domingo, 22 de julio de 2012

Cuando tus Hijos Mienten

En la convivencia con los hijos una de las experiencias que mayor perturbación y preocupación nos da es enterarse de que nuestro hijo o hija MIENTE.
Motivos para mentir en la infancia

Dado que hay múltiples maneras de mentir, también son numerosas las razones. Además de no ser común que se analice la mentira que a menudo aparece en forma sorpresiva, lo que provoca que las reacciones se conduzcan en el carril de la conducta emocional, reservando a la racionalidad un papel nada protagónico; se tiene la costumbre de mezclar situaciones revolviendo los conceptos, como es el caso de esconder y mentir o dañar y ocultar, lo cual más allá de su claridad tiende a ocupar el sitio del motivo de mentir. Cada acción mentirosa tiene su propia especificidad como fuente; sin embargo, sí hay cierta recurrencia en los menores cuando se lleva a cabo, como se muestra en la siguiente lista que detona la mentira:

1. Evitar ser castigado.

2. Obtener algo que no se podría conseguir de otra manera.

3. Proteger a los amigos de problemas.

4. Protegerse a uno mismo o a otra persona de algún daño.

5. Ganarse la admiración o el interés de otro.

6. Evitar crear una situación social embarazosa.

7. Evitar la vergüenza.

8. Mantener la intimidad.

9. Demostrar el propio poder sobre una autoridad.

Los rasgos a manera de habilidades para mentir en un niño requieren de lo siguiente: empatía; uso del lenguaje adecuado; control emocional; velocidad de pensamiento y lenguaje y capacidad de planeación. Revelándose que si bien la mentira frecuente tiende a provenir de coeficientes no siempre altos, sí es necesario un conjunto de capacidades que de manera articulada llevan la mentira a la tierra del éxito. El mentiroso común basa su continuidad en el logro.

Las reacciones ante la mentira no son únicas, se sujetan a particularidades y contextos que se conjugan con significados pre-existentes. Ante esto no está de más presentar una breve tipología de las mentiras en los niños:

Mentiras piadosas

◦ Mentiras sociales

◦ Mentiras relacionadas con la autoridad

◦ Mentiras a los progenitores / tutores

◦ Mentiras a los profesores

Desde luego que no se desprenden de un carácter coloquial y quizá no es lo relevante, sino la actitud que se asuma cuando se encuentre ante alguna de ellas, lejos de su cancelación definitiva se pueden generar circunstancias favorables como es la facilitación del diálogo, reglas con margen de flexibilidad y el aprecio mutuo. De igual manera, el manejo emocional en el adulto, cuidar la radicalización de las medidas; no se debe descartar el componente de negociación, aún en la experiencia de la mentira. En niños pequeños la mentira se da como parte de su juego, como viviendo su fantasía en la realidad.

Cierto es que no debe privar la desconfianza en las relaciones humanas, aunque no es excesivo reorganizar las observaciones hacia los hijos, especialmente en puntos como: su entorno de amigos, el empleo del tiempo libre, sus experiencias de goce, el papel de los medios electrónicos en él, comportamiento y desempeño escolar, sus nociones de familia, emociones representativas, actitud ante las normas y sobre todo considerar que el abandono de la mentira se vincula con el temor a la desaprobación.

 “La virtud de la sinceridad, la tenemos que practicar continuamente, para que en los momentos que tengamos que ponerla en practica, no se nos haga difícil hacerlo”.

Hay una frase muy antigua que dice “la verdad os hará libres”. Enseñar a nuestros hijos a no engañar, fingiendo otra cosa, es una de nuestras primeras obligaciones. El padre promedio le dice a sus hijos alrededor de 3000 "mentiras piadosas" durante su niñez.

¿Que hacer ante la mentira?

Lo primero que tenemos que hacer como padres o maestros es determinar qué tipo de mentira es con la que estamos lidiando y, sobre todo, qué la está motivando. Si no sabemos cuál es la causa de ese "auxilio" desesperado en el niño, corremos el riesgo de equivocarnos en la intervención.

La actitud que tengamos va a ser determinante. Será necesario:

·         Reaccionar con calma aunque con severidad.

·         Felicitar o premiar al niño que confiesa la verdad. Si lo castigamos a pesar de que ha confesado, estamos reforzando su hábito de mentir (la próxima vez lo hará con más cuidado para que no lo descubran...). Sólo en última instancia habrá que acudir al castigo.

·         Favorecer un ambiente de confianza, en la que el niño se anime a contar sus travesuras y sus errores. Que no sienta que cada vez que habla, hay consecuencias drásticas.

·         Estar alertas. Por mucho que amemos a nuestros hijos, tenemos que aceptar que a veces fallan, que no son perfectos e ideales como los hemos imaginado.

·         Lo ideal es que estas condiciones se den a modo de prevenir.

Estos son los 10 Consejos a los padres, para que eduquen a sus hijos en la sinceridad.

1. Siempre diga la verdad delante de sus hijos, aunque le cueste hacerlo. Arreglar los daños producidos por no haber dicho la verdad, suele ser mas costoso, que el enfrentarse a la realidad de decir la verdad. Mas vale ponerse un día rojo de vergüenza, que pasarse la vida colorado por haber mentido delante de ellos. Nunca ponga a sus hijos en situación que les induzca a mentir o a engañar, procure que en su casa haya un clima que favorezca el decir la verdad. Esta virtud les servirá para toda la vida, si se han acostumbrado a practicarla desde pequeños.

2. Si se entera de alguna mentira de sus hijos, procure analizar los motivos que les impulsaron a hacerlo. Es muy posible que su autoritarismo a ultranza, les haya llevado a tomar una actitud de autodefensa o de miedo incontrolable y por eso utilizan la mentira o las posiciones ambiguas, para no enfrentarse a los padres. A los padres les interesa conocer la condición psicología que ha producido la conducta mentirosa de los hijos. 

