jueves, 2 de mayo de 2013

Dios Ha Muerto


La frase Dios ha muerto (en alemán  "Gott ist tot" ) también conocida como la muerte de Dios, es usualmente atribuida al filósofo alemán Friedrich Nietzsche. Sin embargo, la encontramos antes en Hegel (Fenomenología del espíritu, FCE, 435). Se refiere al colapso de las ciudades estado y su orden autónomo.
Friedrich Nietzsche escribe su famosa declaración, Dios ha muerto varias veces a lo largo de su obra. Ya de joven, Nietzsche había acariciado la idea de la muerte de un dios y de la extinción de los dioses. En unos apuntes de la época de la elaboración de su primera obra El nacimiento de la tragedia, escribe Nietzsche (1870): «Creo en la sentencia germánica primitiva: todos los dioses tienen que morir». En su juventud, Hegel menciona, al final del tratado Fe y saber (1802) el «sentimiento en que se funda la religión de los tiempos modernos -el sentimiento: Dios mismo ha muerto...». La frase de Hegel tiene un sentido diferente de la de Nietzsche. Sin embargo, hay entre ambas una relación esencial que se esconde en la esencia de toda metafísica. Al mismo orden de cosas pertenece, aunque por motivos opuestos, la frase de Pascal, tomada de Plutarco: «Le gran Pan est mort».

El significado de la frase es a menudo mal entendido, muchos han interpretado que Nietzsche creía en una muerte literal o al final de Dios. En cambio, los puntos de la línea a la dependencia del mundo occidental en la religión como una brújula moral y fuente de sentido. Como explica en La gaya ciencia (Sección 125, El Loco)

"Dios ha muerto. Dios está muerto. Y nosotros lo hemos matado. ¿Cómo vamos a consolarnos, asesinos entre los asesinos? ¿Qué era el más santo y el más poderoso de todo lo que el mundo ha poseído ha desangrado bajo nuestros cuchillos: ¿quién limpiará esta sangre de nosotros? ¿Qué agua hay para nosotros para limpiar nosotros mismos? ¿Qué fiestas de expiación, qué juegos sagrados tendremos que inventar? ¿No es la grandeza de este hecho demasiado grande para nosotros? ¿No debemos nosotros mismos ser dioses simplemente para parecer dignos de ella?

Nietzsche expresa que el declive de la religión, el aumento del ateísmo y Además la ausencia de una autoridad moral más elevado sería sumir al mundo en el caos. El mundo occidental ha dependido del gobierno de Dios por miles de años, que dio fin a la sociedad y sentido a la vida. Sin él, Nietzsche escribe, la sociedad se trasladará a una época de nihilismo. Aunque Nietzsche pudo haber sido considerado un nihilista, por definición, fue crítico de la misma, y advirtió que la aceptación de nihilismo sería peligrosa.

La declaración de Nietzsche llevó varias respuestas de sus oponentes más religiosos y de los existencialistas posteriores. Albert Camus, por ejemplo, considera la necesidad humana de orden superior absurdo. Sostuvo que la "muerte" de Dios era intrascendente-que la humanidad no tiene necesidad de una autoridad más alta o la amenaza de la ira divina de vivir una vida buena y moral. Algunos otros filósofos estaban menos dispuestos a parte con el concepto de la autoridad superior y en su lugar trató de imaginar una moral absoluta que no depende de un ser supremo.

La siguiente es una lista de las apariciones de la "muerte de Dios", comunicado en la obra de Nietzsche:

La gaya ciencia (Secciones 108, 125 y 343)
Así habló Zaratustra (Prólogo y XXV)

“¿Has oído hablar de ese loco que encendió un farol en las horas luminosas mañana, corrió a la plaza del mercado, y lloraba sin cesar, "busco a Dios! Yo busco a Dios!" Como muchos de los que no creen en Dios estaban de pie alrededor de ese momento, provocó mucha risa...

¿A dónde está Dios ", exclamó." Yo te diré. Nosotros lo hemos matado - usted y yo todos somos asesinos.... Dios ha muerto. Dios está muerto. Y nosotros lo hemos matado...”  (La gaya ciencia (1882), el artículo 12).

 Lo primero que debemos tener claro aquí es lo que debería ser un hecho evidente: Nietzsche no dijo: "Dios ha muerto". Al igual que Shakespeare no dijo "Ser o no ser", sino que simplemente los ponen en la boca de Hamlet, un personaje que creó.

Sí, sin duda Nietzsche escribió las palabras "Dios ha muerto", pero también tan ciertamente los puso en la boca de un personaje - un loco, nada menos. Los lectores deben siempre tener cuidado de distinguir entre lo que el autor piensa y lo que los personajes se hacen para decir.

Desafortunadamente, muchas personas no son tan cuidadosas y así se ha convertido en parte de la cultura popular para pensar que Nietzsche dijo "Dios ha muerto". Incluso se ha convertido en el blanco de las bromas, con algunas personas imaginarse inteligente, poniendo en boca de su dios de las palabras "Nietzsche ha muerto."

