viernes, 24 de agosto de 2012

Madre Controladora

Cuando el amor de Mamá es tu peor enemigo: Ser madre es un privilegio, sin embargo, sobreproteger a los hijos al grado de asfixiarlos psicológicamente, es entrar en una vía que produce hijos infelices e inmaduros.
El ser madre es algo esperado y anhelado por muchas mujeres, que ven en dicha posibilidad una forma de auto-realización. No hay nada malo en la expectativa de ser mamá. El problema se suscita cuando algunas mujeres no entienden que su rol de madre no les da derecho a castrar psicológicamente a sus hijos al grado de no permitirles crecer y desarrollarse adecuadamente como personas. 

Una madre posesiva

Las madres que consideran que sus hijos son su propiedad personal y lo creen literalmente, son personas psicológicamente enfermas que tarde o temprano dañarán, algunas de manera irremediable, a sus hijos e hijas limitándolos en sus capacidades de maduración y desarrollo.

Madres castradora

Desde el psicoanálisis, donde ha surgido el concepto, Françoise Dolto las denomina "engendradoras de neurosis familiares". Es razonable pensar en este concepto, dado los resultados que se observan en la vida familiar cuando hay madres posesivas, envolventes y dominantes. La lucha entre ser madre equilibrada y razonable, y la de amar patológicamente a un ser humano al grado de no dejarlo crecer, es probablemente producto de una sociedad que ha sacralizado el rol de la madre, pero sin enseñarles a las mismas cómo serlo de manera equilibrada.

Jorge Gómez Lencina, en su libro La mujer, casi Dios señala precisamente la dificultad que tienen las mujeres, que honestamente quieren cumplir su rol de manera adecuada, con esa carga que le asigna la sociedad de ser "súper madres". Resulta difícil conjugar la tarea de parir (por lo tanto la tendencia de considerar al hijo como verdaderamente suyo), con la responsabilidad de formar (a un individuo que tiene que partir). La tendencia a considerar al hijo, como un bebé permanente, es muy alta en madres posesivas. El destete no sólo debe ser a nivel físico mamario, dejar de tomar leche materna, sino que el desapego debe efectuarse también a nivel psicológico y es allí el conflicto que se suscita a la hora de criar hijos de manera equilibrada.

Características de una madre posesiva
  1. Procura por todos los medios posibles, lícitos e ilícitos, que sus hijos hagan lo que ella desea. No acepta oposición. Manipula, llora, amenaza o pide compasión, con tal que sus hijos actúen de acuerdo a su voluntad.
  2. Prohíbe la expresión de sentimientos que supongan algo distinto a lo que ella considera bueno, en ese sentido, es emocionalmente invasiva al "dirigir" la respuesta emocional de sus hijos por el carril que ella supone correcto.
  3. De manera consciente o inconsciente, busca la forma que sus hijos la necesitan. Para que eso se logre sus hijos tienen que de alguna forma estar indefensos o tienen que ser protegidos. Lo que busca es protegerlos y cuidarlos, en otras palabras, dejarlos en situación permanente de dependencia.
  4. Uno de sus temores es que sus hijos quieran hacer su propia vida, lo que ella considera un acto de rebeldía o de desagradecimiento de parte de sus vástagos. Eso puede durar toda la vida, incluyendo la etapa de adultos. Es la no aceptación del crecimiento de los hijos.
  5. Debido a su inseguridad uno de sus miedos más acendrados es que sus hijos amen a otras personas, por eso protagoniza episodios de celos abiertos o encubiertos. Ve con terror la independencia emocional de sus hijos y se convierte en boicoteadora de los mismos. En este caso, habría una "castración" del desarrollo libre del amor y de las emociones.
  6. Un elemento a tomar en cuenta es que el entorno suele calificar a estas madres como "sobreprotectoras", "controladoras", "manipuladoras", "chantajistas" o "asfixiantes", todas expresiones que de un modo u otro reflejan que se está ante la presencia de una persona con un serio problema afectivo.
El mito de "sólo" madres viudas o solteras

Es evidente que este fenómeno se da especialmente entre madres que por una razón u otra tienen que criar hijos solas. Madres solteras, viudas o divorciadas. No obstante, el fenómeno se da también en mujeres casadas y con pareja estable. En esos casos, son madres con mucha fuerza que monopolizan la relación de pareja y terminan haciendo su voluntad, no sólo en la vida de sus hijos, sino también con sus cónyuges o parejas sentimentales. Es decir, también se da la presencia de este tipo de madres ante varones pasivos o dominados que han dejado que la relación paritaria o de mutualidad, ceda a un tipo de vínculo desequilibrado donde uno manda y otro obedece.  Se llama "el padre castrado".

En suma, la "madre castradora", protege, cuida, guía, orienta, suple, dirige, pero el precio a pagar es que el hijo o la hija pierde sus alas para volar y debe mantenerse permanentemente atado al nido. Es el pago por el cuidado y ellas lo hacen prevalecer, es la extorsión afectiva llevada a su máxima expresión.

¿Dónde está el equilibrio?

Desde que Sigmund Freud esbozó el concepto se ha publicado mucho al respecto. Cómo ya se señaló en este artículo, es difícil establecer el equilibrio.Probablemente, lo que va haciendo falta en una cultura que ha tendido a sacralizar la labor de la madre, en desmedro del padre, es buscar la manera de educar para que tanto la madre como el padre entiendan que ambos, tienen una función esencial en la formación de un hijo o hija. La sobre exaltación de la madre provoca que muchos varones se replieguen en su función paterna y se conviertan sólo en proveedores pasivos.

Educar para la paternidad debe incluir el concepto de que la familia emocionalmente sana tiene a una madre y un padre, ocupados en lograr que sus hijos crezcan y vuelen, sin que entre ellos exista competencia, rivalidad o celos. Al contrario, es una tarea conjunta.

Conclusión

Muchas madres no se comportan de forma tóxica a propósito. En ocasiones las causas de ese comportamiento se hallan en la infancia que ellas mismas tuvieron. Cuando profundizamos un poco en su historia, encontramos que durante su niñez fueron controladas en exceso por sus progenitores o que estos las humillaban, maltrataban o se mostraban distantes emocionalmente. Pero en esta ocasión la víctima se convierte en verdugo. En otros casos, las conductas de las madres tóxicas se deben simplemente a determinados rasgos de su personalidad.Por ejemplo, puede tratarse de mujeres tan dominantes y fuertes que necesitan mantener todo bajo control, de personas que piensan que expresar los sentimientos es un signo de debilidad y prefieren marcar las distancias emocionales o de madres narcisistas demasiado volcadas sobre sí mismas. En cualquier caso, en la base de esos estilos educativos casi siempre existe una gran inseguridad ya que esos comportamientos son una forma para reafirmarse y ganar en seguridad.

