lunes, 4 de julio de 2016

Psicología Jurídica: Rol del Perito Psicólogo

La configuración de la Psicología Jurídica se fundamenta como una especialidad que desenvuelve un amplio y específico ámbito entre las relaciones del mundo del Derecho y la Psicología tanto en su vertiente teórica, explicativa y de investigación, como en la aplicación, evaluación y tratamiento.
“La Psicología Jurídica es la psicología aplicada al mejor ejercicio del Derecho”

Comprende el estudio, explicación, promoción, evaluación, prevención y en su caso, asesoramiento y/o tratamiento de aquellos fenómenos psicológicos, conductuales y relacionales que inciden en el comportamiento legal de las personas, mediante la utilización de métodos propios de la Psicología Científica y cubriendo por lo tanto distintos ámbitos y niveles de estudio e intervención:  Psicología Aplicada a los Tribunales, Penitenciaria, Delincuencia, Judicial, Policial y de las Fuerzas Armadas, Victimología, Mediación.

Las funciones del Psicólogo Jurídico en el ejercicio de su rol profesional incluyen entre otras, las siguientes funciones:

1. Evaluación y diagnóstico: En relación a las condiciones psicológicas de los actores jurídicos.
2. Asesoramiento: Orientar y/o asesorar como experto a los órganos judiciales en cuestiones propias de su disciplina.
3. Intervención: Diseño y realización de Programas para la prevención, tratamiento, rehabilitación e integración de los actores jurídicos bien en la comunidad, bien en el medio penitenciario, tanto a nivel individual como colectivo.
4. Formación y educación: Entrenar y/o seleccionar a profesionales del sistema legal (jueces y fiscales, policías, abogados, personal de penitenciarías, etc.) en contenidos y técnicas psicológicas útiles en su trabajo.
5. Campañas de prevención social ante la criminalidad y medios de comunicación: Elaboración y asesoramiento de campañas de información social para la población en general y de riesgo.
6. Investigación: Estudio e investigación de la problemática de la Psicología Jurídica.
7. Victimología: Investigar y contribuir a mejorar la situación de la víctima y su interacción con el sistema legal.
8. Mediación: Propiciar soluciones negociadas a los conflictos jurídicos, a través de una intervención mediadora que contribuya a paliar y prevenir el daño emocional, social, y presentar una alternativa a la vía legal, donde los implicados tienen un papel predominante.

La psicología en el ámbito Jurídico

Dentro de los juzgados se litigan diferentes problemáticas entre ellas: divorcios, patria potestad, guarda y custodia, violencia familiar, homicidios, delitos sexuales, daño moral, amenazas, secuelas de accidentes de trabajo, entre otros.

En estos procesos jurídicos (ya sea penal, civil, familiar o laboral) se está volviendo común que se recurra al psicólogo para que efectúe la evaluación diagnóstica "peritaje" de los actores involucrados en dicho proceso, sobre la existencia de algún trastorno de personalidad, orgánico, conductual, establecer el equilibrio emocional, etc., o cualquier otro aspecto que pueda ser considerado  como trascendente en el desarrollo de esté, con el objetivo de determinar su participación, responsabilidad, secuelas, motivos, razones o circunstancias de las personas implicadas estos procesos.  A fin de que el juzgador tenga mayor información con respecto a cada una de las partes y con ello poder emitir una sentencia más justa.

Por lo tanto el profesional de la Psicología, interviene en el área Jurídica efectuando evaluación diagnóstica (peritajes psicológicos) misma que debe ser realizada por un  profesional experto, por lo que es imprescindible que el psicólogo que se desempeñe como perito tenga presente que es necesario poseer una formación multidisciplinaria, para evitar cometer errores, lo cual se puede evitar teniendo conocimientos de: Sociología (relaciones sociales, costumbres, creencias, etc.), Derecho (terminología en el área penal, civil y laboral, etc.), psiquiatría (trastornos mentales, imputabilidad, etc.), Medicina Forense (tipos de lesiones: excoriaciones, contusiones, etc.), Criminalística (lugar de hechos, dinámica de hechos, indicios, etc.), Psicología Forense (testimonio, técnicas de evaluación,  interrogatorio, etc.), Psicología Social ( atribuciones, cognición y percepción social, etc.), Psicología Clínica (entrevista, pruebas psicológicas, etc.), Psicología Educativa (etapas del desarrollo, capacidades cognitivas, etc.) Entre otras, así como los referentes al sustento legal respecto a las funciones, actividades, responsabilidades y sanciones  inherentes a la función pericial.

La pericia psicológica es el peritaje que brinda el psicólogo al órgano jurídico después de haber estudiado y analizado el caso y realizar las evaluaciones necesarias.

Debe tomar en cuenta que  el ámbito legal tiene sus propias características, a las cuáles el psicólogo debe adaptarse y respetar, sin por ello dejar de plasmar los conocimientos psicológicos de manera entendible. Por lo tanto es necesario e importante que el psicólogo tenga un adecuado conocimiento de los aspectos procesales (tiempos, recursos, etc.), así como de las implicaciones de su función, actividades, responsabilidades y sanciones, los cuales son indispensables para el desarrollo de la actividad pericial de manera imparcial.

La prueba pericial Psicológica

La prueba pericial es el resultado del trabajo realizado por el perito para dar su opinión fundada y sustentada del caso en el cual se solicitó su intervención, esto por ser un experto en una determinada ciencia, arte u oficio. EL perito es un auxiliar del juez y la prueba pericial en México es considerada un medio de prueba. La prueba pericial psicológica es el informe que brinda el psicólogo, luego de haber estudiado y analizado el caso a peritar. Se trata de un proceso o acontecer, que transcurre durante varias horas, y frente a una o varias personas, que llegan para ser analizadas y evaluadas. La diferencia entre los informes psicológicos y el peritaje ya que este “ha de insertarse en el marco jurídico. Debe realizar una descripción realista de los hechos, formular hipótesis diagnósticas, hacer una descripción fehaciente de lo dicho por el entrevistado, y contestar exhaustivo a los puntos periciales, que constituyen la  respuesta a lo solicitado”.