Pero, ¿qué loco de Nietzsche significa realmente? Él no puede significar simplemente decir que hay ateos en el mundo, eso no es nada nuevo. Él no puede significar decir que Dios ha muerto, literalmente, porque eso no tendría ningún sentido. Si Dios fuera realmente muerto, entonces Dios debe haber estado vivo en un momento, pero si el Dios del cristianismo ortodoxo Europea estuviera vivo, entonces sería eterna y nunca puede morir.

Así que al parecer, este loco no puede estar hablando de Dios literal creído por muchos teístas. En cambio, él está hablando de lo que este dios representa para la cultura europea, la creencia cultural compartida en Dios, que una vez había sido su definición y unificación característica.

Dios ha muerto no quiere decir literalmente que Dios está efectivamente muerto; es la manera de Nietzsche de decir que la idea de Dios no es capaz de actuar como fuente del código moral o teológico. 

Nietzsche reconoce la crisis que la muerte de Dios representa para las consideraciones morales existentes, porque "cuando uno desecha la fe cristiana, se olvida de la moralidad cristiana. Esta moralidad de ninguna manera es evidente en sí misma. Rompiendo un concepto principal del cristianismo, la fe en Dios, uno rompe el esquema: nada necesario se mantiene en las manos de uno". Esta es la razón por la cual en «El loco», el loco se dirige a los ateos, el problema es conservar cualquier sistema de valores en ausencia de un orden divino.

La muerte de Dios es la forma de decir que los humanos ya no son capaces de creer en cualquier orden cósmico desde que ellos mismos no lo reconocen. La muerte de Dios conducirá, dice Nietzsche, no sólo al rechazo de la creencia en un orden cósmico o físico, sino también al rechazo de los valores absolutos, al rechazo de la creencia en una objetividad y una ley moral universal, que se ejerce sobre todos los individuos. De esta manera, la pérdida de una base absoluta de moralidad conduce al antinihilismo.

 Este antinihilismo es el que trabajó Nietzsche para encontrar una solución a la re-evaluación de los fundamentos de los valores humanos. Esto significa, para Nietzsche, la búsqueda de los fundamentos más profundos que los valores cristianos, más allá de los cuales él sentía que la mayoría de los cristianos rechazaba mirar.

Como bien explica Heidegger, la sentencia de Nietzsche “Dios ha muerto” no significa sólo la toma de posición de un ateo con respecto a la cuestión de la existencia de Dios.

En Nietzsche, Dios constituye la expresión de todos los valores absolutos.

La muerte de Dios significará, pues, el rechazo de todos los valores morales absolutos. Y, aún más, el abandono de la creencia en un orden del mundo, en la posibilidad de la objetividad científica y en la validez de las leyes morales para todos.

Tras la muerte de Dios y el consiguiente derrumbamiento de todos los valores objetivos, nos queda, al menos, el hombre como “medida de todas las cosas”. Sin embargo, ya no queda nada “que medir” y el hombre tienen que ser superado. Nietzsche propone la figura del Übermensch (superhombre) como aquél capaz de generar su propio sistema de valores, conforme a su voluntad de poder.

El siguiente texto de “La gaya ciencia” es el que mejor expresa su idea de la muerte de Dios:

“¿No habéis oído hablar de ese hombre loco que, en pleno día, encendía una linterna y echaba a correr por la plaza pública, gritando sin cesar, “busco a Dios, busco a Dios”? Como allí había muchos que no creían en Dios, su grito provocó la hilaridad. “Qué, ¿se ha perdido Dios?”, decía uno. “¿Se ha perdido como un niño pequeño?”, preguntaba otro. “¿O es que está escondido? ¿Tiene miedo de nosotros? ¿Se ha embarcado? ¿Ha emigrado?” Así gritaban y reían con gran confusión. El loco se precipitó en medio de ellos y los traspasó con la mirada: “¿Dónde se ha ido Dios? Yo os lo voy a decir”, les gritó. ¡Nosotros lo hemos matado, vosotros y yo! ¡Todos somos sus asesinos! Pero, ¿cómo hemos podido hacer eso? ¿Cómo hemos podido vaciar el mar? ¿Y quién nos ha dado la esponja para secar el horizonte? ¿Qué hemos hecho al separar esta tierra de la cadena de su sol? ¿Adónde se dirigen ahora sus movimientos? ¿Lejos de todos los soles? ¿No caemos incesantemente? ¿Hacia adelante, hacia atrás, de lado, de todos lados? ¿Hay aún un arriba y un abajo? ¿No vamos como errantes a través de una nada infinita? ¿No nos persigue el vacío con su aliento? ¿No hace más frío? ¿No veis oscurecer, cada vez más, cada vez más? ¿No es necesario encender linternas en pleno mediodía? ¿No oímos todavía el ruido de los sepultureros que entierran a Dios? ¿Nada olfateamos aún de la descomposición divina? ¡También los dioses se descomponen! ¡Dios ha muerto y nosotros somos quienes lo hemos matado! ¿Cómo nos consolaremos, nosotros, asesinos entre los asesinos? Lo que el mundo poseía de más sagrado y poderoso se ha desangrado bajo nuestro cuchillo. ¿Quién borrará de nosotros esa sangre? ¿Qué agua podrá purificarnos? ¿Qué expiaciones, qué juegos nos veremos forzados a inventar? ¿No es excesiva para nosotros la grandeza de este acto? ¿No estamos forzados a convertirnos en dioses, al menos para parecer dignos de los dioses? No hubo en el mundo acto más grandioso y las futuras generaciones serán, por este acto, parte de una historia más alta de lo que hasta el presente fue la historia. Aquí calló el loco y miró de nuevo a sus oyentes; ellos también callaron y le contemplaron con extrañeza. Por último, arrojó al suelo la linterna, que se apagó y rompió en mil pedazos: “He llegado demasiado pronto, dijo. No es aún mi hora. Este gran acontecimiento está en camino, todavía no ha llegado a oídos de los hombres. Es necesario dar tiempo al relámpago y al trueno, es necesario dar tiempo a la luz de los astros, tiempo a las acciones, cuando ya han sido realizadas, para ser vistas y oídas. Este acto está más lejos de los hombres que el acto más distante; y, sin embargo, ellos lo han realizado.”

