lunes, 27 de marzo de 2017

Depresión: Descripción General

En medicina y en psicología hablamos de depresión cuando hay un trastorno mental, cuando  ya la tristeza no es normal si no  patológica. La tristeza pasa a ser depresión cuando se experimentan cambios cognitivos,  somáticos, conductuales, afectivos y sociales que duran varias semanas, meses o años.
  1. Cambios cognitivos: pensamientos persistentemente  negativos (pesimismo, muerte, minusvalía, hipocondriasis) hipomnesia,  hipoprosexia y dificultad para orientarse en el tiempo. Indeciso. Ideas suicidas.
  2. Cambios somáticos u orgánicos: hiporexia (falta de apetito),  insomnio, disminución del deseo sexual, dolores musculares (cuello, cabeza, espalda, miembros, etc.), molestias digestivas (epigastralgia, estreñimiento, dolor abdominal),  opresión torácica, manos frías, palidez, ojeras (coloración oscura del párpado inferior), pérdida de peso, etc.
  3. Cambios conductuales: adinamia, hipobulia, falta de iniciativa, cansancio, lentitud. Puede llegar a la inacción.
  4. Cambios afectivos: bajo estado de ánimo, tristeza,  anhedonia,  sentimientos  de soledad, de vacío,  de incapacidad, de infelicidad, de sufrimiento. También es frecuente la ansiedad y la irritabilidad.
  5. Cambios sociales: pierde interés en las reuniones sociales, se  aísla, no desea comunicarse,  lo notan callado, ensimismado.
Síntomas y Signos
  • Sentimiento prolongado de tristeza, desesperanza, aburrimiento, inutilidad, y/o irritabilidad
  • Sentimientos de infravaloración. El paciente se siente con menor valor del real.
  • Anhedonia: no siente placer  por  las cosas que que antes disfrutaba
  • Generalmente hiporexia  o anorexia. En algunos casos puede haber polifagia.
  • Pérdida de peso.
  • Disminución o abolición del deseo sexual o libido.
  • Frecuente ansiedad  y/o irritabilidad
  • Piensa que su vida no tiene sentido y muchas veces desea desaparecer o tiene ideas suicidas.
  • Hipocondriasis: cree que tiene enfermedades físicas graves.
  • No tiene planes para el futuro, está pesimista. Cree que nadie puede ayudarlo.
  • Aislamiento social.
  • Está muy sensible y siente deseos de llorar con frecuencia.
  • Insomnio.
  • Hipoprosexia, hipobulia, hipomnesia: tiene que hacer esfuerzos para realizar sus tareas rutinarias.
  • Ideas de minusvalía. En cuadros psicóticos delirio nihilista.
  • Sensación de cansancio y falta de fuerzas.
  • Dolores musculares y/o articulares en espalda, nuca y/o cabeza.
  • Molestias digestivas: epigastralgia, estreñimiento, dolor abdominal, meteorismos.
  • Los síntomas, frecuentemente,  siguen un ritmo circadiano. Empeoran por la mañana o por la noche.
 Clasificación

Según la gravedad, una depresión puede ser: Leve, moderada o grave. 

Una distinción fundamental es la establecida entre la depresión en personas con y sin antecedentes de episodios maníacos. Ambos tipos de depresión pueden ser crónicos y recidivantes, especialmente cuando no se tratan.

A. Leve: grosso modo,  un trastorno depresivo es leve cuando los síntomas no son tan intensos y la persona puede realizar sus labores habituales sin mucha dificultad.
B. Moderado: los síntomas y signos son más intensos, de manera que él o la  paciente debe hacer un esfuerzo mental  para realizar sus labores habituales y siente  que ya no le son tan gratas como antes, además tiene menos interés por sus entretenimientos. Pero no está totalmente inactivo.
C. Grave: los síntomas son tan intensos que no le permiten realizar casi ninguna labor, no obtiene placer alguno por nada, no tiene voluntad ni energía para arreglarse, asearse, comer. Tiene deseos  de muerte permanente o delirios nihilistas y/o alucinaciones auditivas  (en este caso se dice que tiene una depresión psicótica). En ocasiones puede llegar a un estado catatónico con riesgo de muerte.

1.- Trastorno depresivo mayor: La edad promedio de inicio es la tercera década de la vida, se instaura en días o semanas y termina también en días o semanas.
2.- Trastorno afectivo bipolar: este tipo de depresión consiste característicamente en episodios maníacos y depresivos separados por intervalos con un estado de ánimo normal. Los episodios maníacos cursan con estado de ánimo elevado o irritable, hiperactividad, logorrea, autoestima excesiva y disminución de la necesidad de dormir.
3.- Trastorno distímico: Se caracteriza por un estado de ánimo depresivo de muy larga evolución (2 años o más) con intervalos libres de síntomas de pocos días o semanas, con muchas de las características de un trastornos depresivo mayor pero menos intensos, más duradero  y con menos síntomas somáticos. Tiene un inicio insidioso lento, progresivo
4.- Trastorno depresivo debido a enfermedad médica:Muchas enfermedades médicas pueden causar alteraciones del humor  como:
  • Enfermedades  neurológicas degenerativas: Parkinson, Demencia y Corea de Huntington.
  • Enfermedades vásculo-cerebrales
  • Enfermedades metabólicas:
  • Enfermedades carenciales
  • Enfermedades endocrinas: hipotiroidismo, hipoparatiroidismo, Cushin
  • Infecciones víricas: heptitis, VIH,  mononucleosis, etc
  • Tumores malignos
5.- Trastorno depresivo debido a uso de sustancias:
Los trastornos depresivos pueden asociarse a consumo de sustancias, entre ellas: opiáceos, sedantes hipnóticos, reserpina y asteroides. También la abstinencia de ciertas sustancias como: alcohol, cocaína, benzodiazepinas, anfetaminas, morfina y similares.