La metodología empleada por un psicólogo forense/perito psicológico, para emitir un diagnóstico adecuado y en consecuencia un dictamen:

Se requiere de la aplicación de algunos instrumentos como: test proyectivos, escalas de adaptación, pruebas de inteligencia, inventarios de personalidad, entrevista inicial para obtener datos como la historia de vida del sujeto desde su infancia hasta la edad actual del sujeto, entrevista con parientes y familiares cercanos, efectuar entrevista clínica profunda a fin de aclarar dudas surgidas o bien confrontar al sujeto a fin de poder determinar si existe ocultamiento, falsedad, de la información que  se ha proporcionado, así como facticidad y/o simulación de síntomas y signos que pudieran indicarnos que el testimonio tiene como fin el engaño, la observación directa del comportamiento corporal del sujeto durante las entrevistas y sesiones de evaluación, revisión y análisis del expediente a fin de conocer la causa y con ello detectar las contradicciones en los testimonios, peritajes, informes, etc., efectuar una   descripción,  narración y/o cronología de los hechos. En total se deben de realizar de 4 a 8 sesiones con una duración aproximada de 5 horas aprox depende del caso. Asistir al lugar de los hechos en caso de ser necesario, así como realizar una búsqueda bibliográfica que sustente las respuestas, observaciones, conclusiones, todo esto para efectuar el análisis correspondiente que nos permita llegar a una verdad histórica de los hechos.

Actividad del Perito Psicólogo

Se refiere a las acciones que el profesional, deberá efectuar de manera imparcial y ética, en todos y cada uno de los momentos en que se solicite su intervención, como parte de un proceso jurídico. Una vez que las partes presentan a sus peritos al órgano jurisdiccional, ya sea de oficio o de forma privada, deben aceptar personalmente el cargo dentro de un plazo de tres días. En caso de no comparecer o aceptar el cargo el juez los rechazara y hará el nombramiento de oficio. La falta de posesión o de juramento vicia de nulidad al peritaje.

El informe psicológico forense es un elemento fundamental para organizar, transformar y concluir los aspectos e incidencias de la salud mental en los espacios judiciales y tiene el fin de explicar las implicaciones psicológicas de los individuos en los espacios de derecho.

*Al profesional de la psicología se le consideraría perito en la medida que posea conocimientos y experiencia científica-técnica respecto a los temas y/o casos presentados y demuestra qué tan especializado puede llegar a ser en el campo de su conocimiento.

El Psicólogo Jurídico necesita una formación especializada. Los requisitos que se le pide al perito son:
  • Presentación de la cédula profesional, original y copia
  • Manifestar por escrito que tiene la capacidad y el conocimiento para rendir su dictamen sobre la cuestión planteada. Bajo protesta de decir verdad
  • Ratificar por escrito ante la presencia judicial y comprometerse a rendir su dictamen dentro del término de la ley (15 días).
“Ha de insertarse en el marco jurídico. Debe realizar una descripción realista de los hechos, formular hipótesis diagnósticas, hacer una descripción fehaciente de lo dicho por el entrevistado, y contestar exhaustivo a los puntos periciales, que constituyen la respuesta a lo solicitado”.

¿Cómo me puede ayudar un Perito Psicólogo?

Hay muchas maneras de que un perito psicólogo pueda marcar una diferencia significativa cuando comparece en los tribunales de justicia, ya sea en el ámbito civil, penal, familia o de testamentaría: competencias, secuelas, simulación, disimulación, trastorno psicológico preexistente, valoración del dolor y el sufrimiento.

El perito psicólogo puede ayudar a los abogados a reforzar sus casos de manera que respalden los argumentos jurídicos y que además  puedan defenderlos ante un juez o un tribunal. Se apoyarían en el estatuto científico que  tiene la disciplina de la psicología forense.

En el ámbito del derecho civil, el perito psicólogo se encarga del asesoramiento y peritaje de distintos constructos jurídicos como lo es la capacidad de las personas en la toma de decisiones. Por ejemplo, en contratos, testamentos tutelares, cambios de sexo, etc. También en todas aquellas situaciones que impliquen un trabajo en el campo psicológico dentro del derecho civil. En el ámbito privado ejerce como perito, asesor del abogado, colaborador del mismo a nivel interdisciplinar durante todo el procedimiento y mediador.

Dentro del derecho penal, el perito psicólogo se encarga de diagnosticar y evaluar a las personas implicadas en procesos penales y asesorar de este modo a  Jueces y Tribunales. Este criterio del psicólogo jurídico forense es clave para determinar circunstancias que puedan modificar la responsabilidad criminal, las secuelas psíquicas, etc.

Es muy importante la figura del perito psicólogo dentro de lo que se conoce como victimología. La atención a víctimas es muy importante y está relacionada con casos de malos tratos, abusos sexuales, etc. Sus funciones principales son atender, tratar y realizar un seguimiento de las víctimas en sus diferentes grados. También se encarga de realizar estudios e investigaciones para la prevención en grupos de riesgo y de elaborar campañas divulgativas con tal de prevenir a la población general. Estas son solo algunas de las funciones del psicólogo jurídico forense.

Muchos son los casos que requieren los servicios de un perito psicólogo. Es muy importante que el perito psicólogo tenga mucha experiencia como psicólogo clínico ya que es gracias a sus conocimientos teórico-prácticos por lo que se van a tener en cuenta sus conclusiones forenses. Un informe pericial es un documento que analiza unos hechos por medio del conocimiento experto de un profesional, en este caso psicólogo o psiquiatra, con el añadido que cuanto mejor conozca las necesidades de abogados y jueces mejor podrá transmitir sus conclusiones.