Seguirán apareciendo en la literatura y en el cine las imágenes terroríficas de las "madres castradoras", sin duda como reflejo de lo que muchos observan en sus propias madres. No obstante, es necesario que la sociedad entienda el rol de una madre equilibrada que sustenta, cuida, protege y guía, pero sin considerarse dueña de sus retoños, sino como parte de un proceso normal donde su función es guiarlos, así como hacen las águilas, donde el macho y la hembra, emprenden juntos la tarea de enseñarles a sus aguiluchos a volar para que abandonen el nido.

Se sugiere:

1).- Confrontarla. Piensa claramente qué es lo que te molesta, cita a tu madre en un entorno neutral, usa declaraciones que contengan la palabra “yo” durante la conversación, sé amable, aprende a defender tu posición, cede un poco.
2).- Modificar tu pensamiento. Abandona las expectativas, deja de tratar constantemente de complacerla, abstente de aceptar dinero, establece límites, aléjate un poco.
3).- Manejar interacciones diarias. Recuérdate a ti mismo que tienes el control de tu vida, toma sus comentarios como un consejo, no como una ley.  Reconoce sus buenas ideas y dale las gracias por ellas, construye un espacio personal, expresa tus deseos clara y coherentemente, fíjate en los patrones de la conducta de tu madre, recuerda que su deseo de controlarte se basa en el amor.
4).- Es importante que rompas el ciclo de la toxicidad, céntrate en lo que puedes controlar, blíndate contra las emociones negativas, sé asertivo y fomenta la comunicación.

Quizás, una vez que tu madre vea las consecuencias de su problema, ella pueda entender tu perspectiva del asunto.


lunes, 20 de agosto de 2012

Encuentro y Desencuentro (Adiccion)

La problemática de la reinserción social en adicciones nos convoca a preguntarnos por los desafíos de la vida.
Los programas organizados para adictos han sido y son de gran valor para la recuperación de jóvenes. Sin embargo, no podemos dejar de reconocer los problemas que surgen al finalizar la etapa de residentes, cuando los jóvenes deben reintegrarse a su medio (familia, amigos, trabajo, etc.), en un proceso al que llamamos “reinserción social”. Es en esta etapa cuando el trabajo con la familia o pareja se hace imprescindible, si bien no se deja nunca de lado al adicto en vías de reinserción.

En realidad son muchos los obstáculos a vencer en este proceso, pero hoy aquí he decidido delimitar en forma breve lo que afecta a la pareja.
Hay que reconocer tres puntos esenciales:
En primer lugar, las diferencias estructurales existentes entre ambos sexos. En segundo término, el modo diferente de socialización entre hombre y mujeres. Y por último entender que encuentro, desencuentro y re-encuentro es un proceso dialéctico que se da en cualquier pareja, pero que se hace más difícil de transitar si a los problemas comunes le sumamos la adicción de alguno de los dos, sea el hombre o la mujer.
Uno 

Para establecer las diferencias estructurales es necesario tener en cuenta las distinciones entre varones y mujeres, comenzando por las consecuencias psíquicas que implican las diferencias anatómicas. Con el fin de poder desarrollarlo hemos rastreado algunos trabajos de Freud que nos van a permitir entender las diferencias estructurales a partir de los distintos caminos que deben transitar los niños y las niñas. 

Para ambos el primer objeto de amor es la madre y esto se basa en las primeras vinculaciones que tiene el lactante con la persona que lo alimenta, lo cuida, lo limpia, lo viste, etc. Esta vinculación que se va dando durante los primeros años de vida nos permite por un lado, crecer y desarrollarnos y por otro nos brinda la posibilidad para la constitución de un yo mas fuerte y de una imagen totalizadora, superando así el estado de indefensión, desamparo y desmembramiento con el que nacemos.

Pero las diferencias se hacen notorias recién en la etapa fálica, a partir del reconocimiento de los genitales masculinos, y esto se da generalmente cuando la niña observa los genitales (pene) en un hermano o un compañero de juegos y lo compara con el suyo (clítoris). Tenemos que tener en cuenta para comprender esta etapa que ambos, tanto niñas como niños, obtienen satisfacción con el frotamiento o toqueteo de sus genitales (actividad masturbatoria). 

Ahora bien, Freud dice que hay un contraste en la conducta de ambos ante estas diferencias anatómicas:

  • El varón, al descubrir la región genital de la niña, se muestra indeciso, poco interesado, no ve nada o repudia su percepción. Recién mas adelante, ante una amenaza de castración, va a re-significar su descubrimiento.
  • Para la niña la reacción es otra. Se muestra interesada por su descubrimiento, y adopta su propio juicio: lo ha visto, sabe que no lo tiene, y quiere tenerlo.

Lo que estamos describiendo es lo que Freud denomina “complejo de castración” el cual determina distintas consecuencias en el complejo de Edipo de ambos sexos.
Ya dijimos que el primer objeto amoroso del varón es la madre y lo mantiene incluso en esta fase, cuando se intensifica la rivalidad con el padre, a quien quiere sustituir. Pero ante la re-significación de la amenaza de castración en el varón al descubrir los genitales femeninos, aparece un conflicto en donde prevalece el interés narcisista, es decir, la conservación de sus genitales, por sobre la carga amorosa en el objeto materno. Paulatinamente el niño se aparta del complejo de Edipo, las cargas de objeto quedan abandonadas y se sustituyen por identificaciones al padre.

Para la niña el recorrido de esta etapa es más complicado. Ya dijimos que para ella también es en la figura de la madre donde convergen las primeras cargas de objeto. Pero ante el reconocimiento de la diferencia de sus genitales con el de los varones se siente disminuida, en desventaja, y hace responsable a su madre de su condición. Esto le va generando sentimientos hostiles hacia ella y varios reproches, lo que desencadena en un apartamiento de la figura de la madre como objeto amoroso dando lugar a la evolución que conduce a la niña a una actitud femenina normal. Toma al padre como objeto, se orienta hacia él, con la expectativa de obtener el pene que la madre le ha negado. Pero la situación femenina se constituye cuando el deseo de tener un pene es sustituido por el deseo de tener un hijo. Por otro lado va abandonando la actividad de excitación clitoridiana e irá reconociendo de a poco su otra zona erógena que es la vagina. Es decir, lo más satisfactorio es que la niña, futura mujer, en este recorrido cambia de objeto y de zona.