Tratamiento

Una vez diagnosticada la depresión, el paciente debe iniciar el tratamiento, siendo en casi todos los casos una acción combinada de terapia farmacológica con apoyo psicológico. 

Nota: Antes de iniciar un tratamiento, farmacológico y/o psicoterapia, es importante averiguar si existen acontecimientos vitales estresantes (situación de pérdida real o  mal interpretada por el paciente)  y evaluar si estamos ante una respuesta  normal (tristeza normal) o si se trata un trastorno depresivo, consumo de sustancias, fármacos o enfermedad médica.

A los  pacientes con trastorno bipolar, depresión u otra enfermedad psiquiátrica previas de larga evolución, se tratan como casos crónicos.

Si no existe historia psiquiátrica previa se evalúa el grado de interferencia con su funcionamiento social, laboral o académico y si la intensidad del cuadro es leve no se prescriben fármacos, se hace un seguimiento frecuente para observar si el cuadro cede espontáneamente.

En los cuadros con síntomas persistentes o severos se indica psicoterapia,  fármacos, Terapia Electroconvulsiva (TEC) y Estimulación Magnética Transcraneal (EMTr). En estos casos la detección temprana y tratamiento precoz, disminuye la gravedad y las complicaciones.

Los profesionales sanitarios deben tener presentes los posibles efectos adversos de los antidepresivos, las posibilidades de llevar a cabo uno u otro tipo de intervención (por disponibilidad de conocimientos técnicos o del tratamiento en cuestión) y las preferencias individuales.

Las técnicas psicoterapéuticas más efectivas son:

1.- Terapia cognitivo-conductual: relajación muscular, entrenamiento respiratorio, ejercicio físico diario progresivo. 
Los fármacos más efectivos son:
  • I S R S: Paroxetina, Sertralina, Fluoxetina, escitaloprán.
  • Tricíclicos: Imipramina, Clorimipramina.
  • Benzodiazepinas: Alprazolán, Clonazepán, Lorazepán.
En pacientes con Trastorno Bipolar se deben usar con cautela los medicamentos antidepresivos, ya que pueden precipitar un episodio maníaco, en cuyo caso se recomienda usar  un estabilizador del humor.

2.- Estabilizadores del humor: la  lamotrigina es el estabilizador del humor más recomendado cuando existe un episodio depresivo en un paciente con trastorno bipolar. 
Si hay síntomas psicóticos como ideas delirantes o alucinaciones,  se debe usar antipsicóticos (haloperidol, olanzapina, risperidona o clozapina).

3.- TEC: La terapia electro-convulsiva está indicada cuando hay:
  • Serio riesgo suicida
  • Cuadro catatónico
  • Síntomas psicóticos
  • Depresión en una embarazada.
  • Episodio mixto (síntomas maníacos sobrepuestos a los síntomas depresivos)
  • Depresión grave que no cede con fármacos.
Respuesta favorable previa al TEC. Es decir, si un  paciente ha sido tratado previamente con  TEC y su respuesta fue favorable, se prefiere este tratamiento.

4.- EMTr: La estimulación magnética transcraneal  es un tratamiento reciente que ha mostrado efectividad  en las depresiones moderadas,  en las embarazadas (para evitar el uso de fármacos) y en las personas que no desean recibir medicamentos, por los efectos indeseables de estos. 

Se debe referir a psiquiatría y/o al psicólogo clínico cuando:
  • Existe riesgo suicida
  • Tiene síntomas psicóticos
  • Existe una discapacidad importante
  • Depresión moderada o grave
  • Se sospecha de un trastorno bipolar
  • Requiere de psicoterapia específica
  • Existe un trastorno de personalidad
  • El médico no está capacitado para tratarlo
  • Paciente embarazada con cuadro depresivo.

Compilador

lunes, 20 de marzo de 2017

Ansiedad Infantil

Los trastornos de ansiedad no son exclusivos de los adultos. También están presentes en los niños y de hecho, son uno de los diagnósticos más comunes en la infancia y la adolescencia.
En la infancia un estado ansioso puede ser un mecanismo de defensa para afrontar problemas que el niño no sabe solucionar. Lo importante es prevenir que este trastorno se apodere, y al ser reconocido con tiempo, es posible evitar su evolución y empeoramiento.

Los niños que padecen TA experimentan importantes problemas relacionados con el fracaso escolar, la baja autoestima, la soledad y también, la salud física. Además, la ansiedad se asocia a un mayor riesgo de padecer trastornos en etapas posteriores de la vida, ya sean otros trastornos de ansiedad o bien depresión mayor o abuso de sustancias, entre los más comunes. Los niños no tratados tienen un mayor riesgo.

El TA a menudo se presentan con otros trastornos como la depresión, trastornos de la alimentación y el trastorno de atención con hiperactividad. Con el tratamiento y apoyo suficientes, su hijo aprenderá a gestionar con éxito los síntomas de un trastorno de ansiedad y vivir una infancia normal.

