Motivos para mentir en la infancia
Dado que hay
múltiples maneras de mentir, también son numerosas las razones. Además de no
ser común que se analice la mentira que a menudo aparece en forma sorpresiva,
lo que provoca que las reacciones se conduzcan en el carril de la conducta
emocional, reservando a la racionalidad un papel nada protagónico; se tiene la
costumbre de mezclar situaciones revolviendo los conceptos, como es el caso de esconder
y mentir o dañar y ocultar, lo cual más allá de su claridad tiende a ocupar el
sitio del motivo de mentir. Cada acción mentirosa tiene su propia especificidad
como fuente; sin embargo, sí hay cierta recurrencia en los menores cuando se
lleva a cabo, como se muestra en la siguiente lista que detona la mentira:
1. Evitar ser
castigado.
2. Obtener algo que no
se podría conseguir de otra manera.
3. Proteger a los
amigos de problemas.
4. Protegerse a uno
mismo o a otra persona de algún daño.
5. Ganarse la
admiración o el interés de otro.
6. Evitar crear una
situación social embarazosa.
7. Evitar la vergüenza.
8. Mantener la
intimidad.
9. Demostrar el propio
poder sobre una autoridad.
Los rasgos a
manera de habilidades para mentir en un niño requieren de lo siguiente:
empatía; uso del lenguaje adecuado; control emocional; velocidad de pensamiento
y lenguaje y capacidad de planeación. Revelándose que si bien la mentira
frecuente tiende a provenir de coeficientes no siempre altos, sí es necesario
un conjunto de capacidades que de manera articulada llevan la mentira a la
tierra del éxito. El mentiroso común basa su continuidad en el logro.
Las reacciones
ante la mentira no son únicas, se sujetan a particularidades y contextos que se
conjugan con significados pre-existentes. Ante esto no está de más presentar
una breve tipología de las mentiras en los niños:
◦ Mentiras piadosas
◦ Mentiras sociales
◦ Mentiras relacionadas con
la autoridad
◦ Mentiras a los
progenitores / tutores
◦ Mentiras a los profesores
Desde luego que no
se desprenden de un carácter coloquial y quizá no es lo relevante, sino la
actitud que se asuma cuando se encuentre ante alguna de ellas, lejos de su
cancelación definitiva se pueden generar circunstancias favorables como es la
facilitación del diálogo, reglas con margen de flexibilidad y el aprecio mutuo.
De igual manera, el manejo emocional en el adulto, cuidar la radicalización de
las medidas; no se debe descartar el componente de negociación, aún en la
experiencia de la mentira. En niños pequeños la mentira se da como parte de su juego, como
viviendo su fantasía en la realidad.
Cierto es que no
debe privar la desconfianza en las relaciones humanas, aunque no es excesivo
reorganizar las observaciones hacia los hijos, especialmente en puntos como: su
entorno de amigos, el empleo del tiempo libre, sus experiencias de goce, el
papel de los medios electrónicos en él, comportamiento y desempeño escolar, sus
nociones de familia, emociones representativas, actitud ante las normas y sobre
todo considerar que el abandono de la mentira se vincula con el temor a la
desaprobación.
“La virtud de la
sinceridad, la tenemos que practicar continuamente, para que en los momentos
que tengamos que ponerla en practica, no se nos haga difícil hacerlo”.
Hay una frase muy
antigua que dice “la verdad os hará
libres”. Enseñar a nuestros hijos a no engañar, fingiendo otra cosa,
es una de nuestras primeras obligaciones. El padre promedio le dice a sus hijos
alrededor de 3000 "mentiras piadosas" durante su niñez.
¿Que hacer ante la
mentira?
Lo
primero que tenemos que hacer como padres o maestros es determinar qué tipo de
mentira es con la que estamos lidiando y, sobre todo, qué la está motivando. Si
no sabemos cuál es la causa de ese "auxilio" desesperado en el niño,
corremos el riesgo de equivocarnos en la intervención.
La actitud que
tengamos va a ser determinante. Será necesario:
·
Reaccionar con calma
aunque con severidad.
·
Felicitar o premiar
al niño que confiesa la verdad. Si lo castigamos a pesar de que ha confesado,
estamos reforzando su hábito de mentir (la próxima vez lo hará con más cuidado
para que no lo descubran...). Sólo en última instancia habrá que acudir al castigo.
·
Favorecer un
ambiente de confianza, en la que el niño se anime a contar sus travesuras y sus
errores. Que no sienta que cada vez que habla, hay consecuencias drásticas.
·
Estar alertas. Por
mucho que amemos a nuestros hijos, tenemos que aceptar que a veces fallan, que
no son perfectos e ideales como los hemos imaginado.
·
Lo ideal es que
estas condiciones se den a modo de prevenir.
Estos son los 10 Consejos a los padres, para que eduquen a sus
hijos en la sinceridad.
1. Siempre diga la
verdad delante de sus hijos, aunque le cueste hacerlo. Arreglar los
daños producidos por no haber dicho la verdad, suele ser mas costoso, que el
enfrentarse a la realidad de decir la verdad. Mas vale ponerse un día rojo de
vergüenza, que pasarse la vida colorado por haber mentido delante de ellos.
Nunca ponga a sus hijos en situación que les induzca a mentir o a engañar,
procure que en su casa haya un clima que favorezca el decir la verdad. Esta
virtud les servirá para toda la vida, si se han acostumbrado a practicarla
desde pequeños.