Otra distinción a tener en cuenta es que la niña juega en la misma figura sus sentimientos de amor y de hostilidad, mientras que en el niño se bifurcan, resuelve su ambivalencia transfiriendo la hostilidad a la figura del padre.

Una característica mas a destacar es que en el varón no se puede precisar su entrada en el complejo edípico pero sí la situación de su apartamiento, mientras que en la niña es exactamente al revés: se puede determinar su entrada y se supone que su resolución se irá dando con la transferencia a otros objetos amorosos y con su maternidad

Por último, debemos decir que en el tratamiento con mujeres es importante tener en cuenta las vinculaciones con su madre que constituyen lo pre-edípico y determinan de que manera y forma se fue resolviendo o no la ambivalencia de sus sentimientos.
Dos

El segundo punto es la diferente socialización que se realiza según el sexo.
La mujer es educada como madre incondicional, es decir, se pone énfasis en la ayuda que deben brindar a sus compañeros y a sus hijos aún a costa de sus sentimientos de postergación. Se la toma así como un medio útil en consecución de fines para otros y se llega de esta forma a un abuso que ya no es simplemente de quien vive con ella, sino social, ya que si no logra cumplir con este mandato sufre una condena y es socialmente marginada.

En lo que refiere al tratamiento de una adicción, por ejemplo, es un hecho que los grupos de mujeres han llegado a ser un pilar muy eficaz en la rehabilitación de sus esposos o novios, ya que los ayudan a revisar conductas, pero aún en este caso esto es posible porque se apela a su sensibilidad y se da por sentado el hecho concreto de que ellas los acompañan en el recorrido de su tratamiento.

En cuanto a sus propios problemas de adicción, vamos a aclarar que la mujer, a diferencia del hombre, inicia su conducta adictiva o entra en el mundo de la droga porque tuvo que ver con un otro, o mejor dicho, con un él significativo, hecho que los traficantes conocen y del que se aprovechan utilizando a jóvenes para que seduzcan a jovencitas y las induzcan al consumo. Luego, salvo excepcionalmente, no son acompañadas por sus parejas a lo largo de su tratamiento, dado que socialmente no se espera esa actitud de un hombre, y su rehabilitación se produce casi siempre en función de una nueva pareja.

El hombre, por su parte, es educado para ser activo y exitoso, se lo convoca a ser el gran proveedor y no se acepta su sensibilidad ni debilidad. Se le pide que controle todos sus impulsos y no se le perdonan sus excesos emocionales. Esta exigencia social es, precisamente, la que genera su adicción, ya que en muchos casos su estructura no puede soportar tal nivel de demanda. Más aún, muchas veces su adicción pasa desapercibida si el consumo lo ayuda a cumplir con el rol esperado, sin pensar que del uso de la droga se pasa al abuso y luego a la adicción.

Ahora bien, en casos de adicción tanto hombre como mujeres es necesario que se responsabilicen de sus conductas, que se suman y revisen sus acciones para luego encontrarse con el otro desde un lugar mas reflexivo, con autocrítica y controlando los propios impulsos. Pero el que acompaña a un adicto también se ve involucrado en este proceso y surgen inconvenientes, porque es necesario acompañar al otro sin postergarse, sin anestesiar los propios malestares. Por lo tanto, es preciso desarrollar habilidades, capacidades, participaciones alternativas basadas en la reflexión para lograr mantener el vínculo. De ahí la importancia del trabajo con novias y esposas.

Las mujeres, a través de los grupos, comienzan a cuestionarse y correrse de un lugar para no sostener como una madre al hombre, pero sí para acompañarlo. Pareja refiere a algo que esta en paralelo, es decir, que no se cruza, no se apelmaza. En todo caso podemos ver al otro como una imagen que nos complementa, pero que no por eso deja de ser un individuo único, distinto e irrepetible. En este movimiento algunas mujeres deben modificar sus conductas altruistas de entrega para lograr un equilibrio y otras deben aprender a salir del lugar de queja o demanda en el que se ubicaron durante la adicción de su novio o esposo. Es común escuchar en el consultorio a un hombre comentar acerca de la recriminación constante de la mujer, o bien el énfasis sobre lo soportado durante la adicción ya superada, o la especulación con los hijos. Y uno se pregunta: ¿Qué reclama? Y ¿Por qué? Es cierto que la mujer ha adquirido en los últimos tiempos mas espacios, derechos y reconocimiento, pero sin dejar el peso de las demandas ancestrales. Ej: trabajo + familia + casa. Y no logra encontrar un equilibrio ya que ha sufrido por mucho tiempo su postergación, e incluso podemos decir que sufrió pasivamente la actividad masculina (hombre: público – mujer: privado). ¿Y ahora? ¿Será que hace activo lo que sufrió pasivamente, aquel primer mecanismo de defensa adquirido por el ser humano del que nos habla Freud? ¿Qué exige? Quizás si comprende que su victimización es un fenómeno sostenido por las pautas culturales y no por su compañero o el hombre que tiene al lado se pueda avanzar en este terreno. Estamos en una sociedad que estereotipa el género. Es necesario democratizar los vínculos sin que se basen en un ejercicio de poder o de envidias. ¿Cómo? En este caso evitando atribuir al adicto toda la responsabilidad para sentirse a salvo y sin tampoco querer sostener a costa de uno mismo una relación.
Tres

Muchas veces las parejas se entraman junto con la adicción y una vez dado el proceso de rehabilitación ambos se re-encuentran y les espera un arduo trabajo basado en el respeto, la autocrítica y la reflexión. Así llegamos al tercer punto a tener en cuenta. El tratamiento acentúa desencuentros en la pareja para dar lugar a re-encuentros y así consolidar un nuevo encuentro, y aquí es donde nos preguntamos por el desafío de la vida en tanto cuestionarse y dudar para lograr constituir, sostener y crecer en pareja. 

