad hay que ser responsable de los actos de uno mismo, no sirve de nada poner excusas o evitar la responsabilidad. Hay que aprender a decirle sí a la vida, siempre habrá algo negativo pero en vez de concederle una importancia extra, hay que fijarse también en todas aquellas cosas positivas, todas aquellas cosas que ya hemos logrado, sin acomodarse pero tampoco viviendo en el futuro o en el pasado.

La actitud positiva ante la vida siempre ayuda, los cambios son posibilidades para las personas con éxito, no trampas o problemas que les pone la vida. Tenemos que desarrollar nuestras capacidades y para eso qué mejor que nuevas oportunidades, nuevos retos. Hay que saber aceptar y disfrutar de los nuevos desafíos.

Para obtener los mejores resultados posibles a esas nuevas posibilidades que se nos han presentado, debemos saber hacia dónde queremos dirigirnos. Hay que establecer unos objetivos muy claros que nos ayuden a alcanzar nuestra nueva meta y una vez alcanzada ponernos una nueva, siempre con inquietud pero viviendo el presente.

Tenemos que enriquecernos constantemente. Para eso qué mejor que seguir aprendiendo de nosotros mismos, de los demás y del mundo en general. Aprender es un placer, no un deber, es una forma de crecer que no deberíamos abandonar nunca, nunca se sabe suficiente.

Otra pauta a tener en cuenta es que aquellas personas que consiguen el éxito son personas activas. No pierden el tiempo en cosas sin importancia y están orientadas al trabajo duro, sin quedarse atrapados y paralizados ante nuevo retos.

No debemos pensar que aquella persona que ha alcanzado la felicidad no la hecho por un milagro o porque era parte de su destino. La mejor manera de predecir el futuro es crearlo, el destino es lo que haces hoy, en este momento, dirige tus metas a cosas claras, reales. Las personas que alcanzan el éxito lo han logrado a base de trabajo y esfuerzo, sacando el máximo partido posible a la vida. Se trata de una cosecha que han ido sembrando con mucho trabajo y ahora les reporta satisfacción y felicidad.

Tenemos un film como ejemplo  “En busca de la felicidad” (The Pursuit of Happiness en inglés) es una película estadounidense dirigida por Gabriele Muccino y protagonizada por Will Smith y su hijo Jaden. La película se estrenó en 2006 y está basada en la historia real de Chris Gardner.

 No se trata de buscar una rápida solución, todo aquello que tiene valor cuesta conseguirlo, la entrega siempre es un componente importante en estos temas. Tenemos que hacer uso de todos nuestros recursos, que son muchos más de lo que pensamos. No tenemos que auto limitarnos, tenemos que ser conscientes de nuestro potencial y aumentarlo poco a poco.

El trabajo duro le llevará a donde desea, los más sencillo es ir tirando, dejar de lado esos aspectos costosos.

Los límites muchas veces nos los ponemos nosotros mismos, evite que en su caso eso sea así y aprenda a sacar el máximo partido posible a la vida. Recuerde que solo tenemos una.

Si quieres “Ser Feliz”, entonces comienza por sentirte feliz, confía en ti, olvidando lo pasado, aprendiendo de él, deja ya de lamentarte, de criticarte, juzgarte, condenarte, porque tu hoy puedes ser feliz, independientemente de las cosas que tengas o no tengas, las personas que son felices eligieron ser felices, ellos valoran la vida y decidieron cambiar su destino. Tú, hoy eres llamado a ser libre para vivir la vida.

“Cuando se entiende que no todo lo que se quiere es necesario para ser feliz, sé puede agradecer lo que se tiene y verdaderamente se encuentra el goce y la verdadera felicidad.”

Elije ser FELIZ HOY y tu vida cambiara…

viernes, 8 de junio de 2012

Personas Maduras e Inmaduras

Hablemos brevemente del punto de vista de la psicologia humanista.
Las personas maduras son responsables, activas, con espíritu crítico, defienden sus derechos, pero respetando a los demás, tienen un proyecto de vida y también un sentido ético de la vida, percepción conforme a la realidad, buena educación de la voluntad. Las personas inmaduras son todo lo contrario. También hablaremos de dos conceptos psicológicos de dos escuelas diferentes, pero para nosotros iguales: el complejo de inferioridad y la personalidad asertiva. La salud mental es la capacidad de amar y trabajar.



La madurez psicológica no puede compararse a la fruta (aunque el origen de la metáfora sea este), está verde, está un poco madura o está madura. La persona no alcanza la madurez en un momento dado, es un proceso continuo. Como nos recordaba el psicólogo humanista norteamericano Gordon W. Allport según este autor se describe a una persona como madura, refiriéndonos al funcionamiento psicobiológico que fomenta la salud y un estado sano (por esto nosotros utilizamos la máxima freudiana de la salud mental como la capacidad de amar y trabajar). Para éste autor cada periodo de la vida presenta obstáculos que hay que superar. También dice Allport que la madurez es difícil de alcanzar antes de la edad adulta, nosotros pondríamos la cifra de 23 años (aunque puede variar, pero generalmente es difícil antes). 

Las experiencias que cada persona vive le ayudan a madurar y a entender situaciones similares, una persona que se lo dan todo (como desgraciadamente observamos en varios muchacho y muchachas por parte de sus padres) difícilmente madurará, se ahogará en un vaso de agua, frente a la primera dificultad. El vivir situaciones es importante, la experiencia, pero como decía el filósofo Pascal, no son todas las cosas que nos han pasado, sino las que nos han pasado y hemos reflexionado sobre ellas. Después se preguntaba Pascal ¿Cuántas experiencias hemos reflexionado?