Fuentes:

jueves, 30 de junio de 2016

Cómo Mantener una Relación Sana y Feliz

No solo se trata de tener al lado a alguien que nos haga compañía o con quien podamos pasar los ratos de ocio, una relación implica mucho más que eso y finalmente el deseo de toda pareja es estar juntos en una unión saludable que crezca y se fortalezca con el tiempo.
1.- Comenzar tu relación con el pie derecho.

a) Comprende tus necesidades y deseos. Si quieres tener una relación próspera, es importante comprender tus propias necesidades emocionales y físicas antes de iniciarla, porque necesitarás comunicarlas a tu pareja. Es posible que ya tengas una idea clara de lo que necesitas y deseas en una relación, pero si no estás seguro, puedes pensar en las siguientes preguntas:

Reflexiona sobre tus relaciones pasadas para determinar la razón por la que funcionaron o no. ¿Qué pueden decirte estas experiencias con respecto a tus necesidades? Piensa en la manera en que reaccionas ante las personas y eventos. Por ejemplo, ¿tienden a reaccionar de forma emocional, te cuesta confiar en alguien o expresar tus sentimientos? Puede ser útil tener en cuenta estos rasgos de personalidad antes de entablar una relación seria.

b) Asegúrate de que las razones para tener una relación sean saludables en lugar de lo contario. Ten en cuenta las siguientes indicaciones: Las razones saludables para tener una relación son un deseo por compartir el amor, la intimidad y el compañerismo; ansias de experimentar el desarrollo personal; afán de proporcionar apoyo emocional y físico a la pareja y la esperanza de crear una familia. Es importante tener en cuenta que estas motivaciones no solo se enfocan en recibir amor y apoyo, sino también en brindárselos a tu pareja.
Las razones poco saludables para tener una relación son el temor a estar solo, miedo a la ruptura y la indisposición a perder tu conexión con los amigos o familiares de tu pareja. Utilizar a tu pareja para obtener seguridad, sexo, dinero, o vengarte de una expareja, son razones poco saludables para tener una relación. Si comienzas una relación y la mantienes por estos motivos, tanto tu pareja como tú tendrán dificultades para hacer que dure y sea feliz, llegando a causarse daño en el proceso.

c) Elige sabiamente a tu pareja. Si quieres forjar una relación feliz y duradera, debes elegir cuidadosamente a tu pareja. Un error común es pensar que los opuestos se atraen, pero los investigadores han revelado que las personas que comparten objetivos, intereses y expectativas en común suelen tener relaciones más satisfactorias.

No es necesario que tus rasgos de personalidad sean los mismos que los de tu pareja, pero si ambos quieren cosas distintas de la relación, tendrán dificultades para hacerla durar. Determina si sus diferencias se complementan. Por ejemplo, alguien que es más impulsivo podría encontrar un equilibrio con alguien que tiende a ser más planificador.

2.- Toma responsabilidad por tu propia felicidad. Evita varias horas de discusión recordando lo siguiente: hacerte feliz no depende de nadie más que de ti. En una relación, tu pareja tratará de complacerte y hacerte feliz, pero al final tú eres responsable de tu felicidad.

3.- Si tú no estás bien, nada lo estará. La dedicación y falta de tiempo por el trabajo, el niño, la casa, las discusiones, etc. es objetivo. Tu actitud hacia esa circunstancia y todo lo que piensas y sientes es subjetivo, y ahí puedes intervenir desde ahora mismo.

4.- No cambies al iniciar una relación. A la persona le vas a gustar como fuiste cuando te conoció, no pienses que tienes que actuar drásticamente diferente. Solo debes sentirte cómodo. No sientas prisa. Las personas que entablan una relación podrían sentir la presión de pasar rápidamente a una fase más avanzada (tener intimidad, mudarse con la pareja o casarse justo después de conocerse). Si bien puede ser emocionante pensar en el final feliz que esperas y apresurarte por cumplirlo, tomarte el tiempo para asegurarte de que tanto tu pareja como tú estén en la misma página con respecto a la relación solo la solidificará.

Nota: Ten en cuenta que tu relación cambiará. Al igual que tu pareja y tú podrían cambiar con el paso del tiempo, la relación también evolucionará. En lugar de mantener una relación monótona, acepta y aprecia los cambios que surjan con el desarrollo de una más establecida y duradera.

5.- Identidades separadas. En una relación sana, es importante que cada uno renuncie a algo. Pero esto no significa que deberías sentirte como si estuvieras dejando de ser quien eres. Cuando empiezas a salir, cada uno tenía su propia vida (familias, amigos, intereses, hobbies, etc.) y esto no debería cambiar. Ninguno de los dos debería hacer ver que le gusta algo que en realidad le desagrada, ni dejar de ver a sus amigos o abandonar las actividades que le encantan. Y también deberían sentirse libres para desarrollar nuevos talentos o intereses, hacer nuevos amigos y seguir evolucionando. No dediques toda tu energía en preocuparte por tu relación de pareja.

6.- Haz que tus palabras valgan. Cumple tus promesas. Cuando digas que harás algo, hazlo. No digas que cocinarás la cena o comprarás un regalo de cumpleaños y luego lo olvides o directamente no lo hagas. Lo que hace esto es romper la confianza, algo que las relaciones necesitan para fortalecerse.

7.- Admite tus errores. Si sabes que has hecho algo que ha lastimado a tu pareja, intencionalmente o no, reconócelo. Sé humilde y discúlpate sinceramente, sin poner excusas o justificaciones como "Lo lamento, es que me hiciste enojar".