2. Si se entera de
alguna mentira de sus hijos, procure analizar los motivos que les impulsaron a
hacerlo. Es muy posible que su autoritarismo a ultranza, les haya
llevado a tomar una actitud de autodefensa o de miedo incontrolable y por eso
utilizan la mentira o las posiciones ambiguas, para no enfrentarse a los
padres. A los padres les interesa conocer la condición psicología que ha
producido la conducta mentirosa de los hijos.
3. Los padres deben
saber controlar sus posibles actitudes neuróticas, como la cólera exagerada,
reproches, amenazas, vigencia excesiva, etc., ante la simple posibilidad de la
mentira de los hijos. También deben ofrecer la suficiente confianza y
comprensión a los hijos, para que no duden en admitir sus mentiras, como fallos
que deben corregir. Los padres deben dejar bien claro, con su actitud, que la
mentira es reprobable, pero que el mentiroso siempre puede corregirse. Ejercer
el privilegio del perdón, debe ir acompañado de un fuerte propósito de la
enmienda y de una reposición del daño realizado, a terceros o a uno mismo.
4. Muchas veces las
mentiras empiezan como gracias o bromas, ocurrencias o astucias de los niños.
Reírles esas gracias es muy perjudicial, pues se pueden acostumbrar a entender
que, con mañas y astucias simpáticas o juego lingüísticos, pueden salir a flote
de sus mentiras. Corte esa situación desde el primer momento y hágales saber
que la mentira, por muy adornada y oculta que esté siempre sale a flote. Un
viejo refrán dice “Antes se le alcanza a un mentiroso que a un cojo”.
5. Los padres deben
evitar obligar a mentir a los niños ante terceros, para favorecer a los
padres, incluso en cosas de pequeña importancia, pues eso les hace creer que
hay dos grados de mentiras: las de los padres y las de los hijos. Por ejemplo
la típica frase de cuando alguien llama por teléfono “Dile que no estoy”.
6. Para eliminar las
continuas mentiras, los padres deben evitar una educación excesivamente
severa y represiva, que pretenda corregir los más mínimos defectos, multiplicar
las advertencias y prohibiciones, ya que eso malogra la autoridad. Debe haber
pocas normas, pero bien definidas, para así poder mantenerlas con mas firmeza y
asegurar su aceptación y cumplimiento.
7. Educar abiertamente
para la franqueza, la donación y la confianza mutuas, es lo que garantiza el
equilibrio y la felicidad en el hogar. Estas y otras virtudes, son el
compendio de lo que los padres tienen que aprender a desarrollar, primeramente
en sus relaciones matrimoniales, para después aplicarlas a las relaciones con
sus hijos. Estas virtudes se aprenden consultando los libros especializados y
preguntando a personas de confianza, que se suponga que están bien formadas en
las relaciones matrimonios y entre estos y sus hijos.
8. Todos los días
tendrá la oportunidad de leer en los periódicos, televisión o Internet,
ejemplos verdaderos, de personas que han mantenido su verdad con heroísmo o
simplemente, que han hecho algún bien a la sociedad manteniendo su verdad. Comente y explique a
sus hijos estos actos y hágales ver todas las ventajas que la sociedad ha
ganado, con la decisión de esas personas. Estos comentarios, darán a sus
hijos un valor adicional de sociabilidad, que les ayudara a andar correctamente
por la vida.
9. Un tema difícil
que tienen los padres que explicar a sus hijos, es el concepto de ser
“chivato” (chismoso). Sobre todo, cuando alguien está presionando, para que a
través de exigir una verdad conocida, se produzca un castigo a una tercera
persona. La verdad en este caso, puede ser ocultada cuando las
consecuencias de ocultarlas no son graves. Si fueran a ser graves, como por
ejemplo, denunciar un acto criminal que se ha visto, no hay ninguna duda que
hay que contestar la verdad, para que la sociedad castigue a quien lo haya
hecho y no vuelva a repetirlo. Esto es distinto, a contestar rápidamente cuando
los padres preguntan, quien ha sido el hermano que ha metido el dedo en el
pastel.
10. Los padres tiene que
hacer que sus hijos se vuelvan valientes ante las situaciones de la mentira y
que realicen, con toda normalidad, actos de valentía cotidiana. Cuanto
mas valientes les hayamos enseñado a ser, mas capacidad de resistencia tendrán,
para enfrentarse al habitual mundo de la mentira. Su actitud inspirará a otros
jóvenes a no mentir y poco a poco, irán viendo la parte positiva que aporta el
llevar una vida valiente, al margen de la mentira.
Los padres son el modelo de
mayor importancia para los hijos.
Cuando el niño o el adolescente miente, los padres deben darse tiempo para
hablar seriamente con él acerca de:
·
la diferencia entre
la fantasía y la realidad, la mentira y la verdad,
·
la importancia de la
honestidad en el hogar y en la comunidad, y
·
las alternativas a
mentir.
Si el niño o el
adolescente desarrolla un patrón serio y repetitivo de mentir, entonces se necesita ayuda profesional. Una evaluación por un psicólogo
clínico o psiquiatra de niños y adolescentes puede ayudar al niño y a sus padres a
entender el comportamiento del niño con relación a mentir y puede también
hacerles recomendaciones para el futuro.