También nos explica Allport que la edad no es sinónimo de madurez; así personas jóvenes vemos que son maduras y personas de más edad, muy poco maduras.
Los criterios de madurez de Allport son:

 - Ampliación del yo
 - Relación de simpatía del yo con los demás
 - Seguridad emocional
 - Percepción conforme a la realidad
 - Habilidades y tareas
 - Auto objetivación
 - Filosofía unificadora de la vida

 Ampliación del yo, a medida que el yo crece y se desarrolla, se extiende a mayor número de cosas: primero los padres, después la escuela, los compañeros de juego, los deportes, los compañeros del sexo opuesto, la carrera universitaria y/o la profesión, los compañeros de la carrera y/o de la profesión o del lugar de trabajo, etc. Freud nos habla del narcisismo primario, que debe de superarse por la relación con los demás, por el amor hacia los demás. No solo querernos a nosotros mismos, sino querer también a los demás. Relación de simpatía del yo con los demás; la adaptación social de la personalidad madura, para éste autor, se caracteriza por dos clases de afecto: la capacidad de intimidad y la de compasión. La intimidad es una forma de expansión del yo que une profundamente una persona a otra. La fuerza del cariño de un hombre hacia una mujer o viceversa, ha hecho que éste o esta, abandonara a su familia, que renunciara a todo lo que tenía. La compasión proviene de una apreciación de las condiciones humanas en todas las personas.

Seguridad emocional: especialmente la aceptación de si mismo. La persona madura se da cuenta que nadie es perfecto y cada uno de nosotros tiene que trabajar, para mejorarse a si mismo. Las personas que pasan de un estado de ánimo a otro, de un día para otro, pasan de la euforia a la melancolía. El inmaduro es desigual, variable, irregular ¿Cómo es una personalidad madura?
Percepción conforme a la realidad: Para Allport uno de los requisitos más básicos de la madurez, mantener el contacto con la realidad. Añadamos aquí las defensas del ego. En el caso del complejo de inferioridad, la persona intenta superarlo inútilmente con querer destacar por encima de los demás, pero sin méritos propios: por ejemplo queriendo saber de todo o de algo, sin tener formación para ello. Yo he vivido dos situaciones en las llamadas terapias alternativas: una persona con una formación de no sé que técnica, pero de 9 meses de duración, diciendo que los médicos no sabían medicina; otra con una formación similar, diciendo que todas las enfermedades eran psicosomáticas. A ésta le realicé la siguiente reflexión ¿Sabes que en un tratado de medicina sólo hay un capitulo dedicado a las enfermedades psicosomáticas? 

La persona madura coopera con la realidad: no trata de alterarla para satisfacer sus necesidades y propósitos. El individuo no tan sano, crea acontecimientos mediante distorsiones perceptuales. Como dicen algunos amigos y colega “en el territorio de la ofensa…vivimos ausentes de la realidad y de las oportunidades de felicidad que el presente nos ofrece” 

Habilidades y tareas: Allport cree que la gente madura posee habilidades y competencias en cada una de las áreas de su vida. El niño aprende a cuidar de si mismo con habilidades sencillas. El éxito en la vida depende en gran parte de las competencias del individuo. Las habilidades son aprendidas como nos indica la psicología del aprendizaje.

Auto objetivación o conocimiento del yo: Esta vinculado con la percepción de la realidad, Allport lo entiende como conocimiento de si mismo. El conocimiento de si mismo es una empresa temprana y que ocupa toda la vida, puesto que la persona va cambiando.

Filosofía unificadora de la vida: Allport nos habla de la busca de objetivos como característica de la madurez. El ser humano tiene que tener un propósito orientador, de ideales, de objetivos o de valores. Las personas maduras tienen una teoría inteligible de la vida, con fundamento en cuyos términos encuentran significado y dirección. Tienen algo en que trabajar o hacia que trabajar. Sentimiento o complejo de inferioridad y personalidad asertiva; aunque pertenecen a dos escuelas psicológicas distintas: el psicoanálisis de Adler (complejo de inferioridad) y la psicología cognitivo-conductual: asertividad. Para nosotros son dos maneras de ver lo mismo, aunque más objetivo, menos popular y más técnico, el segundo concepto.

El sentimiento de inferioridad fue creado por el escritor francés Stendhal, en su novela “Le rouge et le noir”.Varios años después el psicoanalista A. Adler desarrolla desde el psicoanálisis el sentimiento de inferioridad, “sentimiento basado en una inferioridad orgánica efectiva. En el complejo de inferioridad, el individuo intenta compensar, con mayor o menor éxito, su deficiencia, Adler atribuye a este mecanismo una significación etiológica muy general, válida para el conjunto de las afecciones” “Ser hombre quiere decir sentirse inferior” dice Adler éste autor es un niño con raquitismo y espasmo de glotis. A los 4 años contrae una pulmonía y esta a punto de morir, Se especializa en oftalmología, medicina interna, psiquiatría y psicoanálisis “decide desde muy joven hacerse medio para luchar contra la muerte” todo ello desarrolla en el un sentimiento de inferioridad que compensa con el afán de superioridad, especializándose en diversas ramas médica y destacando en psicoanálisis hasta romper con Freud y crear su propia escuela. El hombre se encuentra limitado para el logro de sus aspiraciones, se nota impotente para llevar a cabo sus necesidades. Nos dice el psicólogo Prof. J. M. Quintana Cabañas citando a Adler “no es posible que un hombre soporte con tranquilidad un sentimiento de inferioridad real o imaginario” Nos dice Quintana Cabanas que muchas personas hacen viajes, no por gusto de viajar, sino para poder decir que ellos, han estado en tal o cual sitio. El psicólogo Dewey dice que el más profundo impulso del hombre es “el deseo de ser importante”. Estas personas buscan llamar la atención de los demás, llegan a creer que nunca harán algo grande por si mismos, porque no tiene las virtudes de otras personas para alcanzar sus metas, depositan la responsabilidad en otras personas por temor al fracaso. La persona que se siente inferior tiene un desequilibrio psiquico, que puede ser mayor o menor nos indica Quintana Cabañas. Adler nos dice que la compensación es la estrategia para superar una inferioridad. Como realizo él mismo. Un niño raquítico y enfermizo. Se convierte en un médico brillante y con varias especialidades.
Desde la psicología cognitivo conductual, podemos clasificar las reacciones de una persona en tres tipos: NO ASERTIVA, ASERTIVA Y AGRESIVA. La no asertiva no defiende sus derechos.
Las personas maduras no tendrían sentimientos o complejos de inferioridad y serian asertivas, las no maduras tendrían sentimientos o complejos de inferioridad y serian no asertivas o agresivas, con todos los trastornos que esto conlleva.
Las personalidades inmaduras pueden ser tratadas con psicoterapia de orientación que sea y llegar a ser más maduras. En PNL podemos utilizar las posiciones perceptivas, la línea del tiempo, los cambios de creencias y la TMO (técnica de movimientos oculares) entre otras…