Ahora bien, la historia demuestra que no ha sido Dios el muerto, sino el Maestro Nietzsche.

lunes, 29 de abril de 2013

Discriminación en pacientes con Depresión

Muchas personas que padecen depresión no buscan tratamiento por miedo a sentirse diferenciadas en sus relaciones sociales y profesionales, según un reciente estudio la discriminación de las personas que sufren depresión es un hecho habitual y constatado.
                        
"Lo que no somos capaces de cambiar debemos por lo menos describirlo" Rainer Weber Fassbinder

Un reciente estudio, de la cual hablare en este artículo, aporta cifras escalofriantes al respecto: el 79% o más de los afectados ha sufrido, por lo menos una vez, algún tipo de exclusión asociado a su patología mental y el 71% de los pacientes afirma que quiere esconder que la sufre. Los expertos alertan de que sufrir discriminación empeora el pronóstico de las enfermedades mentales y contribuye al aislamiento social y profesional de los enfermos.

La depresión es un trastorno psicológico que genera mucho sufrimiento a los afectados. Tristeza, irritabilidad, falta de energía y apetito, problemas para dormir o para mantener relaciones sexuales y dificultades para trabajar y para, en general, llevar un ritmo de vida adecuado son algunos de sus síntomas. A este sufrimiento psicológico y físico hay que sumarle el que genera el estigma.

Hay numerosos estudios que señalan que el estigma asociado a esta enfermedad mental todavía sigue vigente. Según una investigación de la Universidad Nacional de Australia, uno de cada cinco hombres afirma que preferiría no trabajar con una persona que sufre depresión.

 La causa hay que buscarla en los prejuicios que aún rodean a las personas con depresión. "No trabajan porque no quieren", "Son débiles", "Evitan las responsabilidades de la vida", "Es solo cuestión de voluntad superar ese problema", etc.

Estas opiniones desfavorables se traducen en conductas como el rechazo social. Por eso, aparte de las repercusiones que les puede generar en sus relaciones personales, muchos se quejan de que se sienten excluidos en el ámbito profesional.

Un estudio realizado por investigadores de varios países, y financiado por la Unión Europea, ha puesto de manifiesto que los pacientes con depresión se sienten discriminados.

Los científicos entrevistaron a 1.082 personas de 35 países que padecen el trastorno. Y los resultados han mostrado que el 79% había sufrido algún tipo de exclusión asociado a su dolencia por lo menos una vez. Las consecuencias de esa discriminación fueron que el 37% había desistido de iniciar una relación personal por tal motivo.

En el ámbito profesional, la discriminación fue la causa de que el 25% no luchara por un puesto de trabajo. Como señala la Dirección General de Sanidad y Consumidores de la Unión Europea, "las personas que contratan a trabajadores pueden discriminar a aquellos que tienen depresión, pues temen que no puedan trabajar adecuadamente".

Depresión: consecuencias de no buscar un tratamiento

Los investigadores también llegaron a otra conclusión: el 71% de las personas encuestadas afirmaba que deseaba esconder que sufría el trastorno. El estigma y la discriminación contribuyen al aislamiento social y profesional de muchas personas que padecen esta enfermedad.

Otra de las graves consecuencias es que muchos afectados no buscan tratamiento de ningún tipo porque no quieren que nadie sepa que sufren depresión. No quieren sentirse "débiles" o "perezosas", que es como las define el estigma.

Incluso la Organización Mundial de la Salud (OMS) hizo un llamamiento para combatir esta diferenciación durante la celebración del Día Mundial de la Salud Mental, el pasado 10 de octubre. Por todo esto, la Dirección General de Sanidad y Consumidores de la Comisión Europea aconseja "reforzar la legislación para reducir la discriminación y promover la inclusión social en todos los ámbitos, como el lugar de trabajo, el hogar, los centros académicos o los lugares de ocio".

El estudio concluye que se necesitan nuevas aproximaciones para superar la estigmatización de las personas con depresión, ya que la discriminación actúa como una barrera a la socialización e integración laboral de estas personas.