3. Los padres deben saber controlar sus posibles actitudes neuróticas, como la cólera exagerada, reproches, amenazas, vigencia excesiva, etc., ante la simple posibilidad de la mentira de los hijos. También deben ofrecer la suficiente confianza y comprensión a los hijos, para que no duden en admitir sus mentiras, como fallos que deben corregir. Los padres deben dejar bien claro, con su actitud, que la mentira es reprobable, pero que el mentiroso siempre puede corregirse. Ejercer el privilegio del perdón, debe ir acompañado de un fuerte propósito de la enmienda y de una reposición del daño realizado, a terceros o a uno mismo.

4. Muchas veces las mentiras empiezan como gracias o bromas, ocurrencias o astucias de los niños. Reírles esas gracias es muy perjudicial, pues se pueden acostumbrar a entender que, con mañas y astucias simpáticas o juego lingüísticos, pueden salir a flote de sus mentiras. Corte esa situación desde el primer momento y hágales saber que la mentira, por muy adornada y oculta que esté siempre sale a flote. Un viejo refrán dice “Antes se le alcanza a un mentiroso que a un cojo”.

5. Los padres deben evitar obligar a mentir a los niños ante terceros, para favorecer a los padres, incluso en cosas de pequeña importancia, pues eso les hace creer que hay dos grados de mentiras: las de los padres y las de los hijos. Por ejemplo la típica frase de cuando alguien llama por teléfono “Dile que no estoy”.

6. Para eliminar las continuas mentiras, los padres deben evitar una educación excesivamente severa y represiva, que pretenda corregir los más mínimos defectos, multiplicar las advertencias y prohibiciones, ya que eso malogra la autoridad. Debe haber pocas normas, pero bien definidas, para así poder mantenerlas con mas firmeza y asegurar su aceptación y cumplimiento.

7. Educar abiertamente para la franqueza, la donación y la confianza mutuas, es lo que garantiza el equilibrio y la felicidad en el hogar. Estas y otras virtudes, son el compendio de lo que los padres tienen que aprender a desarrollar, primeramente en sus relaciones matrimoniales, para después aplicarlas a las relaciones con sus hijos. Estas virtudes se aprenden consultando los libros especializados y preguntando a personas de confianza, que se suponga que están bien formadas en las relaciones matrimonios y entre estos y sus hijos.

8. Todos los días tendrá la oportunidad de leer en los periódicos, televisión o Internet, ejemplos verdaderos, de personas que han mantenido su verdad con heroísmo o simplemente, que han hecho algún bien a la sociedad manteniendo su verdad. Comente y explique a sus hijos estos actos y hágales ver todas las ventajas que la sociedad ha ganado, con la decisión de esas personas. Estos comentarios, darán a sus hijos un valor adicional de sociabilidad, que les ayudara a andar correctamente por la vida.

9. Un tema difícil que tienen los padres que explicar a sus hijos, es el concepto de ser “chivato” (chismoso). Sobre todo, cuando alguien está presionando, para que a través de exigir una verdad conocida, se produzca un castigo a una tercera persona. La verdad en este caso, puede ser ocultada cuando las consecuencias de ocultarlas no son graves. Si fueran a ser graves, como por ejemplo, denunciar un acto criminal que se ha visto, no hay ninguna duda que hay que contestar la verdad, para que la sociedad castigue a quien lo haya hecho y no vuelva a repetirlo. Esto es distinto, a contestar rápidamente cuando los padres preguntan, quien ha sido el hermano que ha metido el dedo en el pastel.

10. Los padres tiene que hacer que sus hijos se vuelvan valientes ante las situaciones de la mentira y que realicen, con toda normalidad, actos de valentía cotidiana. Cuanto mas valientes les hayamos enseñado a ser, mas capacidad de resistencia tendrán, para enfrentarse al habitual mundo de la mentira. Su actitud inspirará a otros jóvenes a no mentir y poco a poco, irán viendo la parte positiva que aporta el llevar una vida valiente, al margen de la mentira.

Los padres son el modelo de mayor importancia para los hijos. Cuando el niño o el adolescente miente, los padres deben darse tiempo para hablar seriamente con él acerca de:

·         la diferencia entre la fantasía y la realidad, la mentira y la verdad,

·         la importancia de la honestidad en el hogar y en la comunidad, y

·         las alternativas a mentir.

Si el niño o el adolescente desarrolla un patrón serio y repetitivo de mentir, entonces se necesita ayuda profesional. Una evaluación por un psicólogo clínico o psiquiatra de niños y adolescentes puede ayudar al niño y a sus padres a entender el comportamiento del niño con relación a mentir y puede también hacerles recomendaciones para el futuro.

viernes, 20 de julio de 2012

Pacientes Psicosomáticos

Prácticamente no existe ser humano que en ciertos momentos críticos o no, de su vida, no haya experimentado síntomas Psicosomáticos que van más allá de los que, por su mecanismo de formación, definiríamos como conversivos. Personas que desencadenan o agravan enfermedades orgánicas frente a situaciones críticas, duelos, etc. y otros que se enferman frecuentemente, o tienen enfermedades difíciles de curar.
El estudio de los trastornos psicosomáticos siempre ha planteado problemas de índole teórico-clínica, que han dado lugar a numerosos estudios y a controversias.

El primer planteo es rechazar una vieja disociación innecesaria entre la mente y el soma; o discutir si la enfermedad se inicia en el campo psíquico o en el somático, cuando la experiencia clínica y la larga bibliografía de la que disponemos nos demuestran la importancia de la relación entre el psique–soma y que las afecciones suelen afectar a la persona como una unidad.

El trabajo en el campo de la salud psíquica  no se muestra al modo de otras patologías con cuadros o síntomas psicológicos más o menos definidos, como es el caso de las Neurosis o las Psicosis, y desde el llamado campo científico y biológico se discute no tanto la estrecha relación psique-soma, sino la etiogénesis en el campo psíquico de muchas enfermedades.

Ahora llamado con un término relativamente nuevo como Trastorno Somatomorfo que se caracterizan por molestias diversas, en mayor o menor grado difusas, que aquejan al paciente pero que no pueden ser explicadas por la existencia de una enfermedad orgánica o al menos no de manera suficiente y concluyente.