Clasificación y prevalencia

La tasa general de prevalencia de los trastornos de ansiedad durante la infancia es de un 18%, sin que se presente un mayor predominio en las niñas que en los niños. No es hasta la adolescencia, que las chicas alcanzan índices más altos que los chicos en este tipo de problemática, distribuyendo así los porcentajes de forma más semejante a los observados en la población adulta. Dentro del porcentaje citado, además, observamos que la ansiedad infantil se presenta de muy distintas formas. Se distingue entre los siguientes trastornos de ansiedad en la infancia:
  • Trastorno de ansiedad generalizada
  • Trastorno de ansiedad por separación
  • Trastornos fóbicos (Social. Escolar. Familiar)
  • Trastorno de pánico
  • Mutismo Selectivo
  • Trastorno obsesivo-compulsivo
  • Trastorno de estrés postraumático
  • Trastorno mixto de ansiedad y depresión
Tratamiento

Especificar que lo más importante de cualquier tratamiento, es su grado de adecuación a las particularidades de la persona a la que va destinado. En este caso, por tanto, es fundamental adaptar los procedimientos a la edad y características del niño. Se deben de tomar en cuenta los estresores ambientales, los factores de riesgos, la severidad, la disfunción que le ocasiona y la comorbilidad.

Para la intervención comúnmente se requiere de un equipo multidisciplinario conformado por el personal de salud: médicos generales o de otras especialidades, psicólogo clínico y psiquiatra. Entran en la detección del padecimiento los maestros, enfermeras y trabajo social. Se hace intervenciones psicosociales, psicoeducativas y psicoterapéuticas. La intervención farmacológica se hará dependiendo el cuadro y severidad por el psiquiatra.

Cualquier tratamiento tiene mayores y mejores resultados en los niños, cuando los padres y/o profesores colaboran para lograr los objetivos propuestos. Quizás los padres requieran terapia individual y ó familiar, y para el manejo conductual y afectivo del niño. La detección e intervención precoces pueden reducir la gravedad de los síntomas, estimular el crecimiento y el desarrollo normal y mejorar la calidad de vida de los niños con TA.

Las técnicas utilizadas para el abordaje de los trastornos de ansiedad en la infancia, son muy parecidas a las que se aplican en la población adulta.

Técnicas psicológicas sugeridas que se utilizan más frecuentemente y que han probado su efectividad (total o parcial) en los estudios experimentales llevados a cabo hasta la fecha:
  • Técnicas de exposición
  • Exposición en imaginación
  • Exposición in vivo con prevención de respuesta
  • Relajación
  • Práctica reforzada
  • Escenificaciones emotivas
  • Técnicas cognitivas
  • Auto-instrucciones
  • Terapia racional emotiva
  • Tratamientos psicofarmacológicos
Los trastornos de ansiedad pueden ser tratados eficazmente mediante una evaluación integral del niño y la familia. Los padres que advierten síntomas de ansiedad en sus hijos pueden ayudar procurando una evaluación y un tratamiento precoz. Generalmente, el tratamiento puede prevenir problemas futuros.

Curso o pronóstico

Depende del momento en que se le detecta, del tratamiento y de las condiciones ambientales del niño. Es muy frecuente que conforme transcurre el tiempo, el trastorno no tratado tiende a complicarse en severidad y comorbilidad. Factores que parecen predecir un peor diagnóstico son la edad de inicio más temprana, la larga duración de la enfermedad, la historia de hospitalizaciones previas, la presencia de rasgos de personalidad muy acentuados que son desadaptativos, la comorbilidad entre diferentes trastornos psiquiátricos, así como la severidad de los síntomas y la historia familiar positiva de TA.

Para nosotros los profesionales de la salud mental que tratamos TAI y otros trastornos infantiles se requiere seguir los aspectos, principios y pautas éticas, y de las consideraciones éticas en la relación del paciente y familia y el respeto de los derechos humanos del niño. 

jueves, 16 de marzo de 2017

Conócete a ti mismo

Es uno de los más famosos aforismos de la antigüedad griega de todos los tiempos. Significa que la principal necesidad de una persona para acceder a la sabiduría filosófica es el autoconocimiento.
Se encontraba inscrito, según diversos testimonios, en el templo de Apolo, sitio en la ciudad griega de Delfos, lugar de enorme valor mitológico: fue allí donde Apolo mató al monstruo Pitón, donde Zeus colocó el ónfalo, ombligo del mundo, y donde se encuentra el famoso oráculo de Delfos. En griego, la frase se escribe originalmente γνῶθι σαυτόν (gnóthi sautón), que traduce ‘conócete a ti mismo’. Por testimonio de un célebre viajero griego Pausanias, sabemos que la frase estaba inscrita en el pronaos del templo de Apolo.

“Conócete a ti mismo” es una frase que se refiere a la importancia del autoconocimiento para el ser humano.

Debido a que se encontraba inscrita en la entrada del tempo del dios Apolo, en Delfos, es interpretada como el saludo que el dios dirigía a los visitantes de su templo, deseándoles sabiduría. En esta frase se encuentran encerradas o sugeridas algunas de las preguntas más antiguas del pensamiento filosófico: quién soy, de dónde vengo, adónde voy, preguntas por medio de las cuales trata de comprenderse y definirse cada quien. Platón pone esta frase en boca de Sócrates en su diálogo con Alcibíades, un joven ignorante que aspira a la política. Con ella, trata de recordarle que, antes de ser gobernante y mandar sobre el pueblo, su primera tarea como hombre es gobernarse a sí mismo, y no lo conseguirá si antes no se conoce a sí mismo.

Conocerse a sí mismo supone el camino del perfeccionamiento, de hacerse mejor y adquirir conocimiento sobre la propia naturaleza y limitaciones, pues no podemos desarrollar nuestra naturaleza si no sabemos cuál es. De este modo, el autoconocimiento es un paso previo para la asunción de cualquier tarea o labor de importancia que conduzca a la gloria o a la sabiduría.