El psicoanálisis nos enseña que la elección de objeto puede seguir dos normas diferentes: Puede inspirarse en el modelo primitivo infantil al que se lo llama tipo de apoyo o "anaclítico", y conforme a este modelo se busca a la mujer nutriz o al hombre protector. Puede ser de carácter "narcisista" buscando y encontrando en otras personas al propio yo.

En cualquier caso, todo encuentro en pareja se da desde lo imaginario porque uno busca en el otro una imagen que lo complemente. J. David Nasio dice: "El amado es sin duda una persona, pero es en primer lugar y por sobre todo esa parte ignorada en inconsciente de nosotros mismos que se desmoronará si la persona desaparece". Y esto es así porque en el encuentro con la persona amada en forma recíproca el otro nos devuelve una imagen, o sea nos da un reflejo en el espejo. Ahora bien, a la persona que elegimos le atribuimos diversos ideales (Ej: enamoramiento) y eso constituye la imagen inconsciente del ser amado. Cuanto mas excesivos son estos ideales, con el correr del tiempo mayor será la insatisfacción que el otro nos genere.
Para ejemplificar nombraremos algunos ideales típicos que uno suele depositar en la pareja:

  • Mi elegido debe ser único e irremplazable.
  • Debe permanecer invariable o bien modificarse cuando yo lo requiero.
  • Debe sobrevivir a la pasión de mis sentimientos, ya sean de exagerado amor u odio destructivo.
  • Debe depender de mi amor, dejarse poseer y satisfacer mis caprichos.
Todas estas son expectativas tan excesivas que de pretenderlas no pueden mas que acentuar la distancia entre la satisfacción soñada del deseo y su satisfacción real, efectiva.
Por otra parte, es necesario que los ideales no se concreten, ya que es precisamente la diferencia entre lo posible y lo ideal la que genera el motor del deseo y la posibilidad de sostener una pareja.
Uno de los retos que aquí propongo es la consideración en un tratamiento, de los criterios de salud desde la tarea psicoanalítica sin dejar de tener en cuenta la dimensión socio-histórica que cobra vigencia al estudiar la subjetividad. Toda subjetividad es emergente de un proceso cultural dado por la época en que se vive y hoy la femineidad y la masculinidad se encuentran en período de mutación y dado que los vínculos son dialécticos, cambiantes, no proponemos una mirada monolítica que sea de una vez y para siempre un ideal congelado. Como psicoterapeutas buscamos una actitud de apertura y acompañamiento de los pacientes en la búsqueda de modalidades vinculares diferentes que no sean estereotipadas para que su reinserción sea lo mas fructífera posible.
Para terminar quiero compartir una frase de Nasio. El refiere a la paradoja insuperable del amor:

"Pese a ser una condición constitutiva de la naturaleza humana, el amor sigue siendo la premisa insoslayable de nuestros sufrimientos. Cuanto más se ama, mas se sufre."

viernes, 17 de agosto de 2012

El Perdón

Reflexión


Cuando crezcas, descubrirás que ya defendiste mentiras, te engañaste a ti mismo o sufriste por tonterías. Si eres un buen guerrero, no te culparás por ello, pero tampoco dejarás que tus errores se repitan.

El perdón es una expresión de amor. El perdón libera de ataduras que amargan el alma y enferman el cuerpo.


- Muchos de nuestros intentos de perdón fracasan pues confundimos esencialmente lo que es perdonar y nos resistimos ante la posibilidad de empequeñecer los eventos ocurridos u olvidarlos.

- El perdón no es olvido, no es olvidar lo que nos ocurrió.

- No significa excusar o justificar un determinado evento o mal comportamiento.

- No es aceptar lo ocurrido con resignación.

- No es negar el dolor.

- No es minimizar los eventos ocurridos.

- No significa que estés de acuerdo con lo que pasó, ni que lo apruebes.

- Perdonar no significa dejar de darle importancia a lo que sucedió, ni darle la razón a alguien que te lastimó. Simplemente significa dejar de lado aquellos pensamientos negativos que nos causaron dolor o enojo.

 - Creemos erradamente que el perdón debe de conducirnos inexorablemente a la reconciliación con el agresor.

 - Pensamos que perdonar es hacernos íntimos amigos de nuestro agresor y por tal motivo lo rechazamos.

 - No implica eso para nada, el perdón es UNICAMENTE PARA TI y para nadie más.

 - No hay que esperar que la persona que nos agredió cambie o modifique su conducta pues lo más probables es que ésta persona no cambie y es más, a veces se ponen hasta peor.

 - El perdón se basa en la aceptación de lo que pasó.

- La falta de perdón te ata a las personas desde el resentimiento. Te tiene encadenado.

- El perdón se debe de realizar "sin expectativas" sin esperar que nada suceda.

- Si esperamos que el agresor acepte su error, estaremos esperando en vano y gastando nuestro tiempo y nuestras energías en una disculpa que jamás llegará.

 - Si estamos esperando esta reacción, luego de haber perdonado, pues realmente no perdonamos de corazón pues seguimos esperando una retribución, un resarcimiento.

- Seguimos anclados en el problema, en el ayer, queriendo que nos paguen por nuestro dolor.

- Entonces no hemos perdonado, y quien tiene el control de nuestra vida es el EGO. El ego que quiere a toda costa castigar o cobrar al agresor.

- No existe nada ni nadie que pueda resarcir el dolor ocasionado en el pasado, el pasado no tiene cómo ser cambiado.

 - Ningún tipo de venganza o retribución podrá subsanar los momentos de tristeza y desolación que vivimos, lo mal que nos sentimos.

 - Al esperar una disculpa, que se acepte el error; nada de eso cambiarán los hechos, lo ocurrido en el pasado, sólo estaremos queriendo alimentar nuestro ego, nuestra sed de justicia mal enfocada.

 - La falta de perdón es el veneno más destructivo para el espíritu ya que neutraliza los recursos emocionales que tienes.

 - El perdón es una declaración que podemos y debemos renovar a diario.

 - Muchas veces la persona más importante a la que tienes que perdonar es a ti mismo por todas las cosas que no fueron de la manera que pensabas.

 - Perdonando desde nuestro corazón, logramos mirar los hechos tal y como sucedieron y luego decidimos dejarlos ir, dejarlos en el ayer.

 - Aceptamos que somos APRENDICES: Que la lección ya se encuentra aprendida y que hemos logrado vencer las circunstancias negativas que nos tocaron vivir.