Es frecuente la atención en consulta de pacientes que han pasado por una gran cantidad de diagnósticos, exploraciones y tratamientos, sin obtener resultados satisfactorios post-tratamiento.
Los mismos síntomas en diferentes pacientes no garantizan una misma estructura. Lo que se observa es que no hay una estructura de base común en este tipo de pacientes, como nos podemos encontrar en otros cuadros clínicos. De ello podemos deducir la importancia de un buen diagnóstico diferencial tanto médico como psicodinámico.

Todos, en un momento dado,  hemos sufrido sintomatología psicosomática. Hay personas que aunque no se las definiría como un paciente psicosomático, ante situaciones de crisis acaban agravando o padeciendo una enfermedad; pero hay un tipo de persona concreto que tiene una especial predisposición para desarrollar un trastorno psicosomático.

Además de las dificultades que nos podemos encontrar ante el diagnóstico, no todos los pacientes pueden iniciar una psicoterapia, dado que se ha de vislumbrar un mínimo deseo de querer descubrir esos contenidos desconocidos que tanto malestar provocan.

Características más comunes y tratamiento
De los estudios que se han realizado a lo largo de la historia, se pueden inferir una serie de características, que a mi entender, hacen reconocer al paciente psicosomático.
Estas características pueden parecer exageradas, dado que corresponden a un enfermo psicosomático puro, y que es muy difícil, prácticamente imposible, que encontremos en la práctica clínica, donde lo habitual es encontrar sintomatología psicosomática.
Este tipo de paciente tiene una relación especial con la realidad, a la que generalmente se sobre adapta, viviendo de forma objetiva e impersonal. Manifiestan conductas de hiperactividad. Presentan inclinación compulsiva al trabajo, son súper exigentes e híper eficaces, se dedican a lograr éxitos externos, e inducen a los demás a que se les exija. Hay predominio del principio de la realidad frente al principio del placer.
En cuanto a los afectos presentan desconexión. Presentan dificultades para detectar, discriminar y manifestar emociones y las que expresan, están a nivel muy corporal. Esto, a  la vez nos lleva a un pensamiento despojado de sentido y significado emocional, cuyas representaciones emocionales son pobres, escasas y repetitivas. Pierden el interés por el pasado y por el futuro igualmente podemos observar que mantienen un contacto superficial en sus relaciones. 
 Esto no quiere decir que tengan bajo nivel intelectual, pues pueden llegar a ser muy racionales y a intelectualizar, pero hay escasez de sueños y de pensamiento creativo y si los hay no cumplen la función de elaborar y simbolizar pensamientos latentes, sino la de evacuar el contenido latente. Existe una disminución del uso de símbolos en la transmisión de los procesos psíquicos y las cadenas asociativas son pobres,  motivos por los cuales el tratamiento psicoterapéutico no está exento de dificultades.
Lacan decía que existen 3 aspectos significativos:
1.- La simbolización 2.- La simbiosis 3.- El narcisismo.
Estos pacientes también tienen muchas dificultades para elaborar las separaciones. En muchas ocasiones la aparición de la sintomatología psicosomática aparece tras una pérdida o una separación. Viven éstas como peligrosas,  pues los puede llevar a desorganizaciones primitivas.
 El tratamiento que consideramos más adecuado es la psicoterapia, en muchas ocasiones acompañada de un abordaje multidisciplinario, donde se pueda instaurar un tratamiento farmacológico si se considera necesario, puesto que hay que tener muy presente, en este tipo de trastornos, que la dolencia fisiológica es real.
 Se ha comprobado que el acompañamiento psicoterapéutico, en este tipo de pacientes, con el objetivo de ir identificando y elaborando las diferentes emociones, hace que experimenten una paulatina mejoría de la sintomatología psicosomática.

domingo, 15 de julio de 2012

Niños con Aprendizaje Lento

Los niños con dificultades de aprendizaje no necesitan solamente de un adulto que entienda una palabra o que intenta explicar un término. Además requieren acciones activas y eficientes, en un marco impregnado de compromiso por todas las personas intervienen en la vida de los niños. Todos en algún momento de nuestro desarrollo hemos presentado dificultades para aprender.
Sin embargo la duda es ¿Cuándo? esta situación se califica en un rango más o menos acorde a lo esperado en relación al desarrollo y exigencias del medio a una edad determinada. Para aclarar este aspecto voy a definir y caracterizar a este grupo de niños o niñas.

Las Dificultades de Aprendizaje se clasifican en Problemas Generales de Aprendizaje y Trastornos Específicos de Aprendizaje. En este caso me centrare en:

Problemas Generales de Aprendizaje: Se manifiesta un retardo general de todo el proceso de aprendizaje, observándose lentitud, desinterés, deficiencia en la atención y concentración, afectando el rendimiento global.

Estas características se presentan en niños con un desarrollo normal y con inmadurez en el área cognitiva o verbal, lo que provocaría una lentitud para aprender. También es posible ver estas manifestaciones en niños con retardo mental, dificultades auditivas severas y alteración en la psicomotricidad.

Alumnos de Aprendizaje Lento. Son alumnos que presentan dificultades para seguir un ritmo de aprendizaje normal, por presentar problemas a nivel de memoria, junto con una menor capacidad de atención a estímulos verbales y de expresión y dificultades para evocar y recuperar la información aprendida.

Caracterización educacional de los niños de Aprendizaje Lento.

  1. Lentitud para procesar la información escolar y para seguir el ritmo de aprendizaje del resto de sus compañeros.
  2. Inadecuación entre el nivel de desarrollo de sus estructuras cognitivas y el grado de complejidad de los contenidos escolares.
  3. Baja motivación para aprender, acompañada de una baja autoestima.
  4. Inadecuación entre sus habilidades psicolíngüísticas y el lenguaje utilizado por el profesor.

Los niños de aprendizaje lento en la escuela poseen un desempeño académico muy descendido. Muchas veces repiten cursos, medida que no logra los resultados esperados, ya que se mantiene el bajo desempeño académico y se complica la situación del alumno, con una creciente desvinculación con su grupo de pares de referencia, lo que pone en riesgo la adaptación social y la maduración en aspectos de la vida relacionados con la convivencia, la imagen personal y la socialización. En estos niños las habilidades sociales generalmente se encuentran poco desarrolladas, existiendo muchas veces problemas conductuales y de adaptación a las exigencias de la escuela, problemas interpersonales, ansiedad, depresión, entre otras.