“Conócete a ti mismo”, entonces, es la obligación de cada individuo: comprenderse, aceptarse, estudiar la propia alma, que es el verdadero objeto de conocimiento de una persona, pues solo así el individuo podrá orientar su propia vida y sus acciones de acuerdo con sus propósitos e intereses.

Otra forma de leer esta frase es considerando el autoconocimiento como un paso fundamental para acceder al conocimiento, a la verdad de las cosas, para alcanzar en la sabiduría el nivel de lo divino, lo profético y lo oracular. La frase, entonces, previene al hombre en relación con el camino cierto de la sabiduría: primero deberás conocerte a ti mismo, para a continuación acceder a grados mayores, más complejos y oscuros, de conocimiento.

Otra interpretación posible de esta frase es la que se hace desde la psicología y la literatura de autoayuda, que entiende que es fundamental que, como personas, seamos capaces de comprendernos, de conocer nuestros sentimientos y entender las razones que nos mueven para no dejarnos arrastrar por otros deseos o pretensiones. En este sentido, es una frase fundamental en la inteligencia emocional.

El aforismo ha sido atribuido a varios sabios griegos antiguos: Heraclito, Quilón de Esparta, Tales de Mileto, Sócrates, Pitágoras, Solón de Atenas. Otras fuentes lo atribuyen a Femonoe, una poetisa griega mítica. En una discusión acerca de la moderación y el autoconocimiento, el poeta romano Juvenal, cita la frase en griego y declara que el precepto desciende "de cælo" (del cielo).

Parece que el origen del adagio se remonta a escritos antiguos de Heraclio, Esquilo, Herodoto y Píndaro; y surge como una invitación a reconocerse mortal y no dios. Sócrates lo eleva a un nivel filosófico como un examen moral de uno mismo ante Dios. Platón lo orienta hacia la verdadera sabiduría en un fantástico sistema de pensamiento.

La sabiduría del conocerse a sí mismo la evoca San Agustín quien le expresa a Dios que el fin de la vida es “conocerte y conocerme”. El hombre se conoce cuando va al fondo de sí mismo y ahí encuentra la imagen de Dios. Por esta senda marcharán muchos medievales en este espíritu humanista de pensar…

En la actualidad cotidiana, en nuestra hiperactiva cultura, poco dada a la reflexión y a la tranquilidad de espíritu,  la máxima griega inspira los numerosos libros de autoayuda que buscan la autoconciencia o en la aceptación de la identidad de sí mismo.


Red

domingo, 12 de marzo de 2017

Joseph Metheny "El Hamburguesero"

Advierto de la extrema dureza de algunas de las declaraciones que pueden leerse en este artículo, Si no está seguro, pulse el botón de atrás de su navegador, ya que  puede "herir susceptibilidades".

Nombre: Joe Roy Metheny
Sobrenombre: "El Hamburguesero", "El Asesino Canibal"
Fecha de nacimiento: 1955
Lugar de los asesinatos: Baltimore, Maryland
País: Estados Unidos
Fecha de los asesinatos: 1976-1995
No. de Víctimas: 4-+10 asesinatos
Tipo de víctimas: Mujeres y 3 Hombres.
Tipo de Asesino: Carnicero, Caníbal, descuartizador.
Modus Operandi: Se acercaba a sus víctimas en bares o debajo de puentes, la mayoría mujeres alcohólicas, prostitutas. Luego las estrangulaba, mutilaba y en ocasiones utilizó la carne para mezclarla con carne de cerdo y preparar hamburguesas que comercializaba.
Captura y condena: Arrestado el 15 de diciembre de 1996.
Informe final: Sentenciado a muerte el 13 de noviembre de 1998, revocada el 24 de julio de 2000. Esta en cadena perpetua. 

“An invitation to die and all the faces, mopeds can’t collide. It’s fascination and it will eat you alive”

Joe Metheny, hombre con obesidad mórbida, una sonrisa degenerada y ojos vacíos que parecían no tener culpa. Le dieron el apodo de “Asesino Caníbalporque durante sus asesinatos en serie, abrió un puesto de hamburguesas a cielo abierto y en ese lugar el vendería carne humana mezclada con puerco. Según se encontraron cabellos, uñas, incluso dientes. Enviaron agentes a revisar el lugar y encontraron una carnicería, cuerpos destazados, cortados, molidos. Dijo que veía a sus víctimas como una fuente carne más que como personas reales.

“Abrí un pequeño puesto de carne. Tenía carne asada y sandwiches de puerco. Eran muy buenos. El cuerpo humano sabe muy parecido al cerdo. Si lo mezclas, nadie puede notar la diferencia”

La mente del asesino era claramente inestable y al momento de su arresto confesó que había matado a otras cinco personas. ¿A qué se debía su furia imparable? Según el hombre rosado “redneck” con barba y acento rural, todo fue porque su mujer se fue de la casa con su hijo de 2 años a otra ciudad. Luego de 6 meses, un amigo de la ex pareja le comentó que su esposa se encontraba sin hogar, trabajando con unos vagabundos preparando crack de un puente al sur de la ciudad. Lleno de ira, Joseph viajó a la ciudad y se dirigió al lugar exacto, no encontró a su esposa pero sí a unos vagabundos que pensó que eran los que trabajaban con ella, y los asesinó a hachazos. Desesperado por conseguir información de su esposa, asesinó a 3 personas más, pronto fue arrestado pero fue liberado por falta de pruebas. 