Es normal cometer errores durante una relación, pero rehusarte a admitir que hiciste algo mal o que lastimaste a alguien no te ayudará a mantener una relación larga y feliz. Si quieres resolver los problemas que puedan surgir y desarrollar la confianza en tu relación, ambos deberán reconocer los momentos en que cometan errores.

Nota: Acepta el conflicto. Si esperas construir una relación a largo plazo, es posible que ocasionalmente existan malos entendidos. Recuerda que una discusión no es el fin de todo y no hay persona sobre la tierra con la que estarás de acuerdo todo el tiempo.

8.- Comprométete a cambiar tu comportamiento. Si te encuentras disculpándote una y otra vez por el mismo error, llévalo un paso más allá. Dile a tu pareja que sabes que ese error se repite y que quieres dejar de cometerlo. Busca ayuda y pídele también a tu pareja que te señale cada vez que vuelvas a cometer el mismo error.

9.- Sé realista. Iniciar una relación con la esperanza de que no haya dificultades o desafíos no es realista. La pasión temprana y la sensación de enamoramiento pueden desvanecerse, pero, con tiempo y esfuerzo, podrás forjar una relación más profunda y significativa.

En todas las relaciones hay discusiones y hay días en los que quedarse en la relación no es la opción más fácil. Pero lo que hace a una relación saludable es elegir enfrentar los problemas y resolverlos para atravesar esos momentos difíciles, en vez de dejar que esos malentendidos se transformen en algo más grave.

10.- Reevalúa tus expectativas. ¿Ves a tu pareja como una persona con sus virtudes y defectos o como alguien que debería ser perfecta? Si tus expectativas son tan exageradas que nadie podría cumplirlas al ciento por ciento todo el tiempo, estás llevando tu relación hacia el fracaso.

También relaja tus expectativas. Si esperas que tu pareja haga algo, díselo. No esperes que lea tu mente y no transmitas tus mensajes encriptados. Ser claro acerca de lo que quieres le da a tu pareja la oportunidad de tener éxito. (en lugar de decir "Debes sacar la basura a la calle todos los días", dile "Me encantaría que sacaras la basura a la calle todos los días").

11.- Pregúntate si estarías mejor en una relación o solo. Si no piensas que estás mejor en la relación, entonces es hora de sentarte a charlar con tu pareja seriamente. En una relación donde hay amor, esta pregunta siempre se responde con un "Sí".

12.- Escucha a tu pareja. A veces, tu pareja puede necesitar que le prestes un oído y puedas comprender sus problemas. Otras veces, tu pareja necesitará que le aconsejes algo. Debes saber qué es lo que está buscando y dale lo que necesita. Ser bueno escuchando consiste en prestar atención a lo que el otro dice.

Escuchar a tu pareja potenciará tu relación de muchas formas. Te ayudará a resolver diferencias sin discutir, a descubrir mejor la personalidad de tu pareja y saber qué comprarle para las fiestas. No hay contraindicaciones a la hora de escuchar.

Hazle sentir a tu pareja que puede contarte lo que está sintiendo. Recompensa su confianza empatizando con ella. No necesitas decir mucho, simplemente escucharla.

13.- Todas las relaciones buenas están basadas en el respeto mutuo. Si no sientes respeto por su pareja, o crees que tu pareja está perdiéndole el respeto, piensa en formas de reconstruirlo de inmediato. El respeto es clave. Si hay respeto recíproco, nada puede salir mal. Debes aprender a respetar a la otra persona y este aprendizaje a veces lleva algo de tiempo, pero si se aman llegará.

Los celos excesivos y la desconfianza son dos grandes enemigos de las relaciones de pareja saludables. La confianza se gana y si estamos junto a alguien que no la merece lo mejor es acabar con la relación antes de minar nuestra seguridad y autoestima, lo que nos conducirá a nunca conseguir mantener una unión equilibrada.

14.- Expresa tus sentimientos con respecto a tu pareja. Recuérdale cuánto te significa y todo lo que representa para ti. Tanto los hombres como las mujeres necesitan demostraciones de amor y afecto. Demuestra tu cariño de cualquier forma que puedas. No existen diferencias entre saber que te aman y sentir que te aman. A veces nos apoyamos en el hecho de que nuestra pareja debe saber que los amamos incluso cuando no lo demostramos. No dependas demasiado en esto. Las mejores relaciones utilizan el cariño para demostrar amor.

No temas demostrar afecto físico de vez en cuando. Las relaciones donde hay amor están hechas de besos, abrazos y cariño que se demuestra con pequeños gestos.

15.- Haz algo para tu pareja que valorará. Ya sea que implique levantarse temprano para cortar el césped, llevar a los chicos a la escuela o preparar el desayuno, los pequeños gestos son los que más dicen. Demuéstrale a tu pareja que te importa al hacer algo considerado sin que te lo pida.

Haz cosas inesperadas. Dedica un pequeño esfuerzo a hacerlo para ver las recompensas.

16.- Sé leal. Asegúrate de que tu pareja sepa que estarás siempre para lo que necesite. En la medida de lo posible, ponla por delante de cualquier otra cosa. Esto no significa que solo debes tener ojos para ella o no hablar con nadie más, pero debe saber que puede contar contigo siempre que te necesite. De igual manera, puedes esperar lo mismo de ella. También te mereces ser apreciado en la relación.

17.- Honestidad. La honestidad va de la mano de la confianza, porque es difícil confiar en alguien cuando tú no actúas con honestidad.