Datos sobre la depresión

Según la Organización Mundial de la Salud, la depresión es un trastorno mental frecuente que afecta a más de 350 millones de personas en el mundo. Es la principal causa mundial de discapacidad y contribuye de forma muy importante a la carga mundial de morbilidad. Afecta más a mujeres que a hombres. Esta patología psiquiátrica puede llegar a hacerse crónica o recurrente y dificultar de forma sensible el desempeño en el trabajo o la escuela y la capacidad para afrontar la vida diaria. Además, en su forma más grave, puede conducir al suicidio (es la causa de cerca de un millón de fallecimientos cada año, la mayoría por estar sin diagnosticar o sin tratamiento).

Si es leve, se puede tratar sin medicamentos, pero cuando tiene carácter moderado o grave, son necesarios los fármacos y la psicoterapia profesional. A pesar de que se disponen de tratamientos eficaces para la depresión, más de la mitad de los afectados en todo el mundo (y más del 90% en algunos países) no los reciben.

Puedes ver aquí mi blog sobre La Depresión publicado el 27 de junio del 2012.

sábado, 20 de abril de 2013

El Pensamiento de Éxito

¿Cuántos de nosotros realmente comprendemos el significado de la frase “Tus Pensamientos Controlan Tus Acciones”?.
La respuesta, desafortunadamente, es: Muy pocos.

Escuchamos a la gente decirlo, los autores, escribimos sobre el tema, existen frases y citas célebres de personajes históricamente reconocidos que lo refuerzan y la ciencia lo comprueba una y otra vez y aun así, algunos todavía se dedican a pensar, que lo que les pasa en sus vidas, es pura casualidad, mala suerte, o coincidencia.

No es un secreto, la manera en que piensas impregna toda tu vida de actitudes. Dichas actitudes definen el empuje, la motivación y el deseo ardiente mediante el cual realizas tus actividades y tareas.

Y por supuesto, son dichas actitudes aplicadas a la acción, las que terminan produciendo nuestros resultados.

Pobreza
Problemas
Discusiones
Tristezas
Fracasos
Dificultades
 Enojo e Ira
Estrés
Y hasta Depresión

Es difícil llevar una buena vida con todas estas cosas formando parte de nuestra cotidianidad y más difícil aún es alcanzar el éxito.

Para fortuna de muchos y para perjuicio de otros, es nuestra mente la que rige nuestras vidas y la que finalmente crea y moldea nuestro destino. Lo queramos o no, somos los directores de la obra. Y claro, no todo el mundo está acostumbrado a liderar, a llevar la iniciativa y a tomar el control. Por eso tantas personas se dedican a lo que no les gusta, tienen relaciones por conveniencia y traen al mundo hijos no deseados.

La gente que más tiene problemas en su vida, es por lo regular, la gente que menos control ha decidido tomar sobre ella.

Así, nos encontramos con que una de las mejores maneras de resolver nuestros problemas, y pasar a tener un estilo de vida más satisfactorio y llenador, es cambiar nuestros pensamientos.

El Pensamiento De Éxito les permite a las personas liberarse de todo negativismo y enfocar su mente en aquellos sueños que más desean realizar, por lo tanto, les facilita el logro de los mismos.

Cómo Desarrollar Un Pensamiento De Éxito

Imagino que no tengo que convencerte que pensar positivo y ser optimista realmente funciona. Si eres de las personas que piensan “Mi situación no tiene remedio, tú no sabes por lo que estoy pasando e imaginarme un mundo de mariposas y arcoíris no me va a ayudar” entonces puedes dejar de leer ahora mismo.

“Date la oportunidad de entender de qué se trata el pensamiento positivo y optimista”.

Tener una mentalidad exitosa y un pensamiento de éxito, no es tarea fácil. Se requiere entrenamiento y de alguna manera, Capacitación. Aunque no formal, más bien informal, y donde tú mismo eres el profesor y el alumno.

Te comparto estos sencillos pasos  para comenzar:

Empieza Por Evaluarte

¿Cómo están tus pensamientos? ¿Son mayoritariamente positivos o negativos?

En caso de que sean negativos, debes idealmente anotar aquello que pasa por tu mente. ¿Qué es aquello que te hace sentir mal? ¿Qué te genera una “mala vibra”? ¿Será que no estás contento con tu vida como es ahora? ¿Qué creencias te hacen a sentirte así? Lo que sea ¡Escríbelo!.

Luego de tener todo escrito, empieza a analizar si hay cosas que se repiten, o algún tipo de patrón común entre todos tus pensamientos negativos. Por lo regular existe una o dos fuentes principales para todo el negativismo de las personas. Eliminar dichas fuentes, alivia la gran mayoría del peso que cargamos en nuestro interior.

Interrumpe Tus Pensamientos Negativos

Ahora que ya conoces la forma de tus pensamientos negativos, es importante estar alerta a esos pensamientos displacenteros, cuando lo pienses o sientas que estas enganchado en uno de esos, interrúmpalo  por completo.  A veces, hablar en voz alta funciona, pensar o fijar tu atención en algo más, distraerte y en ocasiones de crisis, simplemente cerrar los ojos y hacer respiración profunda controlada.

Tan simple como detenerte en la mitad de un proceso de pensamiento negativo o pesimista, sin importar qué tan realista, objetivo o sincero parezca.