“No estaban ahí. Pero los dos vagabundos hijos de perra se drogaron cuando estaban ahí. Estaban desmayados en un colchón apestoso y fue cuando me fui, pero ya estaban hechos pedazos”

Al ser liberado trajo a su remolque a 2 prostitutas, a las cuales asesino y corto sus cuerpos por diversión. Las prostitutas Cathy Ann Magaziner y Kimberly Spicer a su tráiler para luego apuñalarlas y estrangularlas hasta morir. Desmembró los cuerpos de las mujeres y guardó la carne para comerlas después. Su declaración no mostró ningún atisbo de culpa. Según Metheny, abrió un pequeño puesto de carne y comenzó a vender la comida humana junto con la de los animales.

Una noche de diciembre en 1996, cuando decidió invitar a una prostituta llamada Rita Kemper al sucio tráiler en el que vivía. No era la primera que entraba al lugar, pero sí la que pudo escapar. Gracias a su llamada la policía arrestó al presunto asesino y descubrió que él era el responsable de distintos asesinatos que se remontan a 1976, 20 años antes de su arresto.

Los detectives no sabían si Metheny estaba delirante o si de verdad había matado a su esposa con su amante o a otras tres personas. Su siguiente víctima, según él, fue otra prostituta a la que le pidió información sobre su esposa. “Actuó como si no supiera nada, así que la golpeé como un demonio y violé su culo, después la maté”. Acto seguido, bajó el puente y mató a otra mujer. Después se dio cuenta de que un hombre que pescaba lo miró; decidió tomar un tubo de metal y abrir su cabeza a golpes. La declaración de Metheny resaltaba el hecho de que le ató piedras a los cuerpos para aventarlos al río Patapsco.

Metheny tiene una mente enferma que lo llevó a asesinar a 3 mujeres y posiblemente a otras que no fueron descubiertas, pero más allá de eso, su desequilibrio es notable a través de sus declaraciones y de sus falsas confesiones que muestran un enojo y violencia atemorizante. Nadie comprendía si el asesino mentía por gusto o si su mente estaba tan desequilibrada que confesaba crímenes pasados.

“Mi ataque de asesinatos comenzó como venganza pero terminó como una pasión por la sangre y el sentido abrumador de poder que uno tiene al tomar la vida de otro”

Metheny se encuentra encerrado de por vida en la prisión luego de que le revocaran su sentencia a pena de muerte en el año 2000. Fue luego de su primer arresto que confesó haber asesinado al menos a 10 personas, pero solo se le pueden atribuir sin lugar a dudas las muertes de Kimberly Spicer, Toni Lynn Ingrassia, y Catherine Magaziner.

Los asesinatos fueron descritos por la policía como “brutales ataques sexuales que parecen indicar una agresión psicótica ante un determinado tipo de mujer”

Metheny hasta el día de hoy no ha tenido remordimientos por sus crímenes pero sí lamenta el hecho de no haber matado a su esposa cuando tuvo la oportunidad. 

martes, 7 de marzo de 2017

Agresión del Paciente: ¿Qué hacer?

Uno siempre escucha de agresiones de pacientes a otros, uno siempre supone qué paciente podría a uno agredir, uno siempre cree estar resguardado, precavido, dueño de la situación porque uno sabe intervención en crisis, tiene experiencia. Pero el día llega, y el golpe cae o la tentativa de que pase.
Bajo ninguna condición el paciente debe agredir a su médico, como tan penado es que el médico transgreda al paciente.

Deseo agregar que las agresiones de los pacientes son en extremo raras, se dan en muy contadas ocasiones, mayormente por gente vil, de bajos modales, que forma una reducidisima minoría de nuestros pacientes. Si el paciente ya viene con un historial médico psiquiátrico es necesario pedir que al acudir a su cita el px esté tomando la medicación y que no la haya suspendido, si toca px de primera vez y en tu entrevista /evaluación clínica, te das cuenta que el px debe estar tomando medicamentos para regular su conducta amablemente se le pide reinicie su tratamiento o tome otra re-valoración médica y ajuste de medicamento para consiguiente uno puede trabajar con él. Preferentemente a px con un dx de enfermedad mental (psicóticos) o explosivos se requiere la posibilidad de que asistan acompañados por un familiar si es posible.

También se puede demorar, o reagendar la sesión hasta que hagan efecto los antipsicóticos, sedantes, lo que requiera. Si estas laborando en un hospital, se debe proceder a inmovilizarlo, un colega que te ayude a evaluar la situación, y un par de enfermeros que logren reducir al agresor, de la manera más cuidadosa posible, claro está. Ver su posible ingreso, tenerlo en observación, enviarlo al psiquiátrico o sea ambulatorio…

La agresión, aunque suene paradójico, es un tema delicado y que requiere una consideración amplia y ponderada.

El escenario que se plantea es sin duda complejo, escuchar opiniones o consenso sobre la actuación del psicologo/psiquiatra ayudaría sobre todos a los psicólogos/psiquiatras en el área privada que es la más vulnerables de riesgos. Sin embargo, el consenso actual aceptado es que un paciente fuera del entorno clínico debe ser tratado como “una persona más”. Esto significa que una agresión del paciente debe responderse como si se tratara de un civil cualquiera: Por supuesto hay que abogar en: evitar el conflicto, apelar a la moral y apuntalarse en la autoridad pertinente.

La relación terapéutica no puede sostenerse si ésta pone en peligro la integridad física o moral de cualquiera de los involucrados.

lunes, 27 de febrero de 2017

Perfil del Maltratador: 12 Rasgos Comunes

Los agresores que atacan a víctimas por cuestión de género cumplen varias características básicas.
El perfil del maltratador

Si bien no existe un único tipo de maltratador y todos ellos tienen características que los hacen diferentes entre sí, existen una serie de elementos que tienden a ser comunes en casi todos los casos. A continuación se indican una serie de doce rasgos que suelen ser compartidos por la mayor parte de los maltratadores.