miércoles, 6 de junio de 2012

El tratamiento del duelo

Final de  los 3 blogs anteriores del Duelo. (El proceso, el manejo y el trabajo del duelo).

Conclusión.

La mayoría de la gente no necesita ayuda para elaborar su duelo. El problema viene cuando alguien no resuelve adecuadamente alguna de estas tareas y siente que no consigue seguir con su vida sin que la pérdida interfiera en ésta de manera significativa. Al principio del proceso de duelo es normal que ocurra esto, pero mantenido en el tiempo puede desembocar en un duelo patológico, complicado o no resuelto, que podría definirse como “la intensificación del duelo al nivel en que la persona está desbordada, recurre a conductas desadaptativas, o permanece inacabablemente en este estado sin avanzar en el proceso del duelo hacia su resolución”.

¿Cuántas personas hay por el mundo viviendo un duelo como parte de su vida? Parece que se quedan atrapadas en la tristeza y el dolor por la pérdida de un ser querido. En vez de continuar con su vida y avanzar, se quedan en el funeral, en la pérdida y en el sufrimiento.

Gran parte del problema de tantas personas frente a la muerte es la cultura que tenemos con respecto a ella. El problema del dolor lo adornamos con ceremonias, tradiciones, velas, lutos, rezos, tristezas, etc. y finalmente es como un soporte social para el dolido. Esto momentáneamente ayuda a sobrellevar el dolor. En nuestra cultura, el luto se lleva de una forma muy individual. Cada persona decide (inconscientemente) cuanto tiempo guardará luto. Y este luto tiene que ver con su capacidad de asimilación del hecho que un ser querido se ha ido para siempre.

Cuando la etapa de duelo se extiende demasiado (un año o más), empieza el riesgo de vivir una pena patológica que provoca un desorden en las emociones y por lo tanto un cambio muy marcado en la personalidad.

Duelo y tratamiento psicológico

Existen muchas estrategias de tratamiento, cada una de ellas va a estar dirigida a ir haciendo conscientes las diferentes etapas del duelo hasta llegar a la aceptación del acontecimiento, en las cuales se manejan las emociones y los apegos del paciente.

No todo proceso de duelo implica la indicación de una terapia. Se puede ayudar a los familiares o allegados recomendándole un tratamiento si se observa que el duelo que atraviesa no es "normal" y que presenta reacciones marcadamente divergentes a la pérdida (por ejemplo en presencia de conductas o intentos de suicidio).

Especialistas consideran que no es recomendable que se le receten a la persona, solamente, somníferos o sedantes para inducir el sueño, debido a que es necesario que la persona viva el duelo para poder superarlo positivamente de una terapia convencional, el terapeuta trabajará intentando animar a la persona que sufre el duelo a que exprese sus sentimientos de pérdida y los sentimientos hacia la persona fallecida. Es muy importante que se le proporcione apoyo emocional a la persona, tanto de parte del terapeuta como de la familia extensa y amigos.

Los tipos de tratamiento recomendados para estos pacientes pueden ser tanto individuales como grupales y grupos de autoayuda.

La terapia grupal permitirá:
  • Disminuir la ansiedad, la depresión y el dolor físico.
  • Mejorar la adaptación al medio.
  • Aumentar la autoestima.
  • Estimular la esperanza.
  • Aumentar la autoeficacia.
  • Una visión diferente y positiva de la realidad.
  • Descubrir nuevos recursos para enfrentarse a este problema.
  • Enfrentar el duelo, pero en compañía de otros, de los cuales se recibirá apoyo.
  • Identificarse con otras personas que atraviesan por problemáticas similares.
  • Estar acompañado y no sentir soledad.
  • Reforzar la capacidad de manejo y resolución de los problemas.
Algunas Técnicas sugeridas:

Psicoterapia Breve, intensiva y de Urgencia (PBIU) Terapia breve centrada en soluciones (TBCS) Terapia Cognitivo Conductual (TCC) como muchas mas en régimen psicoanalítico, Gestal y conductual.

Terapia Programación Neurolingüística (PNL)

Es importante darnos cuenta que cuando revivimos un recuerdo, hacemos eso justamente, lo "revivimos", volvemos a vivir las mismas emociones con la misma intensidad que la primera vez. Sin embargo ante un fallecimiento el evento sucedió una sola vez y nosotros al repetirlo mentalmente lo vivimos muchas veces y si no logramos cerrar el ciclo nos lastimamos por más tiempo del necesario. Si de todas maneras vamos a recordar, mejor recordemos eventos felices que eventos tristes. El proceso que se lleva a cabo es dirigir la mente hacia qué tipo de recuerdos que son favorables para  que sean recurrentes y qué tipo de recuerdos son dañinos para que se queden en la distancia. El PNL nos dice que el problema no está en el hecho en sí, sino en la forma que codificamos mentalmente el mismo. El descubrir la manera en que lo hacemos nos puede dar la pauta para superar el duelo.

Algunas Técnicas Conductuales:

Su objetivo básico consiste en reducir la tendencia del sujeto a la evitación de recuerdos dolorosos (eventos, pensamientos, sentimientos, etc.) y situaciones ansiógenas externas; para que así el sujeto pueda habituarse a ellos, o "procesarlos" (elaborarlos).