Al respecto, es importante destacar que un niño que no experimenta éxito en su aprendizaje se define a sí mismo como una persona que no es capaz de aprender, lo que afecta directamente su autoestima y capacidad de logro, llevándolo a vivir situaciones de reiteradas frustraciones, limitándose de este modo su proyecto de vida.



Alumnos de aprendizaje lento o con Ritmo Lento de Aprendizaje


Se entiende por estos alumnos aquellos que, sin presentar discapacidad cognitiva ni alteraciones significativas en su desarrollo sensorial y afectivo, presentan dificultades para seguir el ritmo de aprendizaje normal, para memorizar y para evocar la información una vez aprendida.


Destacan, como principales rasgos característicos de estos alumnos, los siguientes:

  1. Lentitud para procesar la información.
  2. Inadecuación entre sus estructuras cognitivas y el grado de complejidad de los contenidos.
  3. Baja motivación para aprender.
  4. Baja autoestima.
  5. Inadecuación entre sus habilidades psicolingüísticas y el lenguaje utilizado por el profesor.
  6. Incapacidad para organizar y estructurar la tarea por sí mismo.
  7. Escasa atención.
  8. Bajo nivel de perseverancia.

Los alumnos de aprendizaje lento presentan problemas generales de aprendizaje, destacando dos aspectos clave:
  • Retardo general de todo el proceso de aprendizaje, observándose lentitud, desinterés, deficiencia en la atención y concentración, afectando al rendimiento global.
  • Son niños con un desarrollo normal pero con inmadurez en el área cognitiva o verbal (lo que se refleja en un CI de 70 a 85-90), lo que provocaría esta lentitud para aprender.
Algunas características de los niños con aprendizaje lento pueden ser:
  • Necesidad de repetir las cosas muchas veces para que se le “queden.”
  • Su forma de razonar es sencilla, prefiere lo práctico y lo concreto.
  • Su rendimiento es mayor en tareas cortas, y en ejercicios teóricos.
El niño con aprendizaje lento puede funcionar en casi todos los tipos de escuelas siempre y cuando el personal que lo instruya tenga la sensibilidad de trabajar respetando su ritmo y ofreciéndole la atención necesaria. Si se le da la oportunidad el niño sin dudas podrá aprender y mejorar, hasta casi igualarse con sus compañeros, pero más lentamente.

El desempeño del maestro ante este tipo de alumno será el responsable directo del impacto positivo o negativo ante las actividades lúdicas y todo lo relacionado a su vida escolar. El maestro debe proporcionarle al niño metas que sean a su nivel y desarrollo, (que él pueda superar), reforzarle cualquier progreso en el aprendizaje por mínimo que sea, afianzar su interés por los estudios y jamás compararlo con otro alumno, en todo caso, solo consigo mismo. Las notas deben calificar su esfuerzo y progreso, pues él necesita más tiempo que sus compañeros, sus calificaciones les servirán de refuerzo, en cambio las malas notas les harán abandonar sus estudios.

Las exigencias, las presiones, la impaciencia, producen en él tensiones emocionales que dificultan su aprendizaje aún más. Por lo tanto es conveniente que sean evitadas.

Cuando a estos niños no se les presta la atención que necesitan, aparece una grave inadaptación, que hace inútil la enseñanza y la escuela.

En relación a las necesidades educativas especiales de estos niños, es posible apreciar un desarrollo del pensamiento que requiere la mediación de elementos más concretos, existiendo dificultades para consolidar un pensamiento más abstracto, globalizador y divergente. Del mismo modo, son frecuentes las dificultades en la memoria tanto a corto como a largo plazo. Es así como lo que aprenden hoy se ha olvidado mañana. Frecuentemente los profesores advierten que los niños no dominan el vocabulario básico de las temáticas en estudio; asimismo, les es difícil categorizar la información o transferirla a otras situaciones. Del mismo modo, estos alumnos pueden emplear largos períodos de estudio en sus hogares, sin embargo sus notas son siempre bajas. Una de las razones de estas dificultades se asocia muy frecuentemente a la falta de instrumentos verbales para comunicar sus conocimientos y a la tendencia al aprendizaje textual y memorístico.

Los niños con aprendizaje lento constituyen un gran desafío para la educación. Estos niños deben educarse en la escuela común, beneficiándose de una vida lo más normal posible. La escuela, les debe otorgar la posibilidad de educarse, impulsando el empleo de programas flexibles que valoren sus potencialidades y fortalezas, los ayude a descubrir sus vocaciones y los apoye y estimule en el trabajo de las áreas de aprendizaje que les presentan mayores desafíos.

Definir a un niño con “lento aprendizaje” está sujeto más que nada al criterio de los profesores, debido a que es un término muy utilizado en el área académica. Las causas ni siquiera se indagan, pero estos son niños que toda su vida van arrastrando materias. Pareciera que les falta motivación o capacidad; en general presentan problemas en todas las materias de la escuela y necesitan de una educación que se centre más en ellos para que puedan avanzar al parejo de sus compañeros.

ALGUNOS CONSEJOS PARA AQUELLOS QUE TIENEN UN NIÑO CON APRENDIZAJE LENTO.

Utilice métodos Sencillos. Use técnicas de enseñanza sencillas. La repetición es buena. Los métodos de enseñanza “antiguos” funcionan mejor para estos casos. Los maestros para niños de lento aprendizaje usan las antiguas tarjetas de repaso.

Pocas Distracciones. Use páginas de libros y otros trabajos que no tengan imágenes que puedan distraer la atención del niño. Las imágenes y el color innecesario puede ser una distracción que puede causar frustración. Asegúrate de que el cuarto esté libre de ruidos y objetos que sean innecesarios.

