viernes, 12 de abril de 2019

Depresión en Niños: Información para Familiares

La depresión ya ha dejado de ser una enfermedad solo de adultos. Actualmente cada vez más hay niños diagnosticados con trastornos depresivos. ¿A qué signos y síntomas debemos estar alerta los padres para actuar precozmente?
¿Qué es la depresión infantil?

Es un trastorno afectivo en el que el niño se percibe triste, inconforme consigo mismo, desganado y presenta cambios evidentes en su comportamiento a nivel familiar, escolar y social, como reflejo de algún evento desagradable en su vida, (pérdidas, separaciones, violencia, etc.); para hablar de que existe un cuadro clínico, las modificaciones en su conducta deben ser persistentes al menos dos semanas consecutivas y reflejarse en actividades tan vitales como comer o dormir.

La depresión en niños puede ser severa y de larga duración y puede interferir en todos los aspectos de su vida diaria, desde el rendimiento escolar hasta sus relaciones con amigos y familiares. La depresión infantil puede desencadenar complicaciones como la auto agresión y en casos extremos, el suicidio.

Causas de la depresión infantil

Se han sugerido varias causas para la depresión infantil:
  1. Causas biológicas: factores hereditarios, bioquímicos, hormonales y neuronales.
  2. Causa estacional: se piensa que la cantidad de luz asociada con los cambios de las estaciones afecta al estado de ánimo de algunos niños, lo que se conoce como trastorno afectivo estacional.
  3. Causas psicológicas: pérdida de seres queridos, malas relaciones entre padres e hijos, problemas de autoestima, etc.
  4. Causas del entorno: la presión a los que los niños están sometidos, el estrés, la tensión, etc.
Síntomas de depresión en los niños

Los síntomas de depresión varían según la personalidad del niño y la etapa de desarrollo en la que se encuentra. La edad juega un papel importante en la detección y tratamiento de este padecimiento, es necesario distinguir cuáles son los rasgos depresivos más comunes y saber que puede darse a partir del periodo preescolar.

Si algunos de estos síntomas están presentes o tienes dudas, consulta al profesional.
  • Estado de ánimo irritable o depresivo
  • Pérdida de interés o placer
  • Aislamiento social
  • Agitación
  • Problemas de conducta/disciplina
  • Autoestima baja
  • Sentimientos de que no vale nada
  • Sentimientos de desesperación
  • Dificultad al concentrarse
  • Llanto frecuente
  • Quejas físicas
  • Subida o bajada de peso
  • Crecimiento y peso no apropiados
  • Cambio en apetito
  • Trastornos en el sueño
  • Cansancio
  • Conducta dirigida a lastimarse a sí mismo
  • Hablar acerca del suicidio o intentarlo
  • Ninguno de estos síntomas, aislados o en grupo, son solamente de depresión.
Nota: Si notaste que alguno de los síntomas se asemeja al comportamiento de tu hijo, no dudes en comentarlo con tu pareja y familia, para que juntos tomen la mejor decisión. Muchas veces, por no querer afrontar el problema o pensar que “ya se le pasará” la depresión infantil se vuelve severa y desencadena complicaciones como la auto agresión y en casos extremos, el suicidio.

Ahora bien, si partimos de la idea de que tu hijo es pequeño y no tiene la posibilidad de decirte que se siente triste, tu atención en la manera en que se comporta será la que te guíe para decidir canalizarlo con quienes pueden apoyarlo. De manera práctica y para ayudarte a identificarla, “como si tu hijo tuviera fiebre todo el tiempo, pero no tiene”, como si de estar involucrado en el juego y la convivencia con familiar, se volviera retraído y perdiera las ganas de reírse de cosas que antes lo hacían feliz o que causan gracia a otros niños de su edad; también si empieza a tener pesadillas o terrores nocturnos exacerbados y notas que sus rutinas de sueño y alimentación están alteradas.