Y Finalmente, Reemplaza Tus Pensamientos Por Otros Mejores

¿Cómo puedo saber que estoy creando nuevos pensamientos de éxito? Muy sencillo: Si tus ideas no incluyen palabras como: “Al menos”, “Nunca”, “No”, “No quiero”, “Evitar”, “No puedo” “Alejarme” etc.  Cambia Todo tipo de palabras negativas.

Y por el contrario, si tus ideas incluyen resultados, objetivos y metas que te hagan sentir bien. No vale querer cumplir con tu trabajo, si tu trabajo no te hace feliz. En ese caso, es imposible que tu vida mejore si sigues esclavizado en algo que disminuye tu felicidad y alegría.

Y por supuesto, dichos pensamientos deben ser optimistas. Así no veas una solución ahora, puedes decirte a ti mismo “Confío en que tengo la capacidad para crear una realidad mejor  y vivir con mayor tranquilidad”. “Me siento bien” “Me siento feliz” o algo por el estilo. El caso es que puedas cambiar pensamientos negativos por positivos.

Ten cuidado con las trampas del lenguaje y no detengas el proceso hasta que estés viviendo la vida de tus sueños.

El pensamiento positivo y tener una actitud positiva puede desempeñar un papel importante en su vida, que sin duda alguna te llevaran a tener éxito.

jueves, 18 de abril de 2013

El Síndrome de Tourette

El síndrome de Tourette, también llamado trastorno de Tourette, síndrome de Gilles de la Tourette, o simplemente Tourette, es un trastorno neuropsiquiátrico heredado con inicio en la infancia, caracterizado por múltiples tics físicos (motores) y vocales (fónicos). Estos tics característicamente aumentan y disminuyen, se pueden suprimir temporalmente y son precedidos por un impulso premonitorio.
Causas

Aunque la causa del síndrome de Tourette es desconocida. Es más común entre los varones que entre las mujeres. Los tics suelen comenzar en la infancia y puede empeorar al inicio de la adolescencia. Muchas personas los superan tarde o temprano.

Las investigaciones actuales revelan la existencia de anormalidades en ciertas regiones del cerebro (incluyendo los ganglios basales, los lóbulos frontales y la corteza cerebral), los circuitos que hacen interconexión entre esas regiones y los neurotransmisores (dopamina, serotonina y norepinefrina) que llevan a cabo la comunicación entre las células nerviosas. Dada la presentación frecuentemente compleja del síndrome de Tourette, la causa del trastorno seguramente es igualmente compleja.
Trastornos Asociados

Existe una estrecha relación entre los trastornos por tics (TTs) y el síndrome de Tourette. No todas las personas con síndrome de Tourette tienen otros trastornos además de los tics. Sin embargo, muchas personas experimentan problemas adicionales (comorbilidad) como el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), en el cual la persona siente que algo tuviera que hacerse repetidamente; el trastorno de déficit de atención (TDAH), en el cual la persona tiene dificultades en concentrarse y se distrae fácilmente; diversos trastornos del desarrollo del aprendizaje, los cuales incluyen dificultades de lectura, escritura, aritmética y problemas perceptuales y trastornos del sueño, que incluyen despertarse frecuentemente o hablar dormido. También la Ansiedad y la Depresión.

La amplia variedad de síntomas que pueden acompañar los tics puede causar más limitaciones que los tics mismos. Pacientes, familias y médicos necesitan determinar qué síntomas causan más limitaciones para poder elegir los medicamentos y las terapias más apropiadas.

Diagnostico

Por lo general, el síndrome de Tourette se diagnostica observando los síntomas y evaluando el historial familiar. En la diagnosis del ST, los tics motores y fónicos deben estar presentes por lo menos 6 meses. Se pueden usar estudios de neuro imágenes, como imágenes de resonancia magnética (IRM), tomografía computarizada (TC) y escáner electroencefalograma (EEG), o distintas pruebas de sangre para excluir otras condiciones que se puedan confundir con ST. Sin embargo, la diagnosis del ST es clínica. No hay pruebas de sangre u otras pruebas de laboratorio que puedan diagnosticar el trastorno.

Muchos estudios muestran que la diagnosis correcta de este síndrome se demora con frecuencia aún después del comienzo de los síntomas, porque muchos médicos no están familiarizados con el trastorno. Los síntomas de conducta y los tics se interpretan mal fácilmente, lo que provoca que niños con síndrome de Tourette sean malentendidos en la escuela, en casa y aún en la consulta con el médico. Los padres de familia, los parientes y las amistades no familiarizados con la enfermedad pueden atribuir los tics u otros síntomas a un problema psicológico, aumentando así el aislamiento de quienes tienen el trastorno. El hecho de que los tics puedan aumentar y disminuir en severidad y también se puedan suprimir, provoca que algunas veces estén ausentes durante períodos de tranquilidad y relajamientos (ya sean por causas externas, como caricias, o por una vida intensiva de deportes anaeróbicos, etc.) y/o las visitas al médico, lo que complica su diagnosis.

En algunos casos, los padres, los parientes, las amistades y/o los pacientes mismos, conocen el trastorno a través de información que escucharon o leyeron en los medios de comunicación, pudiendo así ayudar a una mejora en la integración social. También se ha valorado la psicoterapia, que puede ayudar a la persona con síndrome de Tourette para que se auto ayude y fortalezca su autoestima, así como desarrolle estrategias de relajamiento, para otorgarle una vida más fácil.