Enseñanza Constante. Trabaje con el niño uno a uno. Él lo necesita allí con él todo el tiempo. Es incapaz de enfocarse sobre una tarea y terminarla sin que usted esté allí para ayudarle y motivarlo. Este preparado para pasar tiempo con el niño.

Destrezas Básicas. Concéntrese en lo básico de la lectura y las matemáticas. Puede leer historia al niño a hacer un experimento científico con él, pero asegúrese de que esté progresando en las habilidades básicas de la lectura y las matemáticas. Estas serán las habilidades que le serán indispensables cuando sea adulto.

Reforzar positivamente sus esfuerzos afianzando su interés por la escolaridad. Concéntrese en reforzar de manera positiva cada uno de sus logros y nunca lo ataque personalmente. Las presiones y humillaciones que acompañan la desesperación al hacer las tareas SOLO HARÁN QUE EL NIÑO RETROCEDA EN SU APRENDIZAJE. No lo juzgue, ámelo, respételo, entiéndelo y si es necesario busque ayuda porque la mayoría de estos niños son inseguros y tiene una autoestima baja.


sábado, 14 de julio de 2012

Complejos

En este blog describiremos algunos complejos de una forma breve sin tanto terminismo.
La palabra complejo fue aplicada por primera vez a la psicología por Carl G. Jung y popularizada por la discusión del psicoanálisis freudiano, constituye moneda corriente en el tráfico del idioma. Jung los definía "como un conjunto de ideas con una carga emocional muy elevada que nos pauta una forma de ser".

