lunes, 30 de marzo de 2020

¿Qué es EMDR? Descubre los Ocho Pasos de su Técnica

El trauma, según la técnica EMDR, tiene mucho que aportarnos, por eso vamos a mencionar la terapia EMDR y sus fases principales.
¿En qué se basa la terapia EMDR?

Al vivir un suceso traumático o situaciones desagradables e intensas, el procesamiento del trauma puede no hacerse correctamente y quedar bloqueado. Al no archivar correctamente la información de este suceso en la red de recuerdos que corresponde, la información se fragmenta en el sistema nervioso de forma que se puede activar automáticamente llegando a condicionar la conducta y afectar a la vida de la persona.

Con la estimulación del mecanismo se logra que el hecho enredado se integre en los recuerdos saludablemente, como ya hemos dicho.

¿Qué es y para qué se usa terapia EMDR?

La técnica EMDR se usa para ayudar a los pacientes a procesar sucesos traumáticos que han sucedido en su vida, pero también para superar fobias o mejorar el rendimiento en ciertos aspectos de su vida. Hay muchos traumas que se podrían superar con la terapia, por lo que es bueno ponerse en manos de un profesional que decida que esta es la mejor técnica en cada caso concreto.

El concepto es complejo, pero se basa en la estimulación bilateral, mediante la cual se estimulan los dos hemisferios del cerebro con movimientos oculares, sonidos o golpecitos para que le vengan a la memoria del paciente otras partes del evento traumático o recuerdo. Lo que se busca con el proceso EMDR es que los hemisferios se hablen entre sí y procesar la información para reducir el problema emocional. Hace algo similar como la fase REM del suelo en que se afrontan estados de estrés de forma adaptativa creando conexiones entre experiencias pasadas para resolver problemas.

Ahora que sabemos que es EMDR, es importante descubrir cuáles son las principales técnicas y conocer más en profundidad las ocho fases por las que va a pasar todo paciente en la técnica EMDR.

¿Cuáles son las técnicas que usa EMDR?

Hay tres tipos de técnicas o tres tipos de estimulación bilateral que se usan en EMDR Y que se aplicarán según cada paciente, y son:
  1. Movimientos oculares sacádicos horizontales. Son un conjunto de movimientos que el terapeuta hace con los dedos en el campo visual del paciente. Este último tiene que seguir los dedos del terapeuta con la mirada sin mover la cabeza y haciendo un total de hasta 40 movimientos en cada realización. Es la técnica que mejor funciona en EMDR.
  2. Estimulación auditiva bilateral. En esta se usan tonos o música bilateralizada que se escucha con auriculares. El terapeuta cuenta con un dispositivo que le permite controlar los sonidos, velocidad e intensidad.
  3. Tapping. El terapeuta golpea con suavidad las rodillas del paciente alternando derecha e izquierda y con alternaciones las manos de la persona que se encuentran apoyadas en su rodilla.
Es el terapeuta EMDR el que debe averiguar cuál es la mejor técnica en cada caso, y aunque la primera suele ser más exitosa, puede que en otros casos se requiera de otra.

Es de destacar que esta terapia se puede combinar con otras terapias y técnicas, por lo que le dota todavía de mayor eficacia y se adapta a las necesidades de los pacientes. Por tanto, se puede valorar la posibilidad de utilizar la terapia sola o con otras técnicas.

¿Cómo es una sesión EMDR?

Hay varios pasos por los que se pasan en una sesión de esta terapia que debemos mencionar porque es interesante que la persona sepa a qué se va a exponer en ella.

Una sesión EMDR se desenvolvería así:
  • En primer lugar, se pide a la persona que se concentre en el recuerdo que le está creando mayor malestar.
  • Posteriormente, se provoca el movimiento del paciente de uno al otro lado con la estimulación visual, táctil o auditiva.
  • Posteriormente, se le pide al paciente que indique lo que le viene la mente: sonidos, imágenes, sensaciones y demás.
  • Se repite el proceso hasta que desaparecen las sensaciones, emociones o pensamientos negativos.
  • El recuerdo traumático del pasado se conecta y procesa con recursos más adaptativos de la actualidad. Así, el paciente puede procesar de nuevo el suceso con una lectura emocional más sana que permite que la conducta complicada se vaya.
Los 8 pasos de la técnica EMDR

La terapia se basa en 8 fases bien estructuradas que debemos saber identificar correctamente, y que son la base principal de una técnica que está teniendo mucho éxito desde sus inicios y se han tratado a muchas personas con ella. Las mencionamos a continuación.

1.- Diseño del plan

Es una fase inicial en que se registra el historial clínico de cada paciente, se recogen recuerdos para procesar con la terapia correspondiente y sensaciones físicas. Puede ser una creencia, olor o sensación, el detalle que se considere. También se va a establecer un acuerdo sobre los objetivos terapéuticos que se trabajen en las sesiones.

2.- Preparación del paciente

El terapeuta se dedica a explicar al paciente en qué consiste el método indicando la teoría y fundamento en que se basa. También despeja dudas, cuenta las expectativas de éxito y todo cuanto sea necesario para que este se familiarice con el método que se va a utilizar con él. La clave es descubrir que el paciente es el idóneo para esta terapia y tiene confianza con el terapeuta.

Se hace el consentimiento informado que es donde se explica el proceso, además de conocer las condiciones médicas actuales de la persona y si toma algunos medicamentos.