¿Cómo se trata el síndrome de Tourette?

Debido a que los síntomas del tic no siempre producen discapacidad, la mayoría de las personas con el síndrome de Tourette no requiere de medicamentos para controlar los tics. Sin embargo, existen medicamentos efectivos para aquellas personas cuyos síntomas interfieren con su funcionamiento diario. Los medicamentos que han demostrado ser más útiles de manera consistente para controlar los tics son los neurolépticos. Existen varios pero algunos son más efectivos que otros (por ejemplo, el haloperidol y el pimozide). Desgraciadamente no existe un solo medicamento que sea efectivo para todas las personas con el síndrome de Tourette, ni tampoco uno que elimine completamente los síntomas. Además, todos los medicamentos producen efectos secundarios.

La mayoría de los efectos secundarios de los neurolépticos pueden manejarse iniciando el tratamiento gradualmente y reduciendo las dosis cuando se producen efectos secundarios. Los efectos secundarios más comunes de los neurolépticos incluyen la somnolencia, el aumento de peso y el embotamiento cognitivo. Algunos efectos secundarios neurológicos tales como estremecimientos, reacciones distónicas (movimientos o posturas retorcidas), síntomas parecidos a la enfermedad de Parkinson y otros movimientos disquinéticos (involuntarios) son menos comunes y se manejan fácilmente reduciendo las dosis. Después de usar los neurolépticos durante largo tiempo, al suprimirlos se debe hacerlo lentamente para evitar aumentos de rebote en los tics y disquinesia por disminución de la dosis. Una forma de disquinesia, producida por la disminución de la dosis de la medicina, llamada disquinesia tardía, es un trastorno de movimiento distinto al síndrome de Tourette y que puede ser consecuencia del uso crónico de neurolépticos.

 Es posible reducir el riesgo de este efecto secundario usando dosis más bajas de neurolépticos durante períodos más cortos.

Existen otros medicamentos que también podrían ser útiles para reducir la severidad de los tics pero la mayoría no ha sido estudiada en forma tan extensa ni ha demostrado tener una eficacia tan consistente como los neurolépticos. Otros medicamentos con demostrada eficacia incluyen los agonistas alfa-adrenérgicos tales como la clonidina y la guanfacina. Estos medicamentos se utilizan principalmente para la hipertensión pero también se usan en el tratamiento de los tics. El efecto secundario más común de estos medicamentos y que impide su uso es su acción sedante.

También existen medicamentos efectivos para tratar algunos de los trastornos de neuro-comportamiento que pueden producirse en pacientes con el síndrome de Tourette. Investigaciones recientes demuestran que medicamentos estimulantes tales como el metilfenidate y la dextroamfetamina pueden disminuir los síntomas de déficit de atención con hiperactividad en personas que padecen de tics relacionados con el síndrome de Tourette, sin que estos tics se tornen más severos. Sin embargo, las etiquetas de producto de los estimulantes actualmente contraindican su uso en niños con tics relacionados con el síndrome de Tourette y en personas con el síndrome o con historia familiar de tics. Los científicos abrigan la esperanza de que investigaciones futuras incluyan un debate exhaustivo sobre los riesgos y beneficios de los estimulantes en personas con historia familiar del síndrome de Tourette para lograr que el asunto se esclarezca. Para tratar síntomas obsesivo-compulsivos que alteran el funcionamiento normal diario de las personas, los inhibidores de la recaptación de la serotonina, la clomipramina, fluoxetina, fluvoxamina, paroxetina y sertralina, han demostrado ser efectivos en algunos pacientes.

La psicoterapia también puede ser útil. A pesar de que el síndrome de Tourette no es causado por problemas psicológicos, la enfermedad sí puede producirlos. La psicoterapia puede ayudar a las personas con el síndrome de Tourette a adaptarse mejor a su trastorno y a manejar los problemas sociales y emocionales secundarios que a veces ocurren. Recientemente, tratamientos específicos para modificar el comportamiento, incluyendo la capacitación para ayudar al paciente a tomar conciencia del problema y capacitación en la cual se le presenta al paciente otras alternativas, como por ejemplo enseñar al paciente a moverse en forma voluntaria respondiendo a un impulso premonitorio, han dado buenos resultados en pequeños estudios controlados. Los Institutos Nacionales de la Salud actualmente financian investigaciones a mayor escala con la esperanza de que se puedan obtener resultados más concretos.

Pronostico

Aunque no existe una manera de curar el síndrome de Tourette, la enfermedad mejora en muchas personas en la etapa más tardía de la adolescencia y después de los 20 años. Por lo tanto, algunos individuos pueden llegar a estar libres de síntomas y poder prescindir de medicamentos para atenuar los tics. Aunque el trastorno generalmente dura toda la vida y es crónico, no es una enfermedad degenerativa. Las personas con el síndrome de Tourette tienen expectativas normales de vida. El síndrome de Tourette no disminuye la inteligencia. A pesar de que los síntomas del tic tienden a disminuir con la edad, existe la posibilidad de que otros trastornos de neuro-comportamiento, como la depresión, ataques de pánico, fluctuaciones del estado de ánimo y comportamiento anti-social, puedan persistir y causar problemas en la vida adulta.

sábado, 13 de abril de 2013

¿Tener Pareja como Objetivo?