Junto a los complejos de conocimiento más difundido, existen otros que poseen la particularidad de llevar el nombre de personajes históricos, figuras mitológicas o protagonistas de obras literarias o bíblicas como por ejemplo:
Complejo de Edipo
En psicoanálisis, el Complejo de Edipo, a veces también denominado conflicto edípico, se refiere al agregado complejo de emociones y sentimientos infantiles caracterizados por la presencia simultánea y ambivalente de deseos amorosos y hostiles hacia los progenitores. Se trata de un concepto central de la teoría psicoanalítica de Sigmund Freud, expuesto por primera vez dentro de los marcos de su primera tópica. En términos generales, Freud define el complejo de Edipo como el deseo inconsciente de mantener una relación sexual (incestuosa) con el progenitor del sexo opuesto y de eliminar al padre del mismo sexo (parricidio) entre las fases del desarrollo libidinal.
El complejo de Edipo es la «representación inconsciente a través de la que se expresa el deseo sexual o amoroso del niño». Freud describe dos constelaciones distintas en las que se puede presentar el conflicto edípico:
  • Complejo de Edipo positivo: odio o rivalidad hacia el progenitor del mismo sexo y atracción sexual hacia el progenitor del sexo opuesto.
  • Complejo de Edipo negativo: amor hacia el progenitor del mismo sexo, así como rivalidad y rechazo hacia el progenitor del sexo opuesto.
La teoría de Freud distingue el período de manifestación del complejo de Edipo coincidente con la llamada fase fálica del desarrollo de la libido, es decir aproximadamente entre los 3 y los 6 años de edad y se acaba con la entrada en el período de latencia. De acuerdo con la teoría freudiana, el complejo se revive en la pubertad y esta reaparición declinaría a su vez con la elección de objeto, que abre paso a la sexualidad adulta.
Complejo de Electra
Es el término propuesto por Carl Gustav Jung en 1912 para designar la contrapartida femenina del complejo de Edipo. Consiste en una atracción afectiva de la niña en la figura del padre. El complejo de Electra es un concepto psicológico que procura explicar la maduración de la mujer.
Según Jung, el Complejo de Electra es algo muy común a todas las niñas en algún momento de la infancia aunque, en algunas ocasiones, va más allá. La fijación afectiva o enamoramiento hacia el padre puede generar una situación de rivalidad con la madre. Se supone que es una dinámica normal en el desarrollo de las pequeñas, que puede observarse a partir de los 3 años y que en un plazo de dos años suele resolverse de forma natural.
Al contrario que en los niños, esta circunstancia es menos clara y pasa más inadvertida puesto que las niñas tienen un vínculo muy estrecho con las madres, lo que les dificulta mantener la competitividad con esta.
En las manifestaciones mejor resueltas se produce una predilección de la niña hacia su progenitor. Sin embargo, en los casos patológicos se puede producir lo contrario: que la niña rechace al padre al sentirse defraudada por haberla rechazado.
Complejo de Castración
El complejo de castración es un concepto perteneciente al psicoanálisis y refiere a una estructura que irrumpe en el psiquismo humano a edad temprana, en íntima relación con el Complejo de Edipo, Básicamente, se trata en el varón del miedo a la pérdida del falo (más allá del pene, en tanto representación de poder, superioridad y posibilidad de reunificación con la madre) o mas bien en su simbolismo de cortar el vinculo afectivo de la madre a manos de su padre y en la mujer a la constatación de que "ha sido castrada". El concepto fue descrito por Sigmund Freud por primera vez en 1908 en el texto "Teorías Sexuales Infantiles", aunque había sido previamente referido ambiguamente en 1900 en "La interpretación de los sueños" como amenaza de castración.
Complejo de inferioridad
Sensación de desamparo por vivencias infantiles encausadas por un sentimiento de abandono.
Complejo de superioridad
Reacción de compensación frente al complejo de inferioridad, por medio de un enmascaramiento de su inseguridad con una falsa envoltura de superioridad e hipervaloración del mismo.
Complejo de Agar y Sara
Este complejo lo sufren los varones que tienden, de forma inconsciente o no, a clasificar a las mujeres en dos grupos: el grupo de las mujeres buenas, puras e intocables a semejanza de la madre y a las malas, aptas para la satisfacción sexual, pero indignas de recibir el amor de un hombre.
Complejo de Agripina
Tiene el mismo significado que el complejo de Edipo, con la diferencia que en la leyenda del rey de Tebas, éste desconocía que estaba cometiendo incesto. Agripina, en cambio, si intentó abiertamente seducir a su hijo Nerón.
Complejo de Alejandro
El Complejo de Alejandro es un resentimiento del hijo hacia el padre, ya que el padre no deja "avanzar" al hijo hacia sus logros profesionales. Este complejo viene de Alejandro Magno que en una ocasión cuando su padre, Filipo de Macedonia, vino a celebrar sus triunfos bélicos él exclamó: "Mi padre no me deja ya nada por conquistar".
Complejo de Antígona
Según la mitología griega, Antígona, hija de Edipo y Yocasta, dedicó toda su vida al cuidado de sus progenitores. El complejo describe una fijación excesiva en la figura de la madre e incapacidad para aceptar las leyes de la vida y del amor.
Complejo de Aquiles
Es el intento de ocultar la propia debilidad tras la apariencia de invulnerabilidad y de heroísmo. Aquiles, héroe del poema mitológico de "La Ilíada", se dice que fue sumergido por su madre en la laguna Estigia para lograr que su cuerpo quedara inmune a las heridas; sin embargo, el talón, por donde lo sujetaba su madre, no logró ser bañado por el agua mágica y permaneció vulnerable. El término fue utilizado por primera vez por el escritor francés Pierre Audiat.
Complejo de Culpa
El complejo de culpa no es más que una auto-desvalorización, es una situación donde se culpabiliza en y de cualquier situación.
Complejo de Aristóteles
Aristóteles, fue un eminente filósofo griego del s. IV a.C., fue discípulo de Platón y tutor de Alejandro Magno. Sus escritos enciclopédicos sentaron los cimientos de todas las ciencias y ramas de la filosofía.
Aristóteles siempre tuvo una visión distinta a la de Platón, sobre la teoría de la naturaleza humana, y en más de una ocasión, Aristóteles tuvo discusiones con su maestro, ya que intentó imponerle su teoría, o sea, hacerle creer que la teoría correcta era la suya. De ahí que a la muerte de Platón abandonara Atenas. Se fue a Assos, porque no estaba de acuerdo con las doctrinas fundamentales de la escuela platónica y allí, comenzó una crítica hacia el platonismo.
El complejo de Aristóteles, es intentar imponer tu propia teoría sobre cualquier cosa a alguien que por el momento es mejor que tú y no estar conforme con sus enseñanzas o sea, creerse mejor que él y tener obsesión por superarle.
Complejo de Bovary o Complejo de Quimera
Consiste en la alteración del sentido de la realidad, gracias a la cual el trastornado se considera otra persona distinta de la que realmente es. Ahora mejor conocido como trastornos disociativo. Llamado más corrientemente "bovarismo", deriva de la famosa novela de Gustave Flaubert "Madame Bovary". Introdujo el término el psicólogo francés Jules de Gaultier, antes del advenimiento de Freud y del psicoanálisis.
Complejo de Brummel
Explica el hecho que una excesiva elegancia en el vestir compensa en el fondo un fuerte sentimiento de inferioridad. El nombre recuerda a Jorge Brummer ( 1778-1840 ), dandy famoso de la Corte de Inglaterra, que actuó como un verdadero dictador de la moda de su tiempo.
Complejo de Brunilda
Tendencia de las jóvenes a querer ver en su novio un superhombre o un héroe, sobrevaloración que después del matrimonio se cambia en una desvalorización absoluta. En el caso, el hombre sigue siendo el mismo, cambia sólo la actitud de la mujer. En la leyenda germánica la walkiria Brunilda sólo se muestra dispuesta a casarse con un varón capaz de vencerla en toda clase de ejercicios físicos. Mediante un engaño Sigfrido logra vencerla y conquistarla. Brunilda descubre el engaño y exige la muerte del ofensor.
Complejo de Caín
La figura bíblica de Caín se invoca para caracterizar la peculiar psicología del primogénito, un niño celoso del hijo segundo a quien considera como un "intruso" y un rival. Al de Caín se opone el complejo de Abel. El psicólogo francés Charles Badouin, el primero en usar el término escribe: "El niño al que le cabe en suerte un hermanito o una hermanita, reacciona primero, muy generalmente, con unos celos desmedidos y de carácter completamente animal, que subsisten luego, latentes y más o menos bien reprimidos. La hostilidad del menor frente al mayor aparece como una réplica natural a dicha hostilidad".
El niño piensa que su madre prefiere al bebé porque es más pequeño, por eso se comporta como un bebé. Esta actitud normalmente durará poco tiempo, ya que el niño querrá volver a ser grande para disfrutar de las ventajas de ser mayor. Los padres deben ser conscientes de que él también tiene necesidades de amor y caricias.
Complejo de la Cenicienta
Compensación elaborada por el niño más pequeño o poco querido de una familia. El hijo menos querido será el que más tarde salvará gracias a su talento, a toda la familia que se encuentra en una situación dramática. En principio este hijo/a fue colocado en una situación de víctima, pero finalmente se reconocerán sus méritos.
Complejo de Creso
Se manifiesta con la búsqueda enfermiza de “superioridad” por medio del derroche de dinero y las dádivas generosas.
Complejo de Dafne
Miedo de las jóvenes ante la sexualidad. Se le llama también "angustia de penetración". La ninfa Dafne, en la mitología griega, era perseguida por Apolo. En el momento en que el enamorado dios estaba a punto de alcanzarla, la ninfa se transformó en laurel.
Complejo de Empédocles
El nombre corresponde a un filósofo griego del siglo V que se precipitó al cráter del volcán Etna para hacerse famoso por su suicidio. Se caracteriza porque la persona que lo padece siente la compulsión al suicidio a la hora de realzar el propio equilibrio auto-estimativo quebrantado. De hecho aparece como un auténtico héroe ante sí mismo y los demás que le rodean. Aquí hay varias formas de argumentar y debatir este complejo con la psicologia actual.
Complejo de Eróstrato
Es un trastorno según el cual el individuo busca sobresalir, distinguirse y ser el centro de atención. Según la leyenda. Eróstrato incendió el templo de Diana, en Éfeso, para pasar a la posteridad, ya que no tenía ningún mérito para conseguir fama. Es una forma peculiar el complejo de inferioridad de gran incidencia criminógena, sin importar los medios con tal de distinguirse, sobresalir, que se hable de uno. Declaración frecuente en los cuarteles de policía: “Lo hice porque quería salir en los medios".
Complejo de Hamlet
Se caracteriza por mostrar vacilación para actuar debido a la duda, el escrúpulo y la meditación excesiva.
Complejo de Job
¿Por qué a mi? Es un nombre global dado a las dolencias "psicógenas" de la piel. Se ha observado proclividad a las dermatitis psicosomáticas en personas que se ofenden con facilidad, que se sienten agraviadas, con o sin motivo. En general las alteraciones dérmicas desaparecen cuando se re-establece el equilibrio auto-estimativo y desaparece el sentimiento de agravio. El nombre, creado por el psicoanalista norteamericano Félix Deutsch, recuerda al patriarca bíblico Job, quien tuvo que soportar como prueba divina, todo tipo de sufrimientos y plagas, incluyendo ulceraciones de la piel.
Complejo de Judas
Es ánimo de traición que se ve impulsado por el resentimiento. El sujeto no soporta la superioridad, sobre todo moral, de otra persona de mayor valía y con sus deslealtades y mentiras busca re-establecer inconscientemente su equilibrio.
Complejo de Münchausen
Se manifiesta en la tendencia a inventar mentiras, historias inverosímiles en las que el trastornado se impone como superior a sus oyentes. Se trata de un mecanismo de compensación a una situación de inferioridad.
Complejo de Narciso
Se caracteriza por el deseo infantil de ser amado. Idolatrado, venerado. Para el narcisista, el mundo gira en torno él. El narcisista no logra superar esta fase evolutiva, queda atrapado en el yo. En la elección del objeto amoroso escogerá siempre bajo la influencia inconsciente de la imagen que se tiene formada de su propio yo, buscando en él una especie de réplica de sí mismo. En la mitología griega, Narciso era un bello pastor que, al inclinarse sobre el agua de una fuente para beber, percibió su imagen y se enamoró de sí mismo.
Complejo de Otelo
Sentimiento morboso de celos. Celoso por antonomasia, el Moro de Venecia de Shakespeare da su nombre al complejo.
Complejo de Pulgarcito
El hijo menor de una familia en que hay numerosos hermanos y hermanas acusa una psicología particular. Señaló Adler el hecho de que, por regla general, allí donde hay muchos hermanos suele ser el más pequeño el que llegue más lejos en la vida. Supercompensación obtenida por el niño más joven, o el niño malogrado y despreciado por la familia. El propio Adler señaló al respecto el cuento popular "Pulgarcito".