1. PROGRAMACIÓN DE ACTIVIDADES DE DOMINIO-AGRADO: Por ejemplo remplazar las visitas al cementerio por actividades potencialmente agradables.
2. EXPOSICIÓN SIMBÓLICA: Por ejemplo ordenar una habitación como si el paciente viviera los momentos previos a su propia muerte; o imaginarse rodeado de los seres queridos, despidiéndose de cada uno de ellos antes de morir.
3. EXPOSICIÓN Y PREVENCIÓN DE REPUESTAS DE EVITACIÓN: Consiste en verbalizar los recuerdos vivenciales en relación al difunto sin evitar tal tarea. En cierto modo la "asociación libre" aplicada a esta tarea tendría la misma función.
4. LA AMPLIFICACIÓN DE SENTIMIENTOS: Consiste en la expresión de sentimientos positivos o negativos hacia la persona desaparecida, de forma más o menos dramatizada.
5. JUEGO DE ROLES: Psicodramatizar o representar escenas relevantes, y a menudo conflictivas, respecto a la relación con el difunto, de modo que se puedan experimentar cogniciones y emociones relevante y que han sido evitadas. Se puede emplear el procedimiento de la "silla vacía" de la Gestalt.

Técnicas sugeridas para la rabia y la tristeza.

La ira y la tristeza en un principio son emociones funcionales, pero que pueden acabar siendo disfuncionales. Esto dependerá  de muchos factores intrínsecos de cada persona.
Ante la rabia y la tristeza ¿que se puede hacer? ¿qué depende de uno y que queda fuera de control? Hay que darse cuenta de que aunque hay mucho que no depende de uno, si hay otras cosas que depende de mi, en las que puedo influir y modificar en mayor o menor grado mis pensamientos, emociones y sentimientos al respecto.

Las siguientes técnicas son para uso individual pero también se pueden utilizar grupalmente. Son útiles tanto a nivel del duelo normal como del patológico.

EJERCICIO 1: El control del pensamiento.

El terapeuta representará y expondrá los pensamientos positivos, para más adelante hacerlo el paciente. También es útil que el paciente ponga por escrito sus pensamientos negativos y positivos dialogando consigo mismo (técnica tradicional simplificada a pensamiento original -negativo- y nuevo pensamiento positivo).

EJERCICIO 2: Fantasía guiada: el modelo ideal

Cierra los ojos, adopta una postura cómoda y dirige tu atención a la respiración. Ahora imagínate a alguien a quien te gustaría parecerte en su manera de tomarse las cosas, en su manera de reaccionar emocionalmente. Imagina a esa persona nítidamente, su vestimenta, su manera de andar, el tono de su voz, etc. Imagina que esa persona vive un grave acontecimiento: la pérdida de un ser querido o el anuncio de su propia muerte. Observa como reacciona esa persona cuando recibe la noticia, imagina lo que piensa, lo que siente, lo que dice, lo que expresa, cómo decide afrontar la situación. Ahora imagina que tu estás dentro de la piel de esa persona, tu eres y reaccionas como esa persona aunque mantienes tu identidad... y recibes la noticia, date cuenta de cómo te mueves cómo respondes, date cuenta de la diferencia entre cómo reaccionas ahora y cómo reaccionas habitualmente.

 Despídete de la fantasía ahora y vuelve a llevar la atención a tu respiración... y termina.

EJERCICIO 3: Diario de lo que va bien


Anota cada día por escrito 3 cosas que hayan ido bien durante el día y por qué han ido bien durante un mínimo de 2-3 semanas (aunque se pueda alargar a toda la vida como diario personal). Con este ejercicio aprendes a dirigir la atención a los aspectos positivos de tu vida.

EJERCICO 4: Fantasía guiada sobre el perdón

Se comienza realizando una relajación. Tómate tiempo para entrar en contacto contigo mismo. Ve centrando la atención en los movimientos de tu corazón. Percibe sus latidos y su calor.
  1.  Hazte estas preguntas "¿Qué representa el perdón para mí? ¿Qué nueva calidad de vida podría proporcionarme?".
  2.  Recuerda una experiencia positiva en la que tú hayas sido perdonado. Tómate tiempo para saborear la alegría de ese perdón.
  3.  Ahora deja aflorar el recuerdo de la persona con la que está resentido. Mírala. Óyela. Deja que se aproxime esa persona que habías expulsado de tu corazón.
  4.  Deja emerger las emociones y sentimientos que te animan. Tómate tiempo para identificarlos y aceptarlos.
  5.  Si tus emociones son demasiado fuertes, no sigas, tómae tiempo para digerirlas y asimilarlas y poder continuar.
  6.  Si te sientes bien, sigue dejando aproximarse a la persona que quieres perdonar.
  7.  Cuando te sientas preparado, déjala entrar en tu corazón. Susúrrale: "Te perdono". Dirígete a su corazón y con tus palabras y a tu manera dile algo así como "Te perdono todo lo que me has hecho en el pasado y lo que me ha hecho daño o me ha perjudicado: tus palabras, tus gestos o incluso tus pensamientos. Te perdono; te perdono..."
  8.  Toma consciencia de hasta qué punto esa persona está sufriendo y se siente asustada y herida.
  9.  Descubre como para ti la ofensa ha concluido, ha quedado zanjada, que ya no influye en ti.
  10.  Luego déjale marcharse como una persona liberada, transformada, rejuvenecida por tu perdón. Déjale seguir su camino, deseándole la mayor felicidad posible.
  11.  Agradece a la vida que te haya concedido esa gracia de poder perdonar.
IMPORTANTE: este ejercicio se debe realizar después de que la persona haya podido expresar completamente sus sentimientos negativos hacia la persona con la que está resentido (en role-playing o en imaginación).

Este ejercicio es aplicable a situaciones donde no es una persona sino Dios, o la Vida o la Sociedad con al que uno está resentido.