En la vida, los objetivos son metas que funcionan de orientación o de guía en el camino vital. Sin embargo, existen objetivos que se ponen como tales y en realidad, no lo son. Nadie debería hacer un plan previo sobre su vida sentimental, sencillamente, porque es imprevisible, incierta y además, porque no depende de la voluntad sino también de factores externos, como la suerte, el azar, el entorno y la correspondencia.
¿Cuál es la naturaleza de nuestro objetivo? Puede ser una fuente de sufrimiento si está orientado a querer tener una pareja, a cubrir nuestro sentimiento de soledad, o a la necesidad urgente de dinero.

Compartir el camino con otra persona, el abrirse a la relación con otros, y que el dinero sea el medio que el que exploramos la vida y nuestra realización, son procesos naturales que pierden su sentido y se convierten en objeto de deseo, casi en una cuestión de supervivencia, cuando dejamos de indagar en la verdadera naturaleza de nuestro objetivo.

¿Hay en nosotros la disposición a compartir con otra persona? Y compartir se aleja de la expectativa de que alguien aparezca para cubrir la inseguridad; que nos resuelva las carencias afectivas o que garantice una supervivencia que no manejamos.

Se produce un efecto que llamada “seudoamor”. El convencimiento profundo de que se ama con la esperanza de que se convierta en el salvador, que esa persona calme nuestra insatisfacción y la incapacidad para sentirnos felices con nosotros mismos.

Las relaciones de “seudoamor” son cómodas o torturantes y se basan en la supuesta garantía de permanencia. Un contrato fijo para estar juntos que aporte la seguridad, que permita cierta estabilidad en la compensación y el automatismo de hábitos que no se cuestionan.

Sin embargo, compartir con otra persona en ningún momento da por cerrada la pertenencia del otro. Es un acuerdo que se renueva día a día. Estoy contigo porque hoy no te necesito y estoy feliz de vivir, de aprender, de ser quien soy. Caminamos juntos cuando libremente nos encontramos, para compartir la vida que cada uno tiene, y que se construye momento a momento. Algo que tiene mucho más valor y vigencia si estamos casados, o hemos firmado una acuerdo de convivencia.

Para romper o evitar la codependencia es bueno desde el principio decir: "Te amo pero no te pertenezco".

Sin embargo, la verdadera naturaleza de nuestro objetivo es la de cubrir algo que nos falta. Tengamos o no esa persona a nuestro lado. A qui hay una gama de respuestas en el porque necesitamos una pareja.

Cuando queremos realmente compartir ocurre en el instante que nos sintonizamos para ello. Sea que acabemos de conocer a una persona, o llevemos toda la vida con ella. Se dará en el momento que así lo deseemos, con el nivel de compromiso y de entrega que estemos dispuestos a dar.

Un propósito compartido revitaliza el amor cuando dos personas se reconocen completas y felices con ellas mismas. Cuando dejan de buscar que el otro resuelva algún nivel de insatisfacción. Convierte cada momento en un nuevo comienzo.

No te irás de la relación porque el otro no te satisface. Tendrás la consciencia para saber cuándo el aprendizaje te pide descubrir nuevos caminos, o conocer otras personas.

El desconocimiento de la verdadera naturaleza del objetivo convierte el deseo de pareja en un empeño que debilita a quien lo busca infructuosamente, o el irse decepcionando paso a paso, hasta convertir en precaria cualquier relación. Vivir de esta forma, sólo produce frustración.

Conocer la naturaleza de nuestros objetivos nos evita el sufrimiento que provoca querer que otros nos resuelvan el desamor o la infelicidad en la que vivimos. Y sobre todo, evita que caigamos en la obsesión como estrategia inconsciente para distraer el aprendizaje.

Tener una pareja no resuelve el que nos amemos y nos aceptemos plenamente. Tan sólo lo potencia, o confirma nuestra infelicidad. Tener pareja no es un objetivo, en tener objetivos alcanzables en común en pareja sí.

Relájate, disfruta y sigue con tu camino aceptando aquello que tenga que ser, y abriéndote a la prosperidad de vivir de una forma tranquila y serena. A nivel interno, claro que puedes desear tener pareja y hacer todo lo posible por encontrarla, sin embargo, si tu objetivo vital es tener a alguien al lado, entonces, esa carga puede volverse muy difícil de soportar porque no sabes cuándo va a aparecer esa persona y ni siquiera sabes, si va a aparecer. Los términos del enamoramiento dicen “No se busca, se encuentra”.

miércoles, 10 de abril de 2013

Deja que los Niños se Aburran

"A los niños se les debe permitir que se aburran para que puedan desarrollar su capacidad innata de ser creativos”
Las expectativas culturales de que los niños deben estar siempre activos podrían obstaculizar el desarrollo de su imaginación. El aburrimiento puede ser una "sensación incómoda" y que por ello la sociedad ha "desarrollado la expectativa de estar constantemente ocupado y estimulado".