"Perdona para que puedas ser perdonado.  Recuerda que con la vara que mides, serás medido".

jueves, 16 de agosto de 2012

Una Entrevista Exitosa de Trabajo

Claves que ayudaran a abrirse camino en su búsqueda de trabajo
Las entrevistas le brindan la oportunidad de demostrar su competencia ante el empleador, de modo que vale la pena estar bien preparado.

El empleador está buscando lo que usted puede ofrecer a la compañía: sus aptitudes, habilidades, conocimiento y vitalidad.
Para realizar una entrevista eficaz, es necesario que se comunique eficazmente mediante las palabras, el tono de voz e imágenes visuales positivas. De esta manera, el empleador receptará un mensaje con niveles de seguridad, credibilidad, honradez, inteligencia, experiencia y educación adecuados para el trabajo.


La información de este blog le brinda algunas pautas útiles para lograr una entrevista exitosa.
¿Se siente "excluido" del mercado laboral? Hay muchos elementos que entran en juego a la hora de realizar una búsqueda de trabajo exitosa: investigación, confección del currículum vitae, llenado de formularios de solicitud, entrevista y seguimiento. La entrevista de trabajo le brinda la oportunidad de poner en evidencia sus puntos fuertes clave. Abra las puertas a una entrevista exitosa siguiendo estos puntos clave:
  • Planifique y prepárese meticulosamente.
  • Presente sus puntos fuertes con claridad.
  • Esté preparado para las preguntas.
  • Realice un seguimiento eficaz.
Infórmese acerca de la compañía u organización que lo entrevistará. Al empleador le causará muy buena impresión que usted haya dedicado tiempo a investigar sobre la compañía, lo cual, además, ahorrará al entrevistador el tiempo que le significaría relatar la historia de la empresa.
Averigüe todo lo que pueda acerca de ella. ¿Qué hace o produce? ¿Cuánto hace que está operando? ¿Cuál es el mercado de sus servicios o productos? ¿Cuán estable es? ¿Qué cualidades busca en sus empleados?
Puede encontrar respuestas a éstas y otras preguntas en material publicado por la compañía, la biblioteca local, asociaciones empresariales, archivos de periódicos locales o empleados de la compañía
Ésta es, además, su oportunidad para evaluar las posibilidades de empleo de la compañía. El primer día o semana de trabajo no es el momento indicado para enterarse de los inconvenientes que lo harán sentirse mal por la elección realizada.
Asimismo, debe averiguar, si es posible, el nombre de la persona que lo entrevistará. Luego repítaselo hasta estar en condiciones de recordarlo fácilmente durante la entrevista. También debe saber de antemano, de ser posible, si el entrevistador será su nuevo jefe, en caso de que lo contraten.
Piense en usted: el tipo de persona que es, las cosas que realmente le interesan, las cosas que hace bien (y las que no hace tan bien), su capacitación y experiencia, lo que le gusta y lo que no le gusta y sus metas laborales.
Prepare el material de modo que se sienta preparado para la entrevista. Lleve consigo una copia de su currículum vitae y de sus referencias. Asegúrese de preparar preguntas para hacer al empleador. Si corresponde, lleve muestras de su trabajo, expedientes académicos o copias de cartas de recomendación. Y, por supuesto, asegúrese de tener la dirección y hora correctas de su cita.
El aspecto y la vestimenta son factores importantes, y a veces fundamentales, que influyen en la decisión del empleador.
Si bien en nuestra sociedad actual hay una aparente tendencia hacia una mayor libertad de expresión, muchos empleadores tienen códigos de vestir
Para la mayoría de los empleadores, la primera impresión es la que cuenta. Un aspecto desalineado y descuidado durante la entrevista hace que muchos postulantes sean rechazados.
A continuación presentamos una lista para tener en cuenta antes de una entrevista de trabajo:
  • Peinese bien  o arregle adecuadamente su cabello.
  • Aféitese bien.
  • Evite el consumo de tabaco, alcohol y alimentos muy condimentados, tales como la cebolla o el ajo, antes de la entrevista.
  • Cepíllese los dientes y tenga aliento fresco.
  • Use ropa limpia. Vaya impecable.
  • Asegúrese de que la ropa esté planchada y en buen estado.
  • Lustre los zapatos.
  • Asegúrese de tener la cara, las manos y las uñas limpias.
Presente sus puntos fuertes
La forma más eficaz de presentar sus puntos fuertes en una entrevista de trabajo es decir al empleador lo que usted puede hacer por él o ella y luego probarlo mediante ejemplos específicos y detallados de cosas que haya realizado con anterioridad. A continuación se presentan los pasos necesarios para desarrollar respuestas sólidas que convencerán a su posible empleador de que usted es la persona indicada para el trabajo.
Piense cuáles son las habilidades, aptitudes, experiencias, capacitación y actitudes que el posible empleador pueda desear y necesitar. Piense qué puede ofrecerle usted según esos deseos y necesidades. Esto constituirá sus puntos fuertes. Piense en ejemplos específicos de su experiencia que demuestren sus puntos fuertes relacionados con el trabajo.
Mencione ejemplos de problemas, situaciones, habilidades y desafíos específicos que prueben sus aptitudes, habilidades y actitudes relacionadas con el trabajo.
Incluya detalles concretos de personas, fechas, lugares, situaciones, maneras y motivos.
Si es posible, use cifras para mostrar al empleador la cantidad, la frecuencia, el tiempo, la rapidez, etc. Dé ejemplos breves (que no lleguen a un minuto) y asegúrese de que estén relacionados con el trabajo.
Muestre los resultados de sus acciones que beneficiaron a los empleadores.
¿Usted?:
  • aumentó las ventas?
  • disminuyó los costos?
  • mejoró la calidad?
  • redujo el tiempo de producción?
  • mejoró la satisfacción del cliente?
  • ahorró dinero (etc.)?
Los ejemplos específicos de sus logros pasados permitirán al empleador pronosticar qué puede usted conseguir en el futuro. Ésta es la clave para presentar sus puntos fuertes.
Esté preparado para las preguntas
Las preguntas que se le harán variarán según el empleador. Sin embargo, hay algunas preguntas estándar que la mayoría de los entrevistadores realizan.