1. Suelen tener buena imagen pública
No es infrecuente que cuando se conocen casos de malos tratos surjan voces de sorpresa entre las personas que conocen al maltratador. Esto se debe a que fuera del hogar el o la maltratadora tiende a actuar con perfecta normalidad, no habiendo por lo general en su conducta signos visibles de hostilidad hacia su pareja y tratándola tanto a ella como al resto con cordialidad y afecto. Es en el hogar, en la vida privada, donde el individuo en cuestión manifiesta y descarga su agresividad.

2. Sentimientos de inferioridad y baja autoestima
Un denominador común en la mayor parte de maltratadores es la presencia de baja autoestima y de sentimientos de inferioridad respecto a sus semejantes. Dichos sentimientos de inferioridad provocan una profunda frustración que se puede transformar fácilmente en violencia.

3. Motivación por el poder
Por norma general, el o la maltratadora tiende a tener una elevada necesidad de poder. Estos sujetos tienden a necesitar imponer las propias opiniones o que las cosas se hagan a su manera.

Debido en gran parte a los sentimientos de inferioridad antes mencionados o a la ausencia de control en diversos dominios vitales importantes para el agresor, el individuo en cuestión pueden desembocar en la necesidad de ejercer control y dominio sobre la pareja, a quien tienden a considerar inferior.

4. Internalizan estereotipos de género
La violencia de género recibe ese nombre debido a que la causa del ejercicio de la violencia está vinculada al sexo de la persona objeto de agresión. Por consiguiente, la mayor parte de maltratadores utilizan como pretexto para la agresión los roles de género, utilizándolos para remarcar su papel y el de su pareja y castigando las conductas y pensamientos que se alejen de ello.

Así, la mujer ha de ser sumisa, cariñosa y dependiente mientras que el hombre ha de ser fuerte, dominante y estoico. Si uno de los dos no cumple dichos papeles aparece frustración y agresividad.

5. Bajo nivel de asertividad
Otro aspecto relevante en una gran cantidad de maltratadores es la ausencia de una capacidad de responder asertivamente a los diferentes problemas que les pueden ocurrir día a día. Así, los problemas y los cambios les frustran y suelen reaccionar de forma aversiva ante ellos. Defienden sus derechos de forma agresiva sin tener en cuenta los deseos de los otros y situando sus necesidades en primer lugar.

6. Relaciones de dependencia
Si bien no se cumple en todos los casos, es común que en la estructura de la personalidad del maltratador tienda a haber cierta dependencia del entorno. Dicha dependencia provoca miedo y cierta fijación ante la idea de ser abandonado, cosa que en el caso del maltratador se traduce en un aumento del control hacia la pareja, un elevado nivel de celos hacia otros posibles "competidores", el intento de aislarla y hacer que dependa del agresor/a e incluso la agresión física.

7. Inestabilidad emocional e impulsividad
Por norma general el maltratador tiende a tener un elevado nivel de neuroticismo. Esto quiere decir que tiene una emocionalidad lábil que puede pasar rápidamente de la alegría a la tristeza, o del afecto al desprecio. Esta falta de estabilidad facilita la frustración y la tensión interna, que junto a una elevada impulsividad y un pobre control de los impulsos puede desencadenar una agresión.

8. Egocentrismo
Un aspecto relevante que comparten la mayor parte de maltratadores es la tendencia a centrarse en sus propias necesidades y preocupaciones, ignorando las de los demás o las consecuencias que la propia conducta en los otros.

9. Celos y posesividad
El individuo que maltrata tiende a temer que la pareja le abandone o le ponga en evidencia, con lo que intenta evitar que se vea influenciada o atraída por sujetos externos que puedan alejarla de ella, reaccionando de forma violenta a supuestas interacciones con personas ajenas a la pareja al considerar que pueden arrebatarsela.

La persona maltratada es considerada un elemento de su propiedad que debe permanecer fiel y cumplir sus designios. Se establecen conductas controladoras y se sesga la percepción en búsqueda de la confirmación de sus temores.

10. Niveles bajos de empatía
Uno de los aspectos más claramente visibles en los maltratadores es el poco nivel de empatía que manifiestan con sus víctimas. No suelen ponerse en el lugar del agredido o eligen voluntariamente ignorar su punto de vista, no teniendo en cuenta los efectos psíquicos y/o emocionales que el maltrato tiene sobre la víctima más allá del control de su conducta.

11. Minimizan la violencia o culpabilizan a los demás
Otro factor frecuente a pesar de que no se da en todos los casos es el hecho de que el maltratador tiende a considerar la violencia ejercida como justificada, disminuir la importancia de sus efectos o situar la culpa en la actuación de la pareja o en otros factores como el alcohol o las drogas.

12. Capacidad de manipulación
Si bien no en todos los casos, a pesar de tener una capacidad de empatía muy reducida muchos maltratadores reincidentes posean una elevada capacidad de manipulación y sugestión. Si bien también depende de la situación y de la personalidad de la víctima, en algunos casos se ha manifestado la capacidad de convencerlas de que las conductas agresivas se han llevado a cabo por su bien, que son normales o incluso de que la agresión era merecida.

También pueden predisponer a la víctima a desconfiar de su entorno y alejarse de él poniéndola en malos términos con sus seres queridos, aislándola y haciendo que dependa en exclusiva del o la agresor/a.

Referencias bibliográficas:
Castellano, M.; Lachica, E.; Molina, A. y Villanueva, H. (2004). Violencia contra la mujer. El perfil del agresor: criterios de valoración del riesgo Cuadernos de Medicina Forense, 35.