Advierto que ser creativo "implica ser capaz de desarrollar un estímulo interno”. La naturaleza aborrece el vacío y nosotros lo tratamos de llenar.

"Ahora, cuando los niños no tienen nada que hacer, de inmediato encienden el televisor, la computadora, el teléfono o algún tipo de pantalla. El tiempo que pasan frente a estas cosas se ha incrementado".  Pero los niños necesitan tener tiempo para 'no hacer nada', tiempo para imaginar y perseguir sus propios procesos de pensamiento o asimilar sus experiencias a través del juego o simplemente observar el mundo que les rodea. Ese es el tipo de cosa que estimula la imaginación, agrega, mientras que la pantalla "tiende a hacer un cortocircuito en ese proceso y el desarrollo de la capacidad creativa".

Cuando no tenemos nada que hacer es cuando más fácilmente hemos echado mano de nuestra creatividad para imaginar y para buscarnos un entretenimiento digno de nuestras inquietudes.

Los padres tienen que saber que la mente de su hijo no le dejara aburrirse, “los vacíos” no existen en la mente de los pequeños, siempre consiguen llenarlos de pensamientos, ocurrencias, juegos e invenciones. Así que en cualquier época del año (pero especialmente en verano) no deben  agobiarse por programar y ocupar todas las horas del día de su hijo con múltiples actividades, sino dejarles esa parcela íntima para el aburrimiento en el que ellos puedan cultivar y recoger los frutos de su imaginación.

Cuando un niño se acostumbra a tener todas las horas de su vida programadas y a los padres pendientes de sus más mínimos deseos, no sabe qué hacer con el poco tiempo que le queda libre y desconoce los mecanismos y formas de entretenerse solo, por lo que llama constantemente la atención de sus padres o de otros adultos para que jueguen con él.

 Aburrirse es sinónimo de cansancio, fastidio y tedio. Son momentos en los que el tiempo pasa lento y nada consigue distraerlos, entretenerles o divertirles. Es una sensación que han sufrido niños de todas las épocas, pero quizá en esta es más frecuente. Pero contrariamente a lo que pueda parecer, el aburrimiento puede ser bueno y muy positivo para los menores.

A pesar de todo, la mayoría de familias no deja a los niños tiempo libre, no se les ofrecen horas para no hacer nada, o al menos nada que no esté planificado por un adulto. Nos preocupa que no hagan nada y buscamos rápidamente actividades para llenar todo su tiempo. Antes bastaba la calle y un amigo para pasar toda la tarde y una tarde en el circo o ir al cine era todo un acontecimiento. Los niños podían jugar horas y horas con un simple palo o un balón.

Hoy en día los juegos son tan completos que sólo les falta jugar solos y dejan poco espacio para la imaginación. En muchas ocasiones el menor es un simple espectador del juego, lo que provoca que, pasada la novedad, se olvide del juguete, ya que no le divierte.

Además, acostumbrados a que les ofrezcan un sinfín de actividades, ahora la mayoría de niños se levanta y preguntan a los padres ¿Qué hacemos hoy? ¿y yo qué hago ahora? Y se molestan cuando se les contesta que nada o se les dice que sean ellos los que imaginen cómo distraerse.

Pero no es culpa suya, simplemente no están acostumbrados a entretenerse solos. Además, la estructura familiar de hoy en día potencia que los niños se aburran, ya que se tienen pocos hermanos o primos con los que jugar.

Para contrarrestar esta situación, es necesario dejar que ellos mismos ideen sus propios juegos. Dejarles que se aburran un poco es una fórmula muy efectiva para ayudarles a aprenden a buscar sus propias diversiones.

El aburrimiento es creativo y puede servir de estímulo, les proporciona la ocasión para improvisar, buscar, explorar, ensayar y finalmente idear sus propios juegos. El vacío les obliga a innovar y eso será muy importante y útil en su vida adulta.

Si el niño está acostumbrado a que todo se lo den hecho y no experimenta la necesidad de actuar, no aprenderá a gestionar su tiempo, a buscar en su interior, en lugar de estar siempre pendiente de estímulos externos o bajo la dirección de los adultos.

Pero si le damos espacio y tiempo para desarrollar su imaginación nos daremos cuenta que son más creativos de lo que pensamos y al poco tiempo toman iniciativas.

Por eso, es tan importante potenciar la creatividad de los más pequeños desde que son bebés y seguirla estimulando cuando van creciendo.

 Por eso, la solución cuando los niños se quejan por esta causa es dejar que ellos mismos busquen una alternativa. Y es que sólo si se aburren son capaces de encontrar con sus propios recursos algo con lo que motivarse. Aburrirse es una ocasión perfecta para que los pequeños...
  • Piensen por sí mismos, en lugar de esperar a que lo hagamos por ellos.
  • Abran su mente a nuevas ideas.
  • Desarrollen su creatividad y su imaginación
  • Se hagan más autónomos e independientes.
No hay duda de que un niño aburrido es un niño con muchas posibilidades de descubrir un entretenimiento nuevo o una faceta de su propia personalidad que hasta ahora desconocía, algo que le distraerá, le satisfará y mejorará su autoestima notablemente.

"La soledad forzada acompañada de una página en blanco es un estímulo maravilloso".