EJERCICIO 5: Manejo del resentimiento y perdón.

1. Siéntate en una silla cómoda con los pies en el suelo y cierra los ojos.
2. Lleva la atención a la respiración.
3. Haz una clara representación en tu mente de la persona hacia la que sientes resentimiento.
4. Imagina que a esa persona le ocurren cosas buenas: recibe amor, cuidados, dinero, etc.
5. Percibe tus propias reacciones.
6. Imagina la situación desde el punto de vista de la otra persona.
7. Se consciente de que estás menos resentido. Mentalízate para llevar esta nueva forma de pensar.
8. Abre los ojos y continúa con tus actividades cotidianas.

EJERCICIO 6: Curación al redactar un diario sobre el trauma emocional

Se puede aprender a gestionar la ira y la tristeza, como otras emociones, por medio de la redacción de un diario personal donde se puedan expresar las emociones más destructivas e íntimas. Y si se comparte con el terapeuta, todavía mejor. Pero para ser más efectivo es bueno seguir las siguientes normas:

1. Céntrate en esa pérdida que constituye tu experiencia traumática.
2. Escribe sobre aquellos aspectos que has comentado menos o que imaginabas que no comentarías a nadie.
3. A la vez que narras los hechos transcribe tu reacción a ellos: tus sentimientos y pensamientos.
4. No te preocupes por la gramática ni la ortografía.
5. Escribe un mínimo de 15 minutos, al menos durante 4 días. Si te quedas bloqueado escribe sobre el bloqueo mismo.
6. Programa una actividad transitoria después de la escritura, antes de volver a la "vida normal".

EJERCICIO 7: La escalada del síntoma o problema

Se trata de aprender a aumentar y disminuir mi rabia y mi tristeza, y observar qué pensamientos o imágenes la aumentan y la disminuyen. Los pasos son:

1. Prescripción y escala del síntoma. En una escala de 1 a 100 donde 100 es lo peor ¿qué número expresa el grado en el cual tú estás experimentando ese problema en este momento?
2. Prescripción del problema. Permite que el problema empeore. ¿En qué grado empeora? Ahora permite que el problema mejore. ¿En qué grado mejora?
3. Toma consciencia de lo que haces para mejorar y aplícalo en tu vida cotidiana.

EJERCICIO 8: La despedida

1. Aceptación de los hechos. Reconocer que no se puede estar en otro entorno (el que se tenía).
2. Expresar sentimientos pendientes. Se le pide a la persona que dibuje la situación o persona añorada, o la visualice en la memoria tal y como era en el momento en el que se apartó, y que coloque este recuerdo/imagen/dibujo en un lugar concreto de la habitación. Se le pide que se dirija a él como si se tratase de un interlocutor real y rememorando lo que sucedía interiormente en el momento de la partida, le exprese tanto el agradecimiento por los buenos ratos y los beneficios que ha obtenido de él, como el resentimiento por los malos ratos, el miedo por tener que afrontar los cambios derivados de su partida, la pena por marchar o cualquier otro contenido emocional, siempre relatado en tiempo presente. Después el sujeto se coloca en el espacio físico donde había situado al ser desaparecido y asume su identidad. Y le/se responderá a lo que antes le había expresado. El sujeto podrá intercalar varias veces esos roles hasta que pueda experimentar una clarificación de sus sentimientos y emociones con respecto a la marcha. Y acaba estos diálogos diciendo adiós a la persona o situación, lugar de trabajo, país, etc.
3. Revivir el alejamiento. Se trata de recordar como tuvo lugar su despedida real en el pasado y revivirla como si tuviera lugar en el presente. El terapeuta insistirá para que en la fantasía vea alejarse a la persona de la que se despide, mientras se repite la palabra "adiós" hasta que desaparezca de vista.
4. Fijación de un tiempo de luto. La persona puede desear concederse un tiempo de duelo para digerir la pena. En la mayoría de los casos suele suceder que tras la despedida del punto anterior, la persona ya esté lista para el presente y rechace cualquier tiempo de luto. En otros casos, sin embargo, prefiere darse una hora, o un mes o cualquier otro tiempo, para llorar internamente la pérdida.
5. Recibir el presente. Una vez pasado el tiempo de luto, el terapeuta ayudará a la persona a centrarse en el presente y acogerlo, aceptar la vida con las nuevas limitaciones, pero con posibilidades de ser razonablemente feliz.

El Protocolo de EMDR para duelos complicados (proceso del duelo y de morir).
La muerte de un ser querido puede considerarse  un acontecimiento traumático. La intensidad emocional del momento donde se conoce la muerte excluye el procesamiento efectivo de la información. El duelo complicado se desarrolla cuando los componentes individuales son tan dolorosos que se desarrolla demasiada hipersensibilidad cada vez que se reactiva un fragmento de recuerdo y no se logra la integración. Esta falta de foco (atención) impide el procesamiento, por ejemplo, el recuerdo de los detalles sobre la pérdida desvían la atención sobre la misma pérdida, o el procesamiento de los detalles de la muerte, puede ser desviado por pensamientos sobre cómo va a ser la vida sin esa persona.

El EMDR puede ser usado como método tanto en duelos normales como en duelos complicados, acelerando el proceso, facilitando el procesamiento de los elementos traumáticos del duelo y favoreciendo la reanudación de actividades.

Se presenta un protocolo específico para duelos complicados. Parte de la conceptualización de la evolución del duelo en tres etapas:

1. Tratar la muerte en si misma (los detalles de lo que ocurrió realmente).
2. Aceptación de la muerte.
3. Integrar la ausencia de esa persona dentro de la visión del futuro.