*Psicología y Mente, art. Psic Oscar Castillero Mimenza

martes, 21 de febrero de 2017

Rasgos Característicos de la Personalidad Límite

Cuadro clínico

La persona "border" se caracteriza por narcisismo, hipersensibilidad al rechazo y al abandono, sentimientos de inferioridad, relaciones infantiles que afectaron el desarrollo narcisista del sujeto (Stolorow). Es una afección mental por la cual una persona tiene patrones prolongados de emociones turbulentas o inestables. Estas experiencias interiores a menudo los llevan a tener acciones impulsivas y relaciones caóticas con otras personas.
En general este tipo de pacientes responde a los siguientes esquemas cognitivos:
  • Son muy inseguros de sí mismos. Tienen una mala autoimagen.
  • Tienden a abandonarse en exceso.
  • Nada puede compensarles su gran vacío interior. Manifiestan casi obsesivamente deseos por una gran variedad de objetos. Una vez conseguidos ya están buscando otro nuevo objetivo a lograr.
  • Son muy dependientes de las personas con las que conviven.
  • La posibilidad de sufrir un abandono real o imaginario de las personas de las que dependen, o de enfrentarse a responsabilidades importantes, les puede crear situaciones de extrema tensión y violencia.
  • Están en un casi constante estado de ansiedad.
  • Dificultad para el estudio y la concentración.
  • En ocasiones su cólera domina su conducta.
  • Descontrol en la alimentación. Anorexia y/o Bulimia.
  • Abuso del alcohol, drogas, etc.
  • No pueden controlar sus sentimientos y emociones. Pasan de estados eufóricos a depresivos en cuestión de minutos.
  • No suelen cumplir sus compromisos. Abandonan terapias, estudios, trabajos, etc.
  • Son terriblemente receptivos y tienen una gran capacidad para la manipulación. En general culpan de todos sus problemas a las personas con las que conviven.
  • Degradan o ensalzan a las personas muy rápidamente.
  • Algunas veces sufren crisis de pánico.
  • Algunos tienen una gran dificultad para retener los mensajes verbales o escritos que acaban de recibir. "Parece que no nos escuchan"....
  • En muchos casos estos px han tenido muchos problemas en su niñez. Hiperactividad, agresividad, etc. Su educación y relación social y familiar ha sido muy problemática. No han podido recibir un diagnóstico claro, hasta que coincidiendo con un cambio hormonal el síndrome TLP se ha manifestado en toda su magnitud.
  • En muchos casos hay antecedentes familiares por parte de alguno o ambos padres, con problemas mentales, drogas o alcoholismo.
  • Ante situaciones extremas a veces buscan el suicidio. El 10% de los que lo intentan, lo consiguen.
Rasgo al modelo psicoanalítico
  • Pacientes difíciles de tratar, no encajan en categorías diagnósticas existentes. Experimentan a sus analistas como peligrosos.
  • Inestabilidad del humor, de las relaciones interpersonales y de la imagen del self.
  • Debilidad yoica (self desestrucurado, fracturado), vuelven a los procesos de pensamientos primarios.
  • Dificultades en separarse y diferenciarse de un objeto primario. En tests de personalidad, el núcleo de los conflictos de separación se expresa en respuestas que reflejan los temas interpersonales de unión, fusión, separación e individuación.
  • Funcionan adecuadamente en contextos bien estructurados y rinden insatisfactoriamente en la ausencia de estructuración.
  • Organización estructural de la personalidad basada en mecanismos de defensas primitivos: Disociación/Escisión (resuelve la ambivalencia hacia el objeto o hacia el self), Denigración (denigrando al obj minimiza los deseos de que sus necesidades sean colmadas), Omnipotencia (remarca en sí mismo aspectos de poder irreal como un intento de arreglarse con el miedo a la impotencia o a la desvaloraización), Idealización (se exalta el poder de determinados objetos de una forma poco realista como una defensa para proteger al sujeto de los objetos malos), Proyección, Identificación proyectiva, Negación.
  • Sus rasgos más característicos son:
  • Impulsividad e impredectibilidad del comportamiento, (“conducta impulsiva autodestructiva”).
  • Relaciones personales intensas e inestables.
  • Relaciones Interpersonales primitivas (dependencia, madre simbiótica. Dificultad en la separación-individuación).
  • Falta de control emocional, inestabilidad afectiva, se desplazan desde un humor normal hasta a la depresión, irritabilidad o ansiedad.
  • Marcada alteración de la identidad.
  • Sentimientos de vacío y/o aburrimiento.
  • Alto potencial para actos de daño físico y conductas suicidas.
  • Dificultades para controlar el estrés.
  • Tendencia hacia un nivel de hostilidad y de dependencia. Presencia de rabia y cólera, confrontaciones físicas e incapacidad de tolerar la soledad (dependencia excesiva del objeto externo, que puede ser atacado).
La formación de la organización limítrofe implica:
  • Sostén vincular insuficiente.
  • Situaciones traumáticas escalonadas.
  • Psicosis infantil con restitución incompleta (no se produce una psicosis porque la fractura del yo hace que la parte psicótica se separe).
  • Falta de control impulsivo y de la individuación.
  • No resolución del complejo de Edipo.
  • Fracaso en la organización de un sentimiento de identidad.
  • Sexualidad infantil perversa polimorfa. Búsqueda de descarga e intolerancia a la frustración.
  • Es producto de traumas infantiles, el + frecuente es abuso. (No solo sexual).
  • Faltan las identificaciones profundas,  simbólicas o introyectivas.
Con respecto al tratamiento y al trastorno, Stolorow sostiene:
  • Intervenciones afirmativas, de contención, de “calma”. Dependen mucho de la conducta real, humana del analista. No toleran las fallas.
  • Transferencia masiva, el vínculo se vuelve real.
  • Pueden lograr casarse con alguien que cumpla un rol contenedor. El pronóstico depende del “contexto vincular contenedor”.
  • Siempre quieren saber si son importantes para los demás, si los quieren, si los admiran, si hacen las cosas bien.
  • Base de la patología: la falla del amor de obj. primario. Necesidad de búsqueda de amor del objeto primario.
Prevalencia