jueves, 12 de julio de 2012

El Estrés en los Padres y su Manejo

Hablare sobre el estrés en los padres y como afecta a sus hijos, al igual les brindo algunas estrategias sencillas para padres que quieren  manejar el estrés.
Aparte del estrés típico que cualquier persona puede tener un su vida, ser padre o madre resulta a veces estresante en sí mismo. Conciliar la vida laboral con el cuidado de los hijos, las enfermedades, los accidentes, las preocupaciones con la educación de los hijos, por lo bien o mal que lo estás haciendo, los malos comportamientos de los niños... Todo eso puede ser una fuente de estrés adicional. No obstante, el que un suceso sea estresante o no, depende no sólo del suceso en sí mismo, sino de cómo lo interpreta cada persona y cómo reacciona ante él. Si un niño se portal mal y su madre o padre lo interpreta como como un comportamiento mezquino y manipulador por parte del niño, se sentirá más estresado y la probabilidad de maltratar al niño será mayor. En cambio, si lo interpreta como algo que forma parte del desarrollo normal de los niños reaccionará de un modo mucho más calmado.

Cuando se trata del primer hijo, el estrés suele ser mayor debido a la falta de experiencia. Además, tras el nacimiento de un niño, debido al aumento del estrés, los problemas pre-existentes se intensifican. Por ejemplo, si había problemas en la pareja, éstos pueden aumentar con la llegada del bebé.

Las personas también suelen responder de modo diferente en función del tipo de problema de sus hijos. Cuando se trata de problemas que se externan y que por tanto, afectan a los demás, como golpear, gritar, ser hiperactivo, los padres suelen estresarse más que si se trata de problemas que los niños expresan como la ansiedad, la depresión, la retirada social, etc. Esto es debido a que los problemas que se externan llaman más la atención de los padres, mientras que los otros llaman menos la atención, tienden a ser más ignorados y, por tanto, molestan menos a los padres. No obstante, cualquier problema puede requerir atención y ayuda si es grave, sea del tipo que sea.

 Como afecta el estrés al comportamiento de los padres:
  1. Tienden a ser más hostiles y agresivos con sus hijos.
  2. Tienen mayor probabilidad de ser autoritarios y duros con ellos.
  3. Utilizan más el castigo físico.
  4. Están menos implicados emocionalmente con los niños
 Por ejemplo, imagina una madre estresada que le pide a su hija que se ponga los zapatos. Es muy probable que utilice un tono seco y duro, que mire a la niña con enfado y que utilice un lenguaje corporal desafiante. Esto hace que aumenten las probabilidades de que la niña se niegue a obedecerla, llore, se queje o tenga una rabieta. En cambio, una madre no estresada, le pedirá que se ponga los zapatos de un modo más amable y cariñoso y  por tanto, la niña estará más dispuesta a obedecerla.

Los padres estresados tienden a fijarse mucho más en los malos comportamientos de sus hijos que en los buenos. De este modo refuerzan el mal comportamiento en vez de reforzar el bueno. Así, elogian menos a sus hijos por portarse bien y los castigan más por portarse mal que los padres menos estresados. Por tanto, el comportamiento de los padres hace que los hijos se comporten aún peor, lo cual estresa todavía más a los padres.

Como vemos, es importante que sepas controlar el estrés en tu vida si quieres educar adecuadamente a tus hijos y tener una buena relación con ellos. Simplifica tu vida todo lo que puedas, dedica tiempo a estar con amigos o familiares con los que te sientas bien, pasa tiempo a solas, pasa tiempo con tu pareja sin los niños, haz ejercicio, mantén una dieta equilibrada y busca la ayuda de un psicólogo si ves que el estrés te desborda.