Este tratamiento consta de 3 sesiones de tratamientos basadas sobre cada una de las etapas:

1. El procesamiento de la muerte real es la más sencilla de las etapas. El objetivo de esta etapa es facilitar el darse cuenta de que realmente no importa cómo la persona murió, ya sea durmiendo, de accidente o de cáncer, lo que importa es que se ha ido. Las circunstancias alrededor de la muerte resultan menos importantes y ahora la atención de la persona debe dirigirse hacia la etapa más difícil, la aceptación. El procesamiento de los detalles de la muerte sigue el protocolo estándar de EMDR para TRAUMA.

Usualmente hay una creencia que puede ser re estructurada con EMDR. Normalmente relacionada con sentimientos de culpa del tipo "Debí haber hecho más", o "No tuve la oportunidad de decirle adiós ese día". Hay que identificar esas creencias a la hora de realizar el protocolo, sin luchar para que el paciente las cambie. Solo tomar nota y seguir. Re orienta al paciente hacia el procesamiento del canal de "la lucha con la muerte", preguntando cuando piensas en la escena original, ¿cómo te sientes? y sigue desde ahí manejando las circunstancias alrededor del trauma. Trata de llegar a un cierre del tema en esta primera sesión, aunque ambos saben que se necesita trabajar más. Si tiene una buena semana y se le reactivan los recuerdos 1 o 2 días antes de la segunda sesión una vez transcurrida 1 semana, es una buena señal, ya que el paciente entiende que el EMDR es efectivo y trae nuevo material justo antes dela sesión.

2. La aceptación es el objetivo terapéutico y personal más difícil de lograr. Suele tomar la segunda sesión por completo, la cual puede durar 90 minutos. La verdadera aceptación es definitiva. Este es el reconocimiento de que la persona que se ha ido nunca va a volver. Por tanto, la aceptación supone la rendición de las fantasías de consuelo en relación a la muerte. El conflicto que se suele presentar en la persona en duelo es su sensación de que abandonar el dolor de la pérdida le supone el olvido de su ser querido, lo cual le parece inaceptable. El EMDR le ayuda a diferenciar entre los dos. Los buenos recuerdos se fortalecen y al coger confianza, de que lo bueno no se va a perder, puede procesar mejor los recuerdos dolorosos. Esto es lo racional contenido en la pregunta: "¿Qué necesita retener y qué necesita deja ir?".


3. Habitualmente la instalación del modelo a futuro se da naturalmente, una vez que la aceptación ha sido lograda. Las preguntas abiertas finales, tales como "¿Cómo ve las cosas ahora?" o "¿Cómo piensa que serán las cosas de ahora en adelante?" son suficientes para seguir el procesamiento. Cuando hay tiempo en la 3ª sesión se puede volver al trauma para buscar material no procesado: "Si tuviera que decir una cosa que aún le perturba sobre lo que pasó, ¿cuál sería?". Cuando no aparezca nada más, pídale a la persona que cierre los ojos y vuelva a través de toda la experiencia para notar si algo le perturba todavía un poco, y entonces procéselo.

Espero que estos modelos de intervención puedan ayudarlos, pueden mandarme algunas sugerencias y así poder agregar mas herramientas para ayudar aquellas personas que están sufriendo...

martes, 5 de junio de 2012

Los bebés nacen para aprender

Gracias  a mis amigos Betty y Liznardo por compartir la foto de su Angelito...

Los bebés nacen para aprender. Vienen en el mundo con las capacidades que nos sorprenden, una de sus capacidades de sorprender es su tendencia a aprender rápidamente. Es cierto aquello de que los bebés aprenden tanto como absorbe una esponja.  Cada día es un nuevo descubrimiento para ellos, y desde que nacen, su cerebro empieza a aprender a una velocidad impresionante. Aquí te cuento cómo aprenden los bebés y qué puedes hacer para estimular ese proceso con tu creatividad y amor.
Desde que nacen y abren sus ojos al mundo, los bebés aprenden. Empiezan a descubrir nuevas sensaciones, sonidos, colores, sabores; sienten el amor, sienten la alegría; saben que cuando tienen hambre y lloran, mamá les da de comer; es el inicio de su viaje por la vida. Se sorprenden con cada cosa que ven y aunque cuando son muy pequeñitos no pueden hablar, ellos están procesando toda la información en su cerebro y cuando les hablas, entienden.

Esos sonidos que parecen no tener sentido para los adultos, son su forma de comunicarse. Tarde o temprano, esos “Gaga, gugú” se van a convertir en palabras. Antes de hablar, los bebés ya relacionan las palabras con el objeto que representan Los bebés pueden entender el significado de las palabras genéricas que indican categorías. No solamente de palabras como “mamá” o “papá”, mucho antes de hablar.

¿No es interesante? Por eso, cuando le hables a tu bebé y él o ella te mire como si estuviera entendiendo, lo más probable es que así sea. No dejes de compartir y de hablarle, pues de esa interacción depende su desarrollo del lenguaje y de otras habilidades cognitivas. Diversos experimentos, sabemos que los bebés responden a las expresiones emocionales, como una sonrisa grande en su cara, dentro de las primeras semanas de la vida.

Muchos investigadores ahora piensan que  en el plazo de tres meses los bebés pueden reaccionar a y expresar las cinco emociones básicas.

1.Alegría  2.Interés  3.Cólera  4.Tristeza  5.Repugnancia

(nota: la emoción del miedo es también una de las emociones básicas que todos los niños tienen, que comienzan a demostrar arriba de los 7 a 8 meses, aproximadamente.)

La mayoría piensan que los bebés nacen con estas capacidades emocionales para ayudarles a formar enlaces fuertes con sus cuidadores y sobrevivir. Eso realmente es absolutamente asombroso, considerando que  no hace mucho tiempo, la sonrisa de un infante era considerada como algo sin sentido. Ahora sabemos, que los infantes están comenzando ya a demostrar indirectas de una vida emocional.

Desde muy pequeñitos, los bebés pueden diferenciar caras y objetos: formas, tamaños y colores. También saben diferenciar las voces de sus padres de las de otras personas.