Dos preguntas abiertas que los empleadores frecuentemente utilizan para hacer que los postulantes hablen son: "Hábleme de usted" y "¿En qué puedo ayudarlo?" Estas preguntas pueden ser difíciles de responder porque son muy amplias. Su objetivo debe ser evitar la tentación de dar una respuesta general. En cambio, oriente su respuesta para mostrar al empleador cómo usted está calificado para el puesto. Concentre su respuesta en sus puntos fuertes (habilidades y aptitudes personales) que se relacionan directamente con el empleo disponible.
Responda a todas las preguntas en forma breve y específica. Si bien algunas preguntas pueden ser discriminatorias, usted puede contestarlas. Recuerde que en todos los casos debe responder proyectando la mejor imagen posible de su persona. Siempre trate de relacionar las preguntas con el trabajo para el que se postula.
La mejor forma de relajarse y acrecentar la confianza en usted mismo es: ¡practicar, practicar y practicar!
Preguntas frecuentes en las entrevistas
Pregunta: háblame de usted.
Respuesta: Indique honradez, estabilidad, intereses y habilidades relacionadas con el trabajo y otras cualidades positivas.
Pregunta: ¿Cuáles son sus planes para el futuro?
Respuesta: Exprese su deseo de obtener más experiencia en el trabajo. Mencione que quiere llegar a ser un empleado valioso para la compañía. Si ha escuchado que es una empresa para la cual es bueno trabajar, dígalo.
Pregunta: ¿Ha realizado este tipo de trabajo con anterioridad?
Respuesta: Nunca responda que no. Mencione tipos de tareas similares en su formación, capacitación o experiencia remunerada y no remunerada. Refiérase a su capacidad para aprender rápidamente o su aptitud para ese tipo de trabajo.
Pregunta: ¿Por qué desea trabajar aquí?
Respuesta: Afirme su interés en la compañía y sea positivo cuando responda. Debe incluir los siguientes aspectos:
  • La buena reputación de la compañía dentro de la comunidad.
  • El orgullo que le daría poder decir que trabaja allí.
  • La honestidad del empleador.
  • La forma en que la compañía valora a los buenos empleados.
  • Condiciones de trabajo agradables.
Lo importante es mencionar que le gusta este tipo de trabajo y que siente que puede hacerlo bien.
Pregunta:
¿Qué tipo de máquinas, herramientas o equipos sabe usar?
Respuesta:
Su respuesta debe incluir toda la información sobre cualquier máquina que se relacione con ese trabajo y también todas las aficiones que requieren las habilidades necesarias para el puesto. Debe conocer el nombre de todos los tipos de equipo que haya operado.
Pregunta:
¿Puede trabajar bajo presión y con plazos de entrega?
Respuesta
Si el empleador le hace esta pregunta, probablemente significa que esto es parte del trabajo. Su respuesta debe asegurar al empleador que usted sí puede trabajar bajo presión y con plazos de entrega. Debe mencionar ejemplos de trabajos anteriores o de experiencias relacionadas en los que haya tenido que trabajar en dichas condiciones. Por ejemplo, si ha trabajado en un restaurante, puede mencionar las presiones de la hora del almuerzo en que tuvo que atender a muchos clientes en un corto período de tiempo. Dígale al empleador que siempre pudo realizar el trabajo sin ponerse nervioso.
Si ha sido estudiante, puede mencionar que a menudo tuvo que trabajar bajo la presión de terminar informes antes de determinada fecha o que tuvo la presión de estudiar para exámenes y rendirlos. O si trabajó en cualquier tipo de puesto de producción, puede mencionar que frecuentemente tuvo que satisfacer pedidos en poco tiempo o realizados con poca antelación y que siempre pudo realizar el esfuerzo adicional necesario para cumplir con el plazo de entrega.
Pregunta:
¿Por qué abandonó su último empleo?
Respuesta:
Si fue por una razón legítima, sea breve y concreto. Diga que la compañía pasaba por un período de desempleo y que usted no tenía la suficiente antigüedad. Cualquiera haya sido la razón, una sola explicación bastará.
Si fue por una razón que deja que desear (por ejemplo que usted fue despedido), explique de un modo positivo cómo la situación se ha corregido.
No diga nada negativo acerca de su empleador anterior. Tampoco diga que dejó su trabajo porque no se llevaba bien con su jefe. El entrevistador quizás opere con la otra compañía y/o tenga amigos en ella. Además, es demasiado fácil para un empleador suponer que si usted no se llevaba bien con su jefe anterior, tampoco lo hará con el nuevo.
Mencione todas las cosas buenas de su último trabajo, aunque no le haya gustado trabajar allí. Si dice cosas negativas de su último empleo, el entrevistador puede pensar que también hablará mal de esta compañía y tal vez no lo contrate por esa razón.
Pregunta:
¿Qué pensaba su empleador anterior de su trabajo?
Respuesta:
Lo mejor es entregar una copia de una carta abierta de recomendación. Si no la tiene, simplemente diga que siempre se llevó bien con su empleador y que si se comunica con esta persona, está seguro de que le dará una buena recomendación.
Si piensa que no dará una buena recomendación, sea breve y positivo cuando explique las razones.
Pregunta:
¿Qué objetivos tiene para su carrera profesional?
Respuesta:
Señale su deseo de aprender cosas nuevas, obtener más experiencia y realizar su aporte personal a la compañía. Si sabe que la empresa es un lugar donde se puede hacer carrera, mencione su deseo de aprender bien su trabajo y de eventualmente llegar a ocupar un puesto de mayor responsabilidad dentro de ella. Si no conoce las políticas de ascensos, no mencione ningún puesto al que espera ascender porque el empleador puede pensar que a usted no le satisface la vacante disponible. En cambio, simplemente diga que espera llegar a ser la mejor persona que la compañía tiene en esa área.
Pregunta:
¿Cuánto tiempo planea permanecer en esta compañía?
Respuesta:
Simplemente diga que no está planeando mudarse, casarse, tener hijos, ni volver a estudiar, etc., y que, dado que no ve ninguna razón por la cual no pueda permanecer en la compañía durante muchos años, espera ser muy feliz con ese trabajo.
Pregunta:
¿Cuáles son sus expectativas respecto del salario?
Respuesta:
Según sea el trabajo, su competencia y confianza en usted mismo:
  1. diga que le parece que cualquier sugerencia del empleador sería justa si se tiene en cuenta su experiencia, competencia y el índice salarial fijo de la compañía;
  2. mencione al empleador un espectro salarial basado en su competencia, pero asegúrese de dejar en claro que esto es flexible y que depende de las tareas y responsabilidades del trabajo;
  3. pregunte al empleador cuál fue el espectro salarial que se pagó antes para este puesto.
De ser posible, haga que el empleador le ofrezca el trabajo antes de discutir la remuneración. Tenga cuidado de no mencionar un salario por debajo o por encima del índice estándar. Si menciona una cifra inferior, puede terminar percibiendo menos de lo que se le iba a pagar. Si menciona una cifra superior, puede no obtener el empleo.
Pregunta:
¿Cuál es su punto más fuerte?
Respuesta:
Mencione algo que se relacione con ese trabajo y explique de qué modo ello podría ser de utilidad para la compañía. Usted debe procurar presentarse como un buen empleado (puntual, eficiente, organizado, que trabaja hasta cumplir con sus obligaciones, que se enorgullece de su trabajo, etc.).
Pregunta:
¿Cuál es su punto más débil?
Respuesta:
Transforme un punto débil en uno fuerte. Ejemplos: "Termino un trabajo aunque ello signifique trabajar más horas" o "Tengo tendencia a ser demasiado organizado".
Pregunta:
¿Cómo se describiría?
Respuesta:
Señale atributos positivos que al empleador le gustaría que usted tuviera. Ejemplos: es cordial, honesto, puntual, eficiente, organizado, responsable, cooperador, trabajador, creativo, disciplinado, inteligente, vital, alegre. Nunca diga nada negativo.
Pregunta:
¿Qué sabe acerca de nuestra compañía?
Respuesta:
Su respuesta debe incluir información sobre la historia de la compañía y el producto o los productos que elabora o los servicios que presta. Para obtener información, consulte en la oficina de referencias de alguna biblioteca o en su Wisconsin Job Center.
Pregunta:
¿Qué ha hecho mientras estaba sin trabajo?
Respuesta:
Mencione las cosas constructivas que usted hizo, tales como estudios, trabajos voluntarios y trabajos temporales. Es necesario que dé la impresión de haber estado activo y no ocioso cuando estaba desocupado.
Pregunta:
¿Cuántos días faltó al trabajo o a la escuela el año pasado?
Respuesta:
Los registros de asistencia son importantes para los empleadores, de modo que si no está seguro del número exacto de días que perdió, dé un cálculo prudente. Si perdió días debido a una enfermedad determinada, diga al empleador que se ha recuperado y que por lo tanto ello no interferirá con su empleo. Es una buena idea presentar un certificado médico que dé fe de ello.
Pregunta:
¿A partir de cuándo estará disponible para trabajar?
Respuesta:
Exprese su disposición para comenzar lo antes posible. Si no está seguro de querer aceptar el puesto, establezca un tiempo razonable para informarle su decisión al empleador.
Pregunta:
¿Por qué deberíamos contratarlo a usted y no a otra persona?
Respuesta:
Explique todas las cualidades que tiene y que lo convertirían en una persona valiosa para la compañía. Por ejemplo:
  • buen registro de asistencia y puntualidad;
  • atributos personales, tales como amabilidad, honestidad y eficiencia;
  • competencia laboral y toda habilidad adicional que usted posea;
  • velocidad para trabajar con un muy bajo margen de error;
  • buena relación con los supervisores;
  • disponibilidad para trabajar horas extras.
También puede decir que le gusta este tipo de trabajo, que es bueno en él y que considera que trabajaría más que otras personas.
Pregunta:
¿Tiene alguna pregunta?
Respuesta:
Ésta es una pregunta frecuente entre los entrevistadores. Prepare algunas preguntas antes de la entrevista. Es una buena oportunidad para aclarar detalles, ver cómo funciona la empresa y mostrar su interés en ella y en el puesto.
Ejemplos de preguntas que puede hacer durante la entrevista:
  • ¿Voy a trabajar solo o con otras personas?
  • ¿Quiénes serán mis supervisores, ya sea directa e indirectamente?
  • ¿Cuáles son los mayores desafíos que considera puedo encontrar en esta compañía?
  • ¿Cuáles son las tareas y responsabilidades clave de este puesto?
  • ¿De qué manera piensa la compañía expandirse o crecer en los próximos años?
  • ¿Sería posible ver el área en la que voy a trabajar?
  • ¿Podría hablar con algunos empleados?
  • ¿Por qué esta compañía es un buen lugar para trabajar?
  • ¿Tiene algún folleto sobre la compañía que me pueda llevar?
  • ¿Existe un período de prueba?
  • ¿Quién evaluará mi desempeño? ¿Cuándo y de qué manera?
  • ¿Qué me podría decir sobre los nuevos productos o servicios que la compañía está pensando en lanzar?
  • ¿Qué posición ocupa la compañía dentro de la industria?
  • ¿Con qué desafíos se enfrenta esta compañía o este departamento?
  • ¿Podría describirme un día típico de trabajo?
  • ¿Qué lugar ocupa este puesto dentro de la estructura organizativa de la compañía?
  • ¿Cómo describiría el ambiente laboral de la compañía?
  • ¿Qué mejoras cree que podría realizar la persona que contrate?
  • ¿Por qué ha emprendido una búsqueda fuera de la compañía para que se ocupe este puesto?
  • ¿Es éste un puesto nuevo?
  • ¿Cómo describiría su estilo de liderazgo?
  • ¿Podría describir la relación entre este empleo y los objetivos generales de su departamento y de la compañía?
  • Mencione algunos de los objetivos más importantes que le gustaría que se lograran en este empleo.
  • ¿Fomenta la compañía la participación en proyectos comunitarios?
  • ¿Habrá horas extras o viajes?
  • ¿Qué beneficios ofrece la empresa?
  • ¿Dispone de algún plan de bonificaciones, opciones de compra de acciones, participación en las ganancias o cuentas de gastos?
  • ¿Cuál es la política de traslados dentro de la compañía?
  • ¿Qué oportunidades de crecimiento profesional se ofrecen?
  • ¿Por qué dejó este puesto la persona que lo ocupaba
  • ¿Qué puntos fuertes o capacidades debería poseer el candidato ideal para este puesto?
  • ¿Podría describir las tareas de este empleo?
  • ¿Cuántas personas ocuparon este puesto en los últimos dos años?
  • ¿Con qué tipo de equipos, máquinas y herramientas tendré que trabajar?