Se estima que la prevalencia del trastorno límite de la personalidad es de alrededor del 2% de la población general, aproximadamente del 10% entre los sujetos vistos en los centros ambulatorios de salud mental y en torno al 20% entre los pacientes psiquiátricos ingresados.

Curso

Hay una considerable variedad en el curso de los trastornos límite de personalidad. El patrón más habitual es una inestabilidad crónica en el principio de la edad adulta, con episodios de grave descontrol afectivo e impulsivo y altos niveles de utilización de de los recursos de salud mental y general. El deterioro causado por el trastorno y el riesgo de suicidio son mayores en los primeros años de la edad adulta y van desapareciendo gradualmente con la edad. Durante la cuarta y quinta décadas de la vida, la mayoría de los sujetos con este trastorno logran una mayor estabilidad en sus relaciones y su actividad profesional.

La causa del trastorno límite de la personalidad (TLP) se desconoce. Se cree se relaciona con factores genéticos, familiares y sociales

Diagnóstico diferencial

Este trastorno se diferencia de la psicosis, en el principio de realidad y en la demanda de apego (por sí solos no logran estabilidad, solo si se han apegado a alguien). Los comportamientos psicóticos no le permiten el desarrollo de apego, un elemento necesario para fomentar la dependencia.

Este trastorno se distingue del trastorno narcisista, pues esta última es una estructura más estable: mejor funcionamiento cognitivo perceptual, niveles más elevados de representación de objeto, menor identificación proyectiva y disociación. También de los sig. tras.
  • Trastornos del estado de ánimo
  • Trastorno por estrés postraumático
  • Trastornos de pánico y ansiedad
  • Abuso de sustancias
  • Trastornos de la alimentación
  • Trastorno obsesivo-Compulsivo
  • Trastorno por déficit de atención
O a otros trastornos de personalidad (esquizotípica, histriónico, dependiente...). En algunos casos se deberán diagnosticar los dos trastornos si se cumplen los criterios necesarios pero en otros casos se deberá hacer un buen diagnóstico diferencial con respecto a los trastornos más parecidos porque esto tendrá efectos a la hora de aplicar el tratamiento adecuado, tanto psicoterapéutico como farmacológico. Hay que tener en cuenta que muchos de los síntomas propios de este Trastorno se solapan con los de los Trastornos arriba citados pero adquieren características diferentes cuando están encuadrados dentro del Trastorno base de personalidad. Ej. Un borderline que además es adicto a las drogas presenta otras características que un drogadicto; así como un depresivo se diferencia de un borderline que presenta sintomatología depresiva. En ambos casos se requerirá un tratamiento diferenciado, incluso a nivel de medicación.


Observación: Actualmente en consultas de medicina general, servicios de urgencias de los hospitales y clínicas privadas de psicología acuden personas desesperadas o familiares que acuden  buscando una solución a un caos que no saben cómo manejar. En muchos casos se trata de personas con un amplio historial médico de ingresos hospitalarios con síntomas de ansiedad y crisis de pánico, así como intentos de suicidio o numerosas autolesiones hechas por cortes o quemaduras. La causa por la que piden ayuda puede ser en ocasiones trastornos de la conducta alimenticia (anorexia, bulimia) o problemas de drogas (abuso del alcohol u otras drogas), depresión y trastorno bipolar. En otras ocasiones son ingresados de urgencia y  diagnosticados erróneamente, ej tras por adaptación por su malestar tras una ruptura de pareja ante el clínico. En todas estas ocasiones  pueden ser medicados con ansiolíticos y antidepresivo dado el cuadro que presentan, o también puede ser tratado en unidades para trastornos de la alimentación con un trastorno de la conducta alimentaria. Todas estas soluciones no hacen otra cosa que propiciar un círculo vicioso en el que la persona se enreda una y otra vez. Las personas con un trastorno límite de la personalidad pueden pasar años en manos de diferentes profesionales, a veces participando en terapias de grupo donde parecen “encajar bien” (téngase en cuenta el mimetismo de las personas con TLP, es decir, es fácil que se identifique con las pacientes anoréxicas o con personas con un trastorno bipolar dado que pueden compartir síntomas con estos y sobre todo porque prefieren “ser anoréxicas a no ser nada”). El tema se complica cuando desde la medicina general se le prescriben fármacos ansiolítico o antidepresivos para el cuadro que presentan. Ninguna medida parece terminar con el problema, y en un corto espacio de tiempo vuelven los problemas desesperanzando más aún a la persona y a quien la rodea. Los medios de comunicación tampoco favorecen a solucionar el problema, la falta de información sobre los trastornos de la personalidad son obvios. Si la solución que nos planteamos es la búsqueda de apoyo psicológico, también se corre un riesgo: que el terapeuta no conozca la problemática, e igualmente trabaje cuestiones como el problema de juego, la depresión, etc pero no realice un buen diagnóstico del TL.

Fuentes
https://www.trastornolimite.com/tlp/test-trastorno-limite-de-la-personalidad-tlp