Tú, como mamá o papá, eres la primera o el primer maestro(a) de tu bebé. Su desarrollo está ciento por ciento influenciado por el cuidado y el amor que les brindas y las experiencias que comparten.  Mientras más amor reciban los bebés, se sienten más seguros, pueden conectar bien las ideas y la información y crecen sanamente.

 El tiempo que compartes cuando juegas con ellos es esencial, pues interactúan contigo y es entonces cuando más aprenden. Toma nota de cómo aprender jugando:

• Usa tu cara y tu voz para hacer gestos y sonidos divertidos. Para los bebés, tu voz y tu cara son mucho más interesantes que los juguetes.
• Haz movimientos, gestos y sonidos que tu bebé pueda imitar. Copia lo que tu bebé hace y luego invítalo a que lo vuelva a hacer. Esto le enseñará el concepto de tomar turnos y así aprenderán a comunicarse.
• Repíteles una y otra vez. Juega con ellos juegos repetitivos, pues de esa manera ellos practican hasta que entienden cómo funciona algo.
• Léeles y cuéntales historias. Establecer hábitos de lectura a temprana edad le ayudará a tu bebé a aprender en el futuro. Además, es importante para el desarrollo del lenguaje.

 Recuerda que a los bebés les encanta explorar y que su forma de hacerlo, es llevándose objetos a la boca. Ten cuidado de que no se metan a la boca nada demasiado pequeño porque se pueden ahogar. Cómprales juguetes que vayan de acuerdo a su edad. Recíprocamente con la gente alrededor de ellos.

"Las expresiones de los bebés de interés y de alegría podrían tener un efecto positivo en sus madres".

¿Qué pueden hacer los padres?

Primero, a pesar de estos experimentos fascinadores, podemos asumir solamente que las expresiones de los bebés reflejan sus emociones o sensaciones internas. Pero incluso si no sabemos a ciencia cierta, están sintiendo los bebés, sabemos que miran y responden a nuestras emociones:

• Sonrisa, risa y juegos faciales del juego.
• Esté enterado que su cara enojada o triste afectará a su bebé.
• Tome las expresiones emocionales de su bebé seriamente y responda a ellas.
• Mire durante un tiempo las reacciones de su bebé  y aprenda a comprender sus emociones.
• Demuestre a bebés los ejemplos positivos para imitar y recordar, como dar abrazos, tratar bien a otros y jugar con los juguetes de nuevas y divertidas maneras.
• Recuerde que los bebés no saben que la diferencia entre cuál es segura y cuál es peligroso, ellos está mirando todo que hacemos.
• Celebre la memoria cada vez mayor de su bebé cuando recuerdan cómo a hacer las cosas.

Usted y su bebé están descubriendo más sobre cada uno a diario y él es una aventura emocionante.

Los bebés pueden recordar mucho. Y pueden recordar algunas cosas por un tiempo asombrosamente largo.

 No te olvides que el descanso es esencial para tu bebé. Así que puedes intercalar actividades y juegos con siestas durante el día. Los bebés miran sus padres, cuidadores y otros para aprender cómo actuar. Los bebés pueden copiar a adultos cuando les demuestran cómo jugar, cómo oler las flores, y cómo dar abrazos. Estas capacidades de gran alcance para el aprendizaje son asombrosas.

Pero los bebés no saben la diferencia entre cuál es seguro o cuál es peligroso y no pueden decidir buenos modelos de malos modelos. Recuerde que los bebés también miran y aprenden cuando los adultos.

Goce de las capacidades maravillosas el aprender de los niños y recuerde que los bebés pueden copiar cualquier modelo que ven. Si le confían el cuidado y desarrollo de los niños, piense en maneras de llenar sus vidas de ejemplos sanos y seguros de copiar. Cada bebé es diferente y su respuesta a los estímulos también va de acuerdo con su personalidad.

"Lo importante es que le enseñes jugando y te diviertas tú también"

martes, 22 de mayo de 2012

Hipocondria

Es una enfermedad por la que el paciente cree de forma infundada que padece alguna enfermedad grave. Es en esencia, una actitud que el individuo adopta ante la enfermedad. La interpretación catastrófica de los signos corporales más ínfimos por parte del individuo, es el mecanismo que desencadena la hipocondría.
La persona hipocondríaca está constantemente sometida a un análisis minucioso y preocupado, incluso obsesivo, de sus funciones fisiológicas básicas, pensando en ellas como una fuente  segura de enfermedad biológica , a partir de la interpretación personal de alguna sensación corporal u otro signo que aparezca en el cuerpo.

Aunque el médico le asegure que no tiene nada, el hipocondríaco solamente se queda tranquilo un rato, pero su preocupación vuelve de nuevo. Aunque No debemos descartar que en algunas  persona hipocondríaca esté realmente enferma. En muchas ocasiones lo que hace es centrar su atención en síntomas leves o imaginarios (mareos, dolor de cabeza, etc.) y no en los verdaderamente importantes. Asimismo, el hipocondríaco, al centrar su atención emocional en una determinada función biológica, puede terminar por formar síntomas orgánicos reales (trastorno psicosomático). Este trastorno se presenta por igual en hombres y mujeres.
La forma como las personas con hipocondría piensan acerca de sus síntomas físicos puede hacerlos más propensos a padecer esta afección. A medida que ellos se enfocan y se preocupan por las sensaciones físicas, comienza un ciclo de síntomas y preocupación, el cual puede ser difícil de detener.
Es importante darse cuenta que las personas con hipocondría no crean estos síntomas intencionalmente (fingiendo estar enfermas). Ellos son incapaces de controlar los síntomas.