  • ¿Hay algo que pueda hacer o estudiar a fin de ir familiarizándome con el trabajo?
  • ¿En qué horario voy a trabajar en caso de que me contraten?
  • ¿Cuál es el pago normal aproximado para este puesto?
Para cerrar la entrevista de trabajo
Las personas recuerdan lo primero que ven y lo último que escuchan.
  • ¿Le parece que poseo la competencia que está buscando?
  • ¿Hay alguna otra cosa que le gustaría saber de mí?
  • ¿Hay alguna área en la cual considera que no alcanzo a cumplir con sus exigencias?
  • ¿Cuándo tiene pensado tomar una decisión sobre la contratación
  • Estreche la mano del entrevistador.
  • Diga al empleador que espera tener noticias suyas.
Cierre la entrevista de modo positivo.
Antes de que finalice la entrevista, diga al entrevistador que realmente desea el trabajo y que puede contribuir con la empresa.
Asegúrese de que el entrevistador tenga su número telefónico para que pueda localizarlo durante las horas de trabajo de éste por lo menos en los próximos días. Si usted actualmente tiene un trabajo, quizás desee establecer un horario en el cual pueda devolver las llamadas del entrevistador.
Preste atención al momento en que termina la entrevista y retírese en ese momento. No permanezca en la puerta realizando preguntas innecesarias.
Realice un seguimiento eficaz
  •  Después de dejar la oficina del entrevistador, tómese unos minutos para revisar y analizar mentalmente su nivel de desempeño. Vuelva a leer este folleto y decida qué debe hacer de modo diferente, si es el caso, en su próxima entrevista.
  • Además, después de la entrevista, envíe una nota o carta de agradecimiento al entrevistador lo antes posible. El objetivo de la nota o carta es repetir su interés en el empleo. También servirá para que el entrevistador lo recuerde y para causarle una impresión positiva.
  • La nota o carta puede estar escrita a mano o mecanografiada prolijamente en papel de carta común o con un membrete personal. Siempre dirija la nota o carta a la persona que lo entrevistó. Asegúrese de centrar el texto en el papel, aunque la nota o carta sea muy breve.
  • Si no ha tenido noticias del entrevistador después de un tiempo razonable, vuelva a verificar si no ha podido comunicarse con usted.
  • Aunque no le ofrezcan el trabajo, hágale saber a la compañía que sigue interesado en trabajar para ella y que le gustaría que lo consideraran para otras vacantes.
  • Agradezca la entrevista.
Qué hacer y qué no hacer en las entrevistas
Sus acciones, palabras y actitudes a menudo influyen en la opinión que los demás se forman de usted. Lo que haga o deje de hacer en la entrevista puede influir en la obtención del trabajo.
La siguiente lista de consejos le ofrece pautas de sentido común para la entrevista. También puede utilizarla en otras etapas de su búsqueda de trabajo.
Qué hacer:
  1. Obtenga información con anticipación acerca de la compañía u organización.
  2. Practique responder a preguntas difíciles, ilegales o "demasiado personales".
  3. Duerma bien la noche anterior, de modo que pueda estar mentalmente alerta para la entrevista.
  4. Vístase en forma adecuada y cuide su aspecto
  5. Lleve algo de dinero. Quizás lo necesite para realizar una llamada telefónica o para tomar un café.
  6. Lleve un currículum vitae de más, una lista de referencias, un anotador pequeño y una lapicera.
  7. Llegue de 10 a 15 minutos antes para usar el baño, encontrar las oficinas, prever problemas inesperados de tránsito y para RELAJARSE.
  8. Trate a todos los secretarios y recepcionistas con amabilidad (ellos son aliados importantes).
  9. Transmita entusiasmo. Sonría y estreche la mano con firmeza cuando se encuentre con el entrevistador o con algún otro empleado. Hable con claridad y en forma directa y varíe el tono de voz.
  10. Recuerde y pronuncie correctamente los nombres de las personas que conozca (o con quienes hable por teléfono).
  11. Siéntese derecho, haga buen contacto visual e inclínese levemente hacia adelante en el asiento. Muestre un interés amable y sincero por el trabajo y por el entrevistador.
  12. Responda en forma completa a las preguntas del entrevistador.
  13. Escuche al entrevistador. Esto evitará que vuelva a preguntar por temas que ya hayan sido tratados. Del mismo modo, tómese tiempo para aclarar toda pregunta que no comprenda.
  14. Venda su competencia, no su necesidad de empleo.
  15. Utilice las palabras "por favor" y "gracias" en los momentos adecuados. Aplique esta misma cortesía con toda persona involucrada en su búsqueda de trabajo.
  16. Haga preguntas durante la entrevista.
  17. Muestre interés por el trabajo diciendo: "Espero que me considere para este empleo" o "Estoy muy interesado en este puesto porque..."
  18. Agradezca al entrevistador cuando la entrevista finalice.
  19. Después de retirarse, anote sus impresiones acerca de la entrevista y qué podría hacer de un modo diferente la próxima vez.
  20. Después de la entrevista, realice una llamada telefónica de seguimiento o envíe una carta de agradecimiento.
Qué no hacer
  1. Llevar parientes, amigos o hijos.
  2. Hacer preguntas que sólo se refieran a la remuneración y a los beneficios.
  3. Actuar como si tuviera que obtener este empleo más allá de todo.
  4. Interrumpir. Si tiene preguntas o si necesita aclaraciones, espere a que se produzca una pausa lógica en la conversación y recién entonces hable.
  5. Hablar de asuntos personales (problemas o temas de salud o finanzas de índole personal). Concéntrese en su competencia para el trabajo.
  6. Criticar a empleadores o compañeros de trabajo anteriores.
  7. Utilizar excusas insustanciales, tales como: "Era demasiado trabajo" o "La gente con la que trabajaba era desagradable".
  8. Perder de vista el efecto que usted causa en el entrevistador.
  9. Mascar chicle, fumar, jugar con su cabello o acomodarse la ropa constantemente. Estas acciones definitivamente distraen la atención.
  10. Leer papeles o tocar objetos que se encuentren en el escritorio del entrevistador.
  11. Llevar algo voluminoso a la entrevista, como por ejemplo: libros, bolsas de compras o un maletín muy grande.
  12. Tomar notas durante la entrevista sin pedir permiso.