3.- La evaluación

Mediante este punto se identifica el recuerdo que se quiere procesar. Una vez que se sabe cuál es, se pedirá al paciente una imagen que represente este recuerdo para empezar a trabajar en él. Se inicia verbalizando emociones y sentimientos negativos y después se hace una declaración positiva que se usará en la fase de instalación.

Para medir el recuerdo se debe acceder con una estructura y hacer una medición de los principales elementos del recuerdo. Se debe medir cada línea base de este recuerdo con las emociones, cogniciones y sensaciones físicas al examinarlo.

En esta fase 3 se van a registrar las puntuaciones iniciales de VoC (validez de la cognición positiva) y SUD (grado de perturbación que está sintiendo cuando piensa en esa imagen).

4.- La desensibilización

Es en la que surgen nuevas emociones perturbadoras, síntomas físicos o recuerdos. Hay que centrarse y atender. Se trabaja la estimulación bilateral. Si el proceso se bloquea aquí, se puede recurrir a otras estrategias y procedimientos más avanzados.

En esta fase es cuando se accede al momento del trauma en que está la peor parte del recuerdo y se ha de valorar el nivel de perturbación. El paciente ha de hacer una libre asociación con el set de estimulación bilateral. Tiene que agotar las asociaciones y situaciones que se conectan con el recuerdo. Debe hacerse hasta que no se sienta perturbación al recordar la escena correspondiente.

5.- Instalación de la cognición positiva

En esta fase se busca reforzar la declaración positiva, no la negativa. Lo que se pretende es que el paciente asuma y refuerce el hecho de tener control de la situación que lo estaba bloqueando. Se sigue usando la estimulación bilateral hasta que el paciente crea que se puede manejar la situación. La creencia positiva debe verse como verdad absoluta.

Se van a hacer sets cortos de estimulación comprobando por medio de una escala del 1 al 7 cómo se siente. Y debe seguir pensando en la situación y repitiendo la cognición positiva. Se busca llegar a una puntuación mínima de 6.

6.- Examen corporal

En esta fase se busca liberar la tensión residual física. Se debe recordar el suceso traumático con la cognición positiva. Hay que buscar en el cuerpo posibles dolores o sensaciones desagradables que se procesan para eliminar la tensión. Suele resolverse fácilmente y con eficacia, pero puede que haya nueva información y otras experiencias complicadas que podrían llevar a nuevos caminos.

Si aparece una sensación de pinchazo, malestar o molestia en el cuerpo en esta fase se debe volver a la fase de desensibilización. Si está bien se hace un set de movimientos oculares para reforzar la buena sensación.

7.- Cierre de la sesión

En esta se busca que paciente recupere un estado de equilibrio, incluso si no se ha completado el reprocesamiento. El paciente recogerá en un diario situaciones, recuerdos, pensamientos, y más que puedan darse en un futuro para procesarlos de la misma forma que se hace. El paciente aprenderá a relajarse y contener las emociones.

Se cierra la sesión y se valora hasta la siguiente sesión. Lo que se busca con esta fase es asegurar la estabilidad del paciente y orientarlo al finalizar cada sesión de reprocesamiento.

8.- La re-evaluación

Al principio de la siguiente sesión se vuelve a acceder al target de la sesión anterior para valorar si tiene todavía perturbaciones residuales y si se mantienen los resultados. Lo que se valora es la eficacia de la terapia en anteriores sesiones.

En esta fase es importante ver que se abordan todos los aspectos del plan de tratamiento.

Consideraciones finales

La terapia no se sabe nunca cuánto va a durar con precisión, ya que los traumas no son iguales ni lo son los pacientes, lo que hace que dependa de muchas variables. Suele ser más corta que otras terapias que se usan para lo mismo. Los pasos no suelen ser estancos, por lo que algunos efectos de cada uno de ellos pueden aparecer en las diferentes partes de la sesión. Cada persona tiene sus tiempos.

Hay muchos estudios recientes que han sido publicados en revistas científicas especializadas que consideran que EMDR es un tratamiento eficaz para las víctimas de trastorno de estrés postraumático.

El tratamiento EMDR se usa no solo en eventos traumáticos y traumas sino también en ansiedad, pánico, trastornos de estrés post traumáticos, adicciones, problemas psicosomáticos, control de impulsos, duelos patológicos y más. Por eso, hay muchos casos en que se debe considerar como una buena solución.

De cualquier manera, es bueno valorar si es la más indicada esta técnica psicoterapéutica basada en movimientos oculares, estimulación auditiva y táctil para solventar problemas emocionales. Sobre todo los sucedidos por experiencias traumáticas del pasado.

Los traumas son heridas psicológicas que vienen de acontecimientos con cierta gravedad o cambios que se perciben como amenazas cuya intensidad y calidad de daño no dependen de la gravedad, sino en sí de la persona que los padece, el apoyo emocional y circunstancias con que cuenta.

El terapeuta EMDR es el encargado de orientar al paciente para que pueda solucionar sus problemas emocionales con esta terapia de la forma más satisfactoria posible, por eso aconsejamos contar con verdaderos profesionales en terapia EMDR que ayuden a la persona en la situación concreta buscando la mejor forma de llegar las 8 fases de la terapia.



Fuente: Hernández Psicólogos. publicado por Alejandra Hernández


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