viernes, 15 de julio de 2022

Cuando la Ansiedad se Convierte en un Trastorno

La ansiedad es una emoción normal que forma parte de todo el espectro de lo que puede llegar a sentir un ser humano. Sin embargo, por distintos factores, hay un punto en el cual esto podría tornarse inusual, ya sea porque se ha presentado con mayor frecuencia de lo habitual, o porque los síntomas se han exacerbado.

Ante esto, ¿Cómo saber el momento en que debo preocuparme?, ¿Cuáles son las señales de que la ansiedad se ha convertido en un trastorno psicológico que debe ser atendido con especialistas?

Pues bien, existen señales clave que permiten separar lo normal de lo que no lo es, que definitivamente pueden orientarte para reconocer si necesitas buscar atención clínica. Lo primero siempre es cuestionarte si lo que estás experimentando dejo de ser sano, y el que estés aquí leyendo está nota es un gran paso. Recuerda, tu salud mental es importante e indispensable.

¿Cuáles son las señales que nos pueden indicar que la ansiedad se ha convertido en un trastorno?

La ansiedad interfiere en las actividades diarias

Como lo describimos anteriormente, la ansiedad forma parte normal de la experiencia humana, se considera una respuesta natural a situaciones reales de peligro, amenaza o de estrés psicológico que cumplen con una función de respuesta.

Sin embargo, cuando la ansiedad se presenta con un miedo abrumador y una preocupación excesiva persistente por determinados asuntos, cuyas emociones resultan desproporcionadas en relación con el verdadero impacto de los acontecimientos y, además, esto es difícil de controlar al punto de que te incapacita para realizar tus actividades diarias, esto resulta en un indicio de que la ansiedad se ha tornado inusual.

La ansiedad comienza a restar objetividad

Un problema de ansiedad te resta la capacidad de ser objetivo ante diversas situaciones de la vida, lo que conduce a presentar mayor sensibilidad orillando a tu mente a encontrar amenaza, peligro y preocupación exacerbadas ante circunstancias que en realidad no son así, la generación de escenarios desastrosos e imposibles se suele dar mucho.

Finalmente, esto resulta en presentar los síntomas de ansiedad con un grado importante de intensidad y con mayor frecuencia, el impacto es tal que te incapacita y no te permite realizar tus actividades diarias de la forma en la que solías hacerlo.

Si has notado que esto te persigue día con día, podría ser la señal para buscar ayuda.

No existe un motivo aparente o un detonante que conduzca a la ansiedad

Esta es probablemente una de las señales más importantes. Como se describió anteriormente, de manera habitual, la ansiedad se presenta ante situaciones de peligro, amenaza o de estrés psicológico, sin embargo, cuando esta emoción nos invade sin que exista un motivo o razón real, entonces los ataques se consideran parte de un trastorno.

Recuerda, vivir con un miedo abrumador e irracional, preocupación intensa, una sensación de falta de aire, latidos del corazón acelerados, dolor en el pecho o estómago, sudoración, escalofríos, debilidad, sensación de desvanecimiento, mareo, hormigueo, entumecimiento, tensión muscular, temblor, estremecimiento, insomnio, náuseas y malestar estomacal, no es normal.

La mente no se apaga

Para personas que cursan con un trastorno psicológico, una señal clave que nos indica que puede existir un problema mayor es que de manera constante está recibiendo pensamientos intrusivos, la mayoría de ellos caóticos, desastrosos y extremistas, sobre diversas situaciones de la vida diaria.

Finalmente, si notas que estas circunstancias están presentes en ti, es momento de buscar ayuda, puedes empezar con una intervención psicoterapéutica, el especialista que te tienda tendrá la facultad de derivarte a terapia farmacológica, si así lo requieres. Es normal tener miedo, pero, por fortuna, existen opciones efectivas que te ayudarán.



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