Manejo del estrés para los padres

Existen formas efectivas de desahogar el estrés. Nuestros niños lo saben y a diario están tratando de deshacerse de él. Maneras de deshacerse del estrés incluyen reír mucho y llorar, a veces al mismo tiempo que sudan, tiemblan y gritan como cuando hacen un berrinche. Aunque la mayoría de las personas no lo ve así todavía, el permitir que sus niños hagan berrinches y lloren mientras que usted se mantiene a su lado sin regañarles ni criticarles, es una manera muy buena de ayudarles a echar fuera los malos sentimientos que les dificulta la vida y les descontrola el comportamiento.

Estas son maneras en las que los adultos también podemos deshacernos de nuestro estrés:

Hable con otro adulto. Pida que le escuchen. A menudo cuando hablamos, otras personas tienen opiniones, consejos y sus propias cargas de estrés de los que necesitan hablar también. Pero esta no es la mejor manera de escucharse unos a otros. Para poder desahogar efectivamente necesitamos tomar turnos de 5, 10, ó 15 minutos en los que cada persona es escuchada con atención, sin interrupciones y sin recibir opiniones ni consejos.

Llame a una amistad o familiar. A veces, el simple hecho de escuchar la voz de un amigo (a) o familiar en el teléfono es suficiente para ayudarnos a echar fuera sentimientos estresantes. Puede tener un plan de rescate‚ en el que usted acuerda con otras personas para poder llamarse y escucharse durante 5 minutos cuando las cosas se pongan difíciles. Una buena oportunidad de reír o de poder contarle a alguien lo difícil que está la situación-- y qué tanto esfuerzo está usted haciendo para no dejarse controlar por el estrés, puede serle de mucha utilidad.

Permítase mostrar sus sentimientos. Se requiere de mucha energía para mantener los malos sentimientos fuera de la vista de otros. Por eso, es de gran alivio poder llorar, rabiar o reír a rienda suelta con alguien. Lo mejor es que sea a otra persona adulta a quien le muestre usted sus sentimientos para que no sean sus niños quienes tengan que escucharle y tratar de consolarle. Sin embargo, si llora frente a sus hijos, es mejor que no dé detalles sobre sus razones. “Es sólo que tengo que llorar porque no me siento bien. Estoy echando fuera mis malos sentimientos, en un rato te ayudo”, son buenas explicaciones sobre lo que usted está haciendo en ese momento.

Piense en alguien que le aprecia. Mucho del estrés que resulta de tanto trabajo como padres viene de sentirnos solos en el mundo. Pero almacenados en la memoria, todos tenemos recuerdos de cuando las cosas fueron bien en nuestras vidas, de cuando nos sentíamos cercanos a alguien, de cuando podíamos sentir qué tanto amor llevábamos por dentro. Detenernos a sacar de la memoria uno de esos buenos recuerdos puede ayudarnos a cambiar los sentimientos presentes. A veces, recordar algo grato nos ayuda a llorar porque en la actualidad todo parece difícil. Ese llanto es útil porque sana heridas emocionales. Cuando éste llanto llegue, relájese y déjelo salir.

 Atacar el Estrés

Para implementar esta estrategia se requiere planeación y en ella puede incluir a sus niños. Ya que usted haya identificado una hora del día o una situación en particular que a menudo ocasiona estrés, en vez de esperar que este no crezca, tenga un plan para romper los patrones que lo alimentan.

Pida ayuda. Intercambie ayuda. Si usted sabe que salir de compras con sus gemelos resulta en un desastre para usted y ellos, puede pedir ayuda. Pida a otra persona que le haga sus comprar y a cambio de ello usted le cuidará a su hijo o pídale a un pariente o vecino que le haga sus compras dos veces al mes y usted le recompensará con un platillo cada vez.  Algo así es un intercambio útil tanto para usted como para la otra persona.

Haga uso de los recursos disponibles.


De le a sus niños Tiempo Especial individual y de calidad. Es increíble la cantidad de estrés que se puede evitar cuando sus niños saben que usted les considera personas especiales. Al jugar con ellos sus juegos favoritos, con su buena atención y elogios usted les transmite su mensaje de amor. Tan solo 5 ó 10 minutos de Tiempo Especial con usted llegan a tener un gran significado en sus vidas. Dígale a su niño que usted está dispuesto a jugar a lo que desee y no trate de cambiar el juego a menos que sea peligroso. Esto le da al niño la oportunidad de estar en control y de mostrar lo que le encanta hacer. El Tiempo Especial ayuda a disolver las batallas por el poder que tienen tanto que ver con el estrés en las familias. Y le muestra a usted lo inteligente que es su niño.

Permítase descansos regulares. Esto es difícil en vista de las exigencias que el ser padres implica. Pero el descanso es esencial para mantener el control de nuestras vidas. (Cuando sentimos que no tenemos control ni de nuestra propia vida, terminamos culpando a nuestros hijos, ¡lo que a la larga crea más estrés!) Tal vez no le sea fácil encontrar la manera de tratarse bien a si misma--este es un buen tema para hablar cuando tenga a alguien que le escuche mientras que usted explora sus pensamientos.

¿Hay cosas que usted puede hacer a diario o semanalmente para cuidarse a si mismo? ¿Un baño relajador en la tina después de acostar a los niños? ¿Veinte minutos de lectura antes de que despierten? ¿Una caminata durante su hora de almuerzo en el trabajo? ¿Una llamada a su mejor amiga/amigo una vez por semana? ¿Escuchar música? ¿Una breve siesta por las tarde? le recomiendo mucho que tenga una relación co-escucha en la que usted y su pareja o un amigo/a intercambian tiempo escuchándose con aprecio, comprensión y sin darse consejos u opiniones. Una oportunidad de hablar no para resolver asuntos, sino más bien para organizar sus pensamientos.

Y recuerde, no importa qué tan estresados se sientan, son  buenos padres, aman a sus hijos con todo el corazón y siempre se están esforzando por hacer bien su trabajo, por lo tanto, se merecen mucho elogio y ánimo.