Las personas que tienen antecedentes de maltrato físico o abuso sexual son más propensas a padecer este trastorno. Sin embargo, esto no significa que toda persona con un trastorno de hipocondría tenga una historia de abuso.
La hipocondría hay que distinguirla de ser aprensivo; en la hipocondría el malestar es significativo y afecta la vida laboral, social u otras áreas importantes de la vida del sujeto. Hay que considerar también que la duración de la sintomatología sea significativa, al menos 6 meses, antes de diagnosticar dicha enfermedad.
Se debe asegurar que el paciente no tenga verdaderamente ninguna enfermedad física. Una vez que se ha descartado, si el paciente sigue con angustia, preocupación y dudas acerca de su estado de salud, es conveniente estudiar la posibilidad de un trastorno psicológico.
Los Criterios Diagnósticos de Investigación (CIE 10) para la hipocondría especifican que debe existir la convicción de "estar padeciendo como máximo dos enfermedades médicas importantes" y exigen que, por lo menos, una de ellas sea correcta y específicamente nombrada por el individuo que presenta el trastorno hipocondríaco.
En psiquiatría, la actitud hipocondríaca aparece como un síntoma en algunas formas de depresión endógena, especialmente en la melancolía involutiva (depresión de los ancianos). También puede adquirir en ciertos casos los rasgos de un desarrollo delirante, de contenido hipocondríaco, en la llamada paranoia hipocondríaca. Multitud de neuróticos, tanto histéricos, neurasténicos, como órgano neuróticos y pacientes psicosomáticos, destacan en su cuadro clínico general la actitud hipocondríaca.

Tratamiento
En algunos casos, se utilizan psicofármacos inicialmente para controlar los síntomas ansiosos tan importantes que padecen estos pacientes. Conjuntamente, se puede utilizar una terapia psicológica cognitivo-conductual, en la que se promueve la pérdida de la angustia y el miedo a la enfermedad que el hipocondríaco siente.
En un principio se le pide que no acuda más a la consulta del médico ni a las urgencias hospitalarias y que no hable de salud ni de enfermedad. Para esto es muy conveniente la colaboración de la familia del paciente, ya que han de entender que tiene un problema real, aunque no el que el paciente refiere, sino otro igualmente preocupante. Una vez que se ha establecido este marco fuera de la consulta, comienza el tratamiento psicológico propiamente dicho.
Como ya hemos dicho, el tratamiento básico consiste en perder el miedo a la enfermedad y a la muerte. Muchas veces la propia angustia producida por el pensamiento de estar enfermo, como sensación desagradable e incontrolable, se convierte en el desencadenante de dicho miedo. Para conseguir la desaparición de estos temores, se emplea la desensibilización en la imaginación a situaciones temidas y evitadas, para que finalmente el paciente pueda acercarse a ellas sin angustia y sin miedo.
El paciente puede entonces comenzar a reinterpretar sus sensaciones corporales y sentir también aquellas que son agradables o neutras y su cuerpo deja de ser una fuente de dolor o temor y se puede convertir en un generador de placer y confianza.
Finalmente, se trabaja para que el paciente pueda enfrentar con éxito otros problemas que aparecen en su vida cotidiana: toma de decisiones difíciles, cambio de trabajo, separaciones, etc. Se intenta evitar de esta forma que en el futuro se desencadenen situaciones de depresión o angustia continuada que le pueden hacer recaer en sus problemas hipocondríacos.
 Hay que observar que en algunos casos la diagnosis de hipocondría puede no ser correcta cuando el paciente realmente padece alguna enfermedad y es el especialista quien no consigue encontrar su verdadera causa. Por esta razón cada caso debe ser analizado a fondo antes de establecer un diagnóstico de hipocondría, ya que debe descartarse patología orgánica poco habitual, o problemática social o psicológica de fondo. Es importante tener una relación de apoyo con un médico. Usted debe tener únicamente un médico de atención primaria para evitar demasiados exámenes y procedimientos.
El médico debe comentarle que usted no tiene una enfermedad, pero que el seguimiento médico continuo le ayudará a controlar los síntomas. Las personas hipocondríacas sienten angustia real, de manera que sus síntomas no se deben negar ni poner en tela de juicio.
 Los antidepresivos, como los inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina (ISRS), pueden ayudar a reducir la preocupación y los síntomas físicos de este trastorno.
Encontrar un profesional en salud mental con experiencia en el tratamiento de este trastorno con psicoterapia puede servir. La terapia conductual cognitiva (TCC), un tipo de psicoterapia, le puede ayudar a manejar el dolor. Durante la terapia, usted aprenderá:
•A reconocer lo que parece empeorar los síntomas
•A desarrollar métodos para manejar los síntomas
•A mantenerse más activo, incluso si todavía tiene los síntomas
Pronostico
Generalmente, el trastorno es prolongado (crónico), a menos que se traten los factores psicológicos o los trastornos de ansiedad y del estado de ánimo.
Algunas complicaciones
•Complicaciones por pruebas invasivas para buscar la causa de los síntomas.
•Dependencia de analgésicos o sedantes.
•Depresión y ansiedad o trastorno de angustia
•Pérdida de tiempo en el trabajo debido a las citas frecuentes con médicos.
Criterios para el diagnóstico de la Hipocondría según el DSM-IV
  • A. Preocupación y miedo a tener, o la convicción de padecer, una enfermedad grave a partir de la interpretación personal de síntomas somáticos.
  • B. La preocupación persiste a pesar de las exploraciones y explicaciones médicas apropiadas.
  • C. La creencia expuesta en el criterio A no es de tipo delirante (a diferencia del trastorno delirante de tipo somático) y no se limita a preocupaciones sobre el aspecto físico (a diferencia del trastorno dismórfico corporal).
  • D. La preocupación provoca malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo.
  • E. La duración del trastorno es de al menos 6 meses.
  • F. La preocupación no se explica mejor por la presencia de trastorno de ansiedad generalizada, trastorno obsesivo-compulsivo, trastorno de angustia, episodio depresivo mayor, ansiedad por separación u otro trastorno somatomorfo.        
Especificar si:             
Con poca conciencia de enfermedad: si durante la mayor parte del episodio el individuo no se da cuenta de que la preocupación por padecer una enfermedad grave es excesiva o injustificada.

Consulte con el médico si usted presentan síntomas de hipocondría.