En la lista siguiente se presentan algunos problemas (no todos) que pueden ser difíciles de diferenciar de la depresión porque tienen síntomas en común. En todo caso, un profesional de la salud mental será capaz de descartar estas y otras causas.
  1. Ansiedad: agitación, síntomas físicos
  2. Trastornos de la conducta: problemas de conducta o disciplina ("comportamiento para llamar la atención")
  3. Trastorno por déficit de atención: dificultad de concentración, rendimiento académico bajo, autoestima baja
  4. Problemas/trastornos de aprendizaje: rendimiento académico bajo, dificultad para concentrarse, autoestima baja
  5. Fobia a la escuela: quejas de molestias físicas, agitación, rendimiento académico bajo
  6. Falta de destrezas sociales: aislamiento social, mala conducta, problemas de disciplina
  7. Enfermedades físicas: quejas de molestias físicas, cambio en el apetito, cansancio
  8. Trastornos en hábitos alimenticios: subida o bajada de peso corporal, falta de ganancia de peso /crecimiento adecuado, cambios en el apetito, autoestima baja.
Diagnóstico de la depresión en niños

El comienzo de la depresión puede ser súbito o gradual. A pesar de que un niño puede presentar uno o más síntomas de depresión, generalmente se considera un trastorno depresivo si se observan 4 o más síntomas por un largo período de tiempo.
Tratamiento de la depresión en niños

Dada la existencia de distintos tipos y causas de depresión, se pueden necesitar distintos tratamientos. Por un lado, los sentimientos de fracaso e irritabilidad causados por obtener una mala nota en la escuela por ejemplo, pueden ser una simple señal de la necesidad de mejorar los hábitos de estudio y de prestar más atención en la escuela.Por otro lado, cuando las señales y los síntomas de depresión son persistentes y más severos, se debe buscar la ayuda de un profesional; Psiquiatra y Psicólogo Clínico.

Los tratamientos más utilizados son:
  1. Medicamentos antidepresivos y ansiolíticos.
  2. Tratamientos psicológicos que incluyen terapias conductuales y terapias cognitivas conductuales.
  3. Programas que combinan medicamentos y psicoterapia.
¿Cómo puedes ayudar a un niño con síntomas de depresión?

La siguiente lista de sugerencias puede ayudar a los padres con los síntomas más comunes de la depresión en niños:
  1. Autoestima baja y tendencia a criticarse a sí mismo: elogia al niño frecuentemente con sinceridad; acentúa lo positivo, de una manera comprensiva, pon en tela de juicio las críticas del niño hacia sí  mismo y señálale sus pensamientos negativos cuando ocurran.
  2. Culpabilidad: ayuda al niño a distinguir entre los acontecimientos que él puede controlar y los que están fuera de su alcance: ayúdale a que comience a hablar positivamente de sí mismo.
  3. Estabilidad familiar: mantén una rutina y disminuye los cambios en asuntos familiares; coméntale acerca de los cambios con anticipación para reducir las preocupaciones.
  4. Desesperación e impotencia: pide al niño que escriba o hable de sus sentimientos y que anote sus pensamientos placenteros de 3 a 4 veces al día, para que éstos vayan aumentando en un período de 4 a 6 semanas.
  5. Pérdida de interés y tristeza: prepara una actividad interesante al día; planifica acontecimientos especiales; comenta temas agradables.
  6. Apetito y problemas de peso: no lo obligues a comer; prepara sus comidas favoritas; favorece que la hora de comer sea placentera.
  7. Dificultades para dormir: mantén un horario constante para dormir; participa junto con él en actividades relajantes como leer o escuchar música suave; termina el día con una nota positiva.
  8. Agitación e inquietud: cambia las actividades que causan agitación; enséñale al niño técnicas de relajación; un masaje puede ayudar; estimula el ejercicio y la recreación.
  9. Temores excesivos: reduce las situaciones que causan ansiedad e incertidumbre; apóyalo y tranquilizalo; la planificación puede reducir la incertidumbre.
  10. Comportamiento agresivo e ira: rechaza la conducta destructiva de una manera amable pero firme; da validez a sus emociones y estimula al niño a expresar sus sentimientos de ira apropiadamente; no reacciones con ira; se consistente en sus respuestas a la conducta inadecuada.
  11. Dificultad para pensar y para concentrarse: anima al niño a participar en juegos, actividades, charlas familiares; trabaja con los maestros y los psicólogos escolares para promover el aprendizaje.
  12. Pensamientos suicidas: estate alerta a las señales de suicidio; busca ayuda profesional inmediatamente.
Si la depresión persiste: consulta con un médico para que realice un examen; pide ser derivado o referido al psicólogo clínico y/o a un psiquiatra.

Fuente: FAROS La guía de la salud y el bienestar para tus hijos//y comentarios personales. 
Referencia bibliográfica: Saklofske, D.H.Depresión en los niños. National Association of School Psychologists.

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