No le ocultes “nada” a tu pareja, especialmente tus sentimientos con respecto a ella y su relación, sea algo bueno o malo. De esta manera podrán superar todas las dificultades y desafíos juntos. Si cargas con alguna mala experiencia que sigue te sigue afectando en el presente, ella debe saberlo. Las personas que son honestas mutuamente tienen más probabilidades de disfrutar una relación duradera y feliz. La desconfianza que suele surgir de la deshonestidad puede poner en grave peligro a tu relación.

18.- La importancia de la tolerancia y la paciencia: No hay nada más desgastante para una relación que el constante deseo de una de las partes por hacer que el otro cambie. Los cambios en una relación se producen solo cuando se desea hacerlo genuinamente y aunque no es tarea sencilla tolerar los defectos de nuestra pareja es necesario hacerlo de forma paciente. Resulta muy importante aceptar al otro como es y respirar profundo antes de crear una tormenta en un vaso de agua con pequeños problemas que no lo merecen.

Ten en cuenta que tu pareja y tú podrían expresar el amor de manera distinta. Las personas demuestran su afecto y amor de manera diferente, y tener eso en cuenta puede ayudarte a establecer una relación más feliz y saludable.

Nota: Esfuérzate por resolver las diferencias al crear situaciones en las que ambos ganen en lugar de aquellas donde solo haya un vencedor. Estas últimas no les ayudarán a tener una relación larga y feliz.

19.- Dale a tu pareja su propio espacio. Cada uno necesita privacidad y libertad, por lo que es mejor no estar pendiente de todo lo que hace. A nadie le gusta sentirse observado ni controlado.

No espíes a tu pareja (revisar su teléfono, asediarla en las redes sociales, seguirla por la calle, etc.). Si te está engañando, lo descubrirás. Estas cosas no se pueden mantener en secreto mucho tiempo. Sin embargo, si la espías y es inocente, perderás su confianza y su respeto por siempre.

20.- Si tienes un problema, cuéntaselo, preferentemente con calma y sin gritar. Si tu pareja pregunta "¿Estás bien?" y respondes "Sí", no esperes que entienda que lo que quisiste decir fue "No". Sé honesto.

21.- Una relación sólida debe estar basada en el respeto mutuo. Si constantemente intentas someter a tu pareja, eso significa que no la respetas lo suficiente para querer su felicidad. Si te sientes deprimido, acude a un médico o con un colega, no metas a tu pareja en tus problemas.

22.- Dale ánimo a tu pareja para que le vaya mejor en el trabajo o en el estudio. Esto le hará notar cuánto te importa su futuro y que realmente te interesa que se convierta en la mejor en lo que hace. El saber que cuenta con tu apoyo incondicional también hará que sus sentimientos hacia ti se vuelvan más fuertes.

23.- Revivan las citas del comienzo. Hacer una salida especial, incluso cuando llevan años de relación, es muy importante. De hecho, es fundamental que las parejas que llevan mucho tiempo juntas se sientan cómodas con el paso del tiempo. Intenten planear una salida por lo menos una vez al mes. Algunas parejas hacen una salida cada semana.

Pasar el tiempo junto frecuentemente sin la interrupción de los niños, las mascotas, los padres o el trabajo puede ayudar a conectarlos y a formar un vínculo mutuo.

Acuerden invertir tiempo, energía y esfuerzo en la relación. Para cultivar una relación larga y feliz, es necesario que ambas personas inviertan tiempo, energía y esfuerzo.

Si tienen problemas para pensar buenas ideas, intenta recrear una cita que hayan tenido cuando estaban conociéndose. Hagan exactamente lo mismo, o reinventa la salida de una manera significativa. Hagan algo nuevo y emocionante

24.- Aprende a perdonar. Perdonar es la decisión de dejar ir el pasado y concentrarse en el presente. Consiste en tomar el control de tu realidad actual y vivirla junto a tu pareja.

Recuerda a quién realmente beneficia el perdonar. Perdonar a tu pareja también te libera a ti de cargar con enojo y resentimiento. No lo veas como algo altruista: es algo que haces para ambos.

Nota: Guardar rencores y rehusarte a olvidar las heridas del pasado hará que tanto tú pareja como tú sean infelices. Si bien puede ser difícil aprender a perdonar, hacerlo dará lugar a una relación duradera y saludable

25.- Ríanse junto. En una relación, los desafíos son inevitables, pero tener la capacidad para mantener un sentido del humor y reír con tu pareja les ayudará a superar las dificultades. Ríanse del otro con la seguridad del amor. La risa ayuda a que el mundo siga girando. La risa ayuda a tu cuerpo a quemar calorías, acelera la circulación sanguínea, fortalece el sistema inmune y disminuye los niveles de azúcar en la sangre. La risa puede ser reconfortante, contagiosa o afrodisíaca. No olviden reír.

26.- Brinden apoyo mutuo. Dar apoyo significa hacer de la felicidad y el bienestar de tu pareja tu prioridad en las grandes cosas tanto como en las pequeñas. Ten en cuenta que una de las razones principales por la que están juntos es que sienten una especie de fanatismo por el otro. Demuéstralo de alguna de las siguientes formas:
  • Sé bueno escuchando. Si tu pareja necesita que le prestes un oído, hazlo con ánimo. No siempre debes brindarle una solución, muchas veces basta con tu apoyo.
  • Dense ánimo. Si tu pareja está tratando de hacer un cambio positivo, sé su mayor animador.
  • Ofrécele un lugar seguro. Permite que tu pareja se abra frente a ti sin temer sentirse juzgada.
  • Sean generosos el uno con el otro.
27.- Dediquen tiempo al otro. Haz que compartir tiempo con tu pareja sea una prioridad, incluso si al principio resulta un poco difícil de articular. Las relaciones necesitan de experiencias compartidas para crecer y pasando tiempo junto cuidan su relación de una de las mejores formas posibles.

Busquen un pasatiempo. Aprender algo junto les hará crecer a la par, además de ayudarles a descubrir una actividad que ambos disfrutan. Prueba con deportes, aprender un nuevo idioma, clases de cocina, baile o cualquier otra cosa que deseen probar.

Encuentra pequeñas formas de servirle al otro. Hacerle pequeños favores a tu pareja demuestra que estás atento a lo que ella necesita y que deseas ayudarle. No lo tomes como una molestia ni esperes automáticamente nada a cambio.

Nota: Tómate un tiempo para ti. Si bien es importante pasar un tiempo de calidad juntos, tomarte un tiempo para ti también te ayudará a mantener una relación larga y feliz. Cualquiera puede irritar a otra persona después de un tiempo, y pasar un rato alejados o tomarte un tiempo para estar a solas generalmente te permitirá apreciar aún más a tu pareja.

28.- Desarrolla una mejor comunicación. La mayoría de las personas no nacen como buenos comunicadores, es algo en lo que prácticamente todos debemos trabajar. La forma en que te comunicas con tu pareja puede parecer insignificante, pero lo haces varias veces al día y tiene un impacto. Considera mejorar estos detalles:

No utilices imperativos. Intenta dejar fuera de tu relación frases como "deberías" o "no puedes". Tú y tu pareja son iguales y ninguno de los dos tiene autoridad sobre el otro.

Di "por favor" y "gracias". Debes ser capaz de relajarte y dejar de preocuparte por tus modales todo el tiempo, pero la excepción llega a la hora de pedir favores y expresar gratitud cuando tu pareja hace algo por ti. No asumas que ella sabe lo que quisiste decir y no dijiste.

Sé justo. No dejes que todos estos consejos para comunicarse bien caigan por la borda durante una discusión. Intenta dejar en claro tu posición de manera amable y respetuosa, sin querer lastimar a tu pareja al hacerlo. Si ella grita o insulta, pídele con tranquilidad que se calme.

La mala comunicación les impedirá a tu pareja y a ti tener una relación larga y feliz. La comunicación eficaz les ayudará a asegurarse de estar en la misma página y de confiar mutuamente.

Nota: No intentes ganar una discusión. En ocasiones, las personas entablan una discusión con la idea de que necesitan “ganar” y demostrar que están en “lo correcto”. No obstante, esta actitud limita seriamente tu capacidad para resolver los problemas que tienen.

29.- Desarrolla la amistad. Si esperas tener una relación duradera y feliz, enfócate en desarrollar la amistad con tu pareja. Los expertos han revelado que las parejas que mantienen una amistad son más felices y tienen más probabilidades de permanecer juntas. Dedica el tiempo a cultivar los intereses en común, pero también mantén tu disposición a explorar los diferentes intereses.

30.- No permitas que los demás interfieran en tu relación. Los suegros infelices, los padres autoritarios y los amigos mandones o abandonados pueden causar estragos en la relación que ambos tienen. Trabajen en conjunto para mantener al mínimo la interferencia negativa.

Conclusión ¿Vas a esperar a sentirlo para empezar a hacerlo o vas a empezar a hacerlo para acabar sintiéndolo?.

Advertencias: Si las reacciones de tu pareja están comenzando asustarte, o deliberadamente te agrede (física o emocionalmente), busca ayuda inmediatamente. Ese tipo de comportamiento no es algo de lo que debas hacerte cargo. En una relación sana, sus integrantes trabajan juntos para hacer al otro feliz. No debes orientar tus esfuerzos a evitar que tu pareja te haga sentir miserable.

Quiérete, sé feliz, cuídate y respétate.




Referencias

http://www.webmd.com/balance/features/give-your-body-boost-with-laughter
www.wikihow.com

jueves, 23 de junio de 2016

Perfil del Coleccionista

La pasión de coleccionar es tan vieja como el hombre. Todos tenemos, como uno de nuestros rasgos fundamentales, una inclinación a coleccionar.
El psicoanálisis nos ha explicado el origen de la tendencia a coleccionar. Un juego entre la analidad, oralidad y el falo, y el fantasma de la castración. Según su análisis, el coleccionismo actúa de manera invariable en sentido opuesto a la actividad sexual genital, aunque no debiera ser considerado como un puro y simple sustituto de esa actividad sino como una actividad regresiva (anal) con fuertes rasgos narcisistas y fetichistas, que se manifiesta en patrones de conducta tales como acumulación, ordenamiento, retención agresiva, y así sucesivamente. La actividad de coleccionar posee un carácter fálico.

El coleccionismo también es un fenómeno antropológico, sociobiológico y como dije psicodinámico que ocurre más frecuentemente en hombres que en mujeres. No se puede hablar de un patrón estricto pero sí de una característica muy propia de los auténticos coleccionistas: Son ordenados y cuidadosos y se da también cierta posición obsesiva, que puede ser exacerbada sin caer en la patología y que está directamente relacionada con lo que se colecciona. Existe, además, una vinculación psicológica con el objeto coleccionado.

Perfil común: es extremadamente ordenado, le motiva la búsqueda, escoge a partir de criterios personales y además, le gusta mostrar lo que tiene. La búsqueda de una afición, distracción o un hobby, que acaba en una decisión de dedicarse al coleccionismo está sin duda muy ligada a aspectos de personalidad.

Sabemos que la psicopatología moderna considera abiertamente el coleccionismo como una conducta ligada a naturalezas maníacas y megalómanas, estrechamente relacionada con comportamientos premórbidos. El coleccionismo puede ser una práctica seguida por una gama muy diversa de tipos de personalidad y psicodinámicas, puede haber colecciones esquizoides, maniacos, obsesivos, narcisistas y  pueden coexistir aspectos comunes entre ellos y diferir en grado o en toxicidad.

Pero el coleccionismo como una “patología sana”, resulta beneficiosa en muchos sentidos: Porque produce relajación y la satisfacción anímica de conseguir cosas, además de la contemplación de algo que para el coleccionista resulta bello o precioso. También facilita el orden, el deseo de cuidar los objetos y de valorarlos.  Además de desarrollar la capacidad intelectual, el lenguaje y la sociabilidad, la tendencia por el orden y el ahorro y un reposo físico y psíquico-, otras investigaciones han corroborado que el coleccionismo ayuda a superar el aislamiento social, además de servir como un remedio contra las vicisitudes y las prisas de la vida moderna, al ser ante todo una magnífica fórmula para llenar los ratos libres y educar a uno mismo y a los que le rodean en el gusto por lo bello, por la búsqueda y por la curiosidad. Asimismo, se deben difundir y analizar con mayor rigor sus virtudes terapéuticas.

“En el deseo de coleccionar objetos aflora la resistencia al tiempo, el deseo de retener el pasado y mantener la memoria, es una manera de poner orden en el caos mediante la clasificación. Cada uno tiene su propio motivo”.

Coleccionar es también un modo de aprender a gestionar la frustración (no se puede lograr todo ya, hay que tener paciencia) y de aumentar la autoestima (en el momento de mostrarla a otras personas). Es modo de expresar inequívocamente el control sobre un aspecto de nuestra realidad privada, un modo de autoafirmación. Al coleccionista le mueve principalmente el deseo de posesión, la necesidad de una actividad libre, el propósito de autosuperación y la urgencia de clasificarse a sí mismo. Así, muchos médicos recomiendan a personas mayores el coleccionismo, principalmente a pacientes que se recuperan de problemas de estrés o cardiacos. Y es que el coleccionismo debe vivirse como una afición flexible, que puede y debe convivir perfectamente con otras aficiones o actividades, pero que conlleva hábitos de conducta “sanos” que se mantienen durante toda la vida, como el carácter voluntarioso, constante, metódico y apasionado por la ocupación del tiempo libre, y que encierra la satisfacción personal por la posesión de algo único e irrepetible, todo esto por un coleccionismo ejercido con control.

Cuando se elige qué se va a coleccionar: La naturaleza del objeto elegido nos habla sin duda de la persona que hay tras ella, rasgos de su personalidad, de sus fantasías y temores más inconscientes, así como también de su posición socioeconómica, etc. La motivación pasa por una necesidad más personal, psicológica, de demostrarse que día a día trabaja por su idea, de que aumenta su autoestima al mismo tiempo que su colección. Esta reafirmación siempre es correspondida por su entorno, ya que el coleccionista es alguien casi siempre bien considerado, que sigue una pasión, que ha demostrado con su perseverancia que es digno de admiración.

El problema de ser coleccionista es que puede provocar que las personas con tendencia a sufrir un trastorno obsesivo compulsivo desarrollen antes esta patología o en una adicción a las compras.  Aquí el coleccionismo llega a convertirse en una obsesión y por lo tanto en un problema en aquellos sujetos que presentan una vulnerabilidad personal, que tienen falta de autoestima, escasas habilidades sociales y trastornos a la hora de enfrentarse a los contratiempos. Cuando aparece este sentimiento de ineficacia personal, el coleccionismo compulsivo les ayuda a sentirse mejor.

Acumular no es exactamente coleccionar. Mientras que el coleccionista es ordenado y cuidadoso y suele socializar su colección mostrándola orgulloso, la acumulación segmentada y desordenada, sin sentido de la calidad de lo que se colecciona, forma parte de una especie de psicopatología, como el síndrome de Diógenes.

El coleccionismo como gratificación. Encuentra placer en la mera posesión tocándolo, exhibiéndolo, oliendolo o haciéndolo parte de él. Piensa que un objeto usado de esta manera le permite al coleccionista aliviar ansiedad y proveer gratificación como un fetiche o una derivación del fetichismo. Se considera que los objetos transicionales permiten reducir angustia de separación y acceso a nuevas conductas. Los objetos inanimados permiten la diferenciación entre el yo y lo no yo y a la vez termina siendo placentero. Posiblemente hablamos del coleccionismo como un fetiche,  una transferencia y depósito libidinal.

Así, podemos concluir que el coleccionismo como actividad cotidiana, además de ser beneficiosa para la salud, siempre y cuando se lleve a cabo con mesura y control, muy probablemente esté impregnada en nuestro DNA. Es una combinación muy curiosa de instintos. Un coleccionista es un ser vivo y apasionado, ordenado y cuidadoso, con un punto de obsesión, constante en el tiempo y a quien le gusta compartir y disfrutar.

Desde este ángulo más íntimo, a través de las complejas motivaciones psíquicas que lo rigen, el coleccionista propone un relato, resuelve un rompecabezas, cuenta una historia olvidada, y sus propuestas, a veces, modifican la historia.

Personalmente me gusta coleccionar autos a escalas....


“En cada coleccionista existe un Don Juan Tenorio” Freud

lunes, 13 de junio de 2016

Perfil Psicológico del Hombre Violento

Posesivo, dominante, exigente, egocéntrico, mal temperamento, ridiculizar o humillar públicamente, controlador-paranoico, y violento-agresivo.
Suele clasificarse al hombre golpeador en dos tipos el “pitbull” y el “cobra”. El pitbull es aquel hombre que solo arremete contra su mujer dentro del hogar o en lugares sin testigos, por lo tanto en público muestra otra imagen. Comúnmente se les denomina golpeadores cíclicos, se considera los más peligrosos y menos comprendidos. Su peligrosidad se debe al carácter privado y repetitivo de su accionar, actúan violentamente sin importar lo que haga su pareja, parecen tener una doble personalidad (una en público y otra en privado) incluso en su hogar experimentan cambios alternando la violencia con el arrepentimiento

El cobra es el agresor que si muestra su agresividad, suele tener problemas en su ámbito laboral, en la calle, en su barrio, en su casa o en cualquier parte. Generalmente este tipo de agresor ha tenido problemas con la justicia, ha estado preso y/o protagonizado riñas callejeras.

Básicamente y en todos los casos se trata de una pobre constitución del YO, debido a trastornos en las identificaciones con las figuras de apego o experiencias traumáticas muy tempranas. También hablamos de pobre control de los impulsos.

“la simiente psicológica del maltrato se siembra en una época muy temprana de la vida, incluso durante la primera infancia. El desarrollo de la personalidad violenta es un proceso gradual que dura años. Las principales fuentes son: la humillación, especialmente a manos del padre, el apego inseguro a la madre y la experiencia directa del maltrato en el hogar. Ningún factor basta por sí solo para crear la personalidad violenta, esos elementos deben existir simultáneamente para que se desarrolle dicha personalidad. Creando un potencial para la violencia que es configurado y refinado por experiencias posteriores, pero que surge en una edad temprana”

En el caso de los golpeadores cíclicos suelen pertenecer a la categoría diagnóstica borderline o TLP individuos proclives a establecer relaciones intensas e inestables caracterizadas por una actividad destinada a perjudicar y manipular al otro al tiempo que se depende afectivamente de él. Presentan además exigencias interminables unidas a abuso de sustancias e impulsividad.

Un hombre golpeador (violento) puede poseer las siguientes características:
  • El hombre violento se maneja en forma general a través de actitudes de manipulación y control. Bajo de toda esa fuerza hay un ser frágil, que se vive asimismo como desvalido y fracasado y así experimenta cualquier desafío que viene de su pareja como un aniquilamiento personal. Su aspiración es llegar a controlarla totalmente, incluso lo que ella siente y piensa.
  • Generalmente son amables y encantadores con la mayoría de las personas con excepción de con su víctima
  • No tiene capacidad de dialogar toda pasa por violencia o discusión.
  • El juego de poder y deseo de control: Un marido abusivo aspira a ejercer un poder y control total sobre la esposa, tenerla así dominada es una forma de alimentar una precaria seguridad en un hombre que en el fondo se siente inepto y vulnerable.
  • Viven en una montaña rusa emocional, experimentando una mezcla de ira y celos en forma cíclica.
  • Posibles rasgos de personalidad psicopáticos (falta de compasión hacia los otros) y pueden llegar a tener creencias sobrevaloradas.
  • Muchos hombres violentos vienen de una vida frustrada, por que aprendieron que la forma de conseguir las cosas es ejerciendo el poder sobre el otro.
  • Suelen presentar temor a la intimidad, tanto si se sienten abandonados como absorbidos.
  • No pertenece exclusivamente a una clase social determinada. Un hombre violento se puede encontrar tanto en la pobreza como en la clase alta.
  • Debemos saber que el hombre golpeador es socialmente cortes, se muestra tranquilo y con perfil bajo a tal punto que nadie puede creer que ese hombre tan encantador o tan tranquilo golpee a su familia.
  • Es víctima de su educación familiar recibida desde niño, o haber presenciado escenas de agresión física o psicológica de su padre a su madre. Como también haber crecido en un hogar donde sus padres no le impusieron límites.
  • Es machista por excelencia, y esto debido a que desde hace muchos años el hombre ha sido educado para sentirse superior a la mujer.
  • Toda diferencia en la vida de la pareja es vivenciada por el hombre violento como una amenaza real y usa la violencia para establecer el equilibrio, que según sus creencias y mitos, le hacen perder el poder.
  • Es inseguro, es enfermo de lo los celos, esa inseguridad que posee lo lleva a accionar violentamente, someter a la mujer y no permitir que ella salga a trabajar o socialice mucho.
  • Tiene dificultades para controlar sus emociones, por lo tanto no puede controlar sus impulsos.
  • Tolera muy poco las frustraciones, pretenden que las cosas se hagan a su manera y si las cosas no le salen así se desborda.
  • La mayoría de estos hombres tienen problemas con el alcohol y las drogas.
  • El hombre violento tienen una confusión muy grande entre lo que es el amor, el deseo sexual y el poder, así y dejando el amor de lado (en general lo dejan) el sexo es utilizado como poder. En realidad, cada conquista es vivida como el triunfo ganado en la batalla. El poderoso triunfa, el débil se somete. Y lo de siempre: " el hombre arriba, la mujer abajo".
  • El hombre violento está aislado emocionalmente y todo producto de una represión en su formación (los hombres no lloran, los hombres tienen que ser fuertes). Fuera de la casa "usará" el modelo machista cargado de ideas sexistas.
  • Baja autoestima. Se siente inseguro, tanto en el papel de hijo como en el de padre, amante y/o esposo.
  • Depresión. Es frecuente que sufran estados tristeza o ansiedad.
A muchos hombres les da vergüenza hablar de su agresividad. Y cuando sienten vergüenza, su ira aumenta. El tratamiento dentro del abordaje del hombre violento se dificulta por su falta de empatía, donde a su vez trata de externalizar la culpa como forma de justificar su conducta. Es de destacar cómo eluden el pedido de ayuda, y tampoco se hacen responsables. El "problema" lo vivencian como originado fuera de ellos, y así lo atribuyen a infinidad de circunstancias (falta de trabajo, los hijos, la pareja, etc.)

“El agresor es callado, no habla sobre sus problemas, tiene muy en claro cuáles son las flaquezas de su pareja, ignora las consecuencias de sus actos y racionaliza los mismos, convenciéndose a sí mismo que no ha hecho nada malo o que la situación de violencia no volverá a repetirse”.

Amor